Desde este domingo los médicos deben enviar las recetas de manera electrónica a las farmacias, en vez de entregársela en papel a los pacientes, aunque habrá excepciones por emergencias y circunstancias inusuales. El objetivo es evitar las falsificaciones
Nueva York pondrá fin a la mayoría de las recetas médicas en papel al entrar en vigor la ley más estricta al respecto a nivel nacional.
Desde este domingo, los profesionales sanitarios deben enviar las recetas de manera electrónica a las farmacias, en lugar de darles una receta en papel a sus pacientes. Existen excepciones por emergencias y circunstancias inusuales, y se les han otorgado miles de extensiones a quienes las emiten.
La ley tiene como objetivo combatir el abuso de analgésicos al combatir la falsificación de recetas, y de paso reducir el número de errores al eliminar la caligrafía difícil de entender.
El uso de la receta electrónica se ha incrementado en los últimos años en todo el país, ya que es una herramienta que permite ahorrar tiempo.
Sin embargo, algunos médicos de Nueva York han expresado dudas sobre el requerimiento de recetas digitales para casi todas las situaciones y también sobre las sanciones legales que incluyen posibles multas, la pérdida de licencias o incluso prisión.
Su implantación en España, consolidada
En España, la receta electrónica está ampliamente implantada en el Sistema Nacional de Salud, pues supone ya cerca del 80% del total de prescripciones. Este sistema permite al facultativo, en cada comunidad autónoma, emitir y transmitir recetas por medios electrónicos y al paciente, obtener los medicamentos en cualquier farmacia de su ámbito territorial, sin necesidad de portar el documento en papel que contiene y justifica la dispensación.
El sistema permite al médico programar, en una única consulta, la prescripción de medicamentos para un tiempo prolongado, lo que resulta de especial importancia en tratamientos crónicos, pues evita la carga burocrática, la repetición de consultas y también limita los acúmulos de medicación en el domicilio y mejora el seguimiento de la adherencia al tratamiento.
Asimismo, la prescripción electrónica favorece la seguridad del paciente mediante la incorporación de los sistemas “on line” de ayuda a la prescripción, que ayudan a la detección de interacciones medicamentosas, duplicidades terapéuticas, etc. La creciente movilidad de los ciudadanos hace que cada vez se demande atención sanitaria o seguimiento de tratamientos en un lugar distinto al de residencia habitual, por lo que el Ministerio considera necesario garantizar el acceso a las prestaciones desde cualquier punto del país.