Neurólogos insisten en la importancia de ponerse en sus manos para afrontar correctamente la migraña crónica, ya que a su juicio tensa en ocasiones las relaciones de los pacientes con los amigos por la discapacidad y los síntomas que puede llegar a causar y limita la alimentación del 41 % de los pacientes que lo padecen
Madrid, 10 de septiembre de 2015 (medicosypacientes.com/Servimedia)
El 41% de los pacientes con migraña crónica ven cómo la enfermedad limita sus apetencias culinarias, ya que dicen no comer lo que les gustaría por culpa de la enfermedad, que según los expertos no se lleva demasiado bien con productos como el chocolate, los frutos secos o los embutidos.
Así lo revela un estudio realizado en 2013 en Reino Unido, Alemania, Italia y España con más de 600 pacientes afectados por migraña y otras cefaleas, dado a conocer ahora con motivo del Día Internacional de Acción contra la Migraña, que se celebra este sábado, 12 de septiembre.
La migraña crónica, que en España afecta a más de un millón de personas, tiene un alto impacto en la calidad de vida de quienes la padecen, que sufren cefaleas durante 15 días o más al mes, de los que al menos 8 son con migraña.
En este sentido, el trabajo evidencia también que la migraña tensa en ocasiones las relaciones de los pacientes con los amigos por la discapacidad y los síntomas que puede llegar a causar, por lo que los neurólogos insisten en la importancia de ponerse en sus manos para afrontar correctamente la enfermedad, que no siempre se aborda como se debería.
Y es que, un factor que cronifica a veces las migrañas es la ingesta excesiva de analgésicos para combatir los dolores de cabeza, tal y como recuerda Patricia Pozo, neuróloga responsable de la Unidad de Cefalea del Hospital Universitario Vall d”Hebron (Barcelona) y coordinadora del Grupo de Estudio de Cefaleas de la Sociedad Española de Neurología (SEN).
“La visita al neurólogo es imprescindible. Él es quien proporcionará el tratamiento más adecuado y tendrá que hacer un seguimiento exhaustivo de los factores de riesgo que pueden perpetuar el estado de migraña crónica, como el uso excesivo de analgésicos, la ansiedad o el sobrepeso”, explica la doctora Pozo.
Por otra parte, la especialista apuesta por la creación de programas educativos para niños y adolescentes que ya presentan síntomas de migraña durante la infancia, con el objetivo de disminuir sus visitas al médico y aumentar su calidad de vida.