Médicos que han realizado la Validación Periódica de la Colegiación (VPC), proceso puesto en marcha por la Organización Médica Colegial (OMC), consideran clave la “complicidad y la alianza de los pacientes” en el desarrollo de este programa que certifica que la preparación y formación del colegiado supera los requisitos previamente definidos para ejercer como médico
Madrid, 30 de abril 2015 (medicosypacientes.com)
La doctora Raquel Blasco, especialista en Medicina Interna que trabaja en el Centro Regional de Medicina Deportiva de la Junta de Castilla y León (SACyL); y los doctores Daniel de Luis Roman, Jefe de Endocrinología y Nutrición, y Alberto San Roman, Jefe del Servicio de Cardiología, ambos del Hospital Clínico Universitario de Valladolid, recibieron ayer sus diplomas de la Validación Periódica de la Colegiación (VPC) junto con otros 60 compañeros, en el acto celebrado en el Colegio de Médicos de Valladolid.
Los tres han explicado, en una entrevista para Médicos y Pacientes, lo que significa para ellos este proceso que tiene como objetivo garantizar a los ciudadanos un modelo de asistencia de calidad contrastada, realizada por profesionales competentes. Los tres coinciden en resaltar la importancia de esta credencial, como “estándar de calidad”, la necesidad de que los pacientes lo conozcan y lo exijan, así como la seguridad que implica también para el médico contra el intrusismo profesional y para proteger al colectivo de “individuos que enturbian nuestro trabajo”, como ha expresado la Dra. Blasco.
Incluimos las respuestas a las preguntas de los tres médicos que han expresado su opinión sobre la VPC.
-Como médico colegiado ¿qué valor tiene para usted la VPC? Y, como paciente, ¿qué valor tiene para usted que el médico tenga la VPC?
–Dra. Blasco.- En mi opinión, los procesos de validación, de cumplimiento de requisitos o, al menos, de estándares de calidad previamente definidos por una institución son altamente deseables y creo que imprescindibles.
En este caso el ente certificador, nuestros Colegios de Médicos, no hacen sino evaluar la buena praxis y la adecuación física y académica para realizar correctamente nuestro trabajo, de modo que facilitan mucho la tarea de retirar de la práctica médica a aquellos individuos que no cumplen con estos criterios mínimos de calidad.
Desde la perspectiva como paciente, el valor que le doy a que mi médico esté validado es elevadísimo, pero, desde mi experiencia como profesional que trato desde hace 22 años a un colectivo específico como es el del deportista, creo que este no se plantea si estamos acreditados o no y, muchísimo menos, la población en general.
Dr. de Luis.- Como médico significa un reconocimiento a mi actividad asistencial, docente e investigadora que desarrollo día a día junto a mis compañeros de Servicio. Como paciente, este certificado significa que el profesional que me atiende esta actualizado en sus competencias y habilidades.
Dr. San Roman.- Poco valor. No es necesaria ni es reconocida oficialmente.
-Para realizar la VPC, ha tenido que certificar la vida laboral, la buena praxis y aptitud psicofísica ¿Cuál de estos tres requisitos ha sido más complicado de cumplimentar?
Dra. Blasco.- Ninguno de los tres me ha resultado complicado. De hecho, el certificado de la vida laboral me lo emitieron en menos de dos días; el certificado médico me lo realizó, tras el oportuno examen, un compañero de trabajo y el formulario de buena praxis es muy sencillo de rellenar.
Dr. De Luis.- El proceso me ha resultado sencillo y ágil; ninguno de los 3 puntos me ha resultado problemático.
Dr. San Roman.- Ninguno
-Cómo encaja la VPC en el compromiso ético-profesional del médico de mantener sus competencias durante toda la vida activa?
Dra. Blasco.- Encaja totalmente. Al fin y al cabo, la VPC da fe de que el médico que la obtiene reúne y mantiene los estándares definidos para ejercer como médico, incluyendo los cada vez más olvidados compromisos éticos con el que nos comprometimos solemne y libremente bajo palabra de honor -el Juramento Hipocrático o la declaración de Ginebra- y sobre los que, a veces, no se insiste en el período de formación como estudiantes.
Dr. de Luis.- Encaja perfectamente y debería instaurarse de manera obligatoria para todos los profesionales, tanto en Sanidad Pública como privada.
Dr. San Roman.- Una validación periódica de nuestras competencias me parece esencial como motor para mejorar la calidad de la atención sanitaria. Hacer comprender a los profesionales sanitarios que sus actuaciones deben ser medidas es un cambio conceptual tan difícil como esencial para ponernos a la altura de otras profesiones.
-Los médicos realizan una formación continuada para adaptar sus conocimientos a los avances de la medicina. En la VPC eso es opcional, ¿considera que debería ser también obligatorio puesto que Europa hará obligatoria la recertificación de los profesionales de la salud para 2017?
Dra. Blasco.- Yo, llevo 22 años recertificándome de manera periódica y obligatoria por el Consejo Superior de Deportes y la Agencia Española para la Protección de la Salud y lucha AntiDopaje en el Deporte, y lo veo, no solo normal, sino adecuado e imprescindible. Es más, considero que los Colegios de Médicos no van a poder evaluar el adecuado desarrollo profesional continuo de los médicos para el ejercicio de la profesión, sin elementos de juicio. Otra cosa diferente y complicada será establecer una uniformidad de criterios a la hora de plantear las evaluaciones. Ahí, la tarea va a ser dura.
Dr. de Luis.- Si no es obligatorio, el menos debería reconocerse como méritos curriculares, para cualquier puesto de trabajo relacionado con la sanidad.
Dr. San Roman.- Sí, debería ser obligatorio.
-Muchos profesionales, tal vez por desconocimiento o por otros motivos, muestran sus reticencias a este proceso ¿Cuál cree que son los motivos de ello? ¿A usted te ocurrió algo similar? De ser así, ¿Cómo se convenció para hacerla?
Dra. Blasco.- El proceso, una vez iniciado, es fácil, pero falta información. A mí me lo comentó mi inmediato superior y propuso que lo hiciéramos todos juntos. Si no hubiera sido así, no nos hubiésemos enterado. También considero que, para evitar reticencias, es necesario hacer hincapié en la parte positiva del mensaje que no solo es controlar si tú estás capacitado, sino, proteger tu campo de actuación contra individuos que enturbian nuestro trabajo.
Considero que es importante también para la validación el espaldarazo de los COMs en el campo de la e-Health, Salud 2.0 e incluso Salud 3.0. y a la inversa, el no respaldo a los profesionales que desde las RRSS demuestran una mala praxis, que debe de ser subsanada con premura porque nuestros pacientes, sobre todo, los más jóvenes, se mueven y buscan información por RRSS y, por tanto, es imprescindible que el buen hacer ético y académico esté presente también ahí.
Dr. de Luis.-La desinformación ante este tipo de procesos y, probablemente, la sobrecarga de trabajo y de aplicaciones informáticas a la que nos enfrentamos en el día a día los profesionales de la salud, genera cierta inercia a la hora de ordenar una información curricular que generamos en nuestro ámbito profesional y que es necesario subir a la aplicación.
Dr. San Roman.- La falta de tiempo es clave para entender esta reticencia. Aunque parezca fácil, no lo es hacer todos los trámites. Si esto se les diera casi hecho, habría más profesionales que lo harían. A mí, me convenció el presidente del colegio y lo hice porque quería dar ejemplo.
¿Qué le diría a otros compañeros que dudan ante la VPC?
Dra. Blasco.- Les diría que la validación no tiene carácter punitivo y facilita a todos la tarea conocer que no existe proceso activo abierto a los colegiados solicitantes. Por otro lado, teniendo en cuenta que la cumplimentación del apartado de buena praxis lleva aparejado que el solicitante se compromete con el Código Deontológico y que conoce El Buen Quehacer del Médico (BQM), de alguna manera, ya va limitando el territorio de actuación e impidiendo intrusismo profesional de otros colectivos sanitarios o de individuos dentro de nuestra propia profesión.
Dr.de Luis.- Que se animen a realizar la VPC en beneficio de sus pacientes y en el suyo propio.
Dr. San Roman.- Les haría ver la importancia de entrar en la espiral de la calidad. Pero no sé si este es el sistema. Estamos continuamente con estos papeleos, que muchos médicos odiamos: para el FIS, la consejería de Sanidad, de Educación, la ANECA, diferentes agencias de Calidad, la Facultad de Medicina, etc.
-Si la VPC garantiza a los ciudadanos un modelo de asistencia de calidad contrastada, realizada por profesionales competentes, ¿cómo podrían los pacientes ayudar a promover este programa? ¿Le ha hablado a algún paciente de esto?
Dra. Blasco.- Primero, precisamos llegar, desde los COMs, a la población general, cosa que creo que aún no se está consiguiendo, el mensaje de que esta credencial conlleva una seguridad para el paciente y también para el médico y que la OMC trabaja en colaboración con las sociedades científicas que tienen la responsabilidad de recertificar las competencias específicas de cada especialidad para, en su momento, cumplir todos -profesionales, colegios, SS.CC. y Administraciones- con la recertificación de los profesionales de la salud que ha aprobado la UE y que no hay que olvidar que, en 2017, va a ser obligatoria.
Ninguno de mis pacientes, que forman parte de un grupo de población joven, de entre 18 a 35 años, en su mayoría activos en redes sociales y con mucha información a su alcance, tenía ni idea de este proceso. Y claro que pueden ayudar, tanto desde las asociaciones de pacientes como a través de foros de opinión. El paciente está cada vez más informado, se preocupa de cómo mejorar las pautas de su tratamiento, consulta blogs de profesionales sanitarios, participa activamente en las comunidades digitales, etc…Por lo tanto, buscar su complicidad y alianza es clave en el proceso de desarrollo de la VPC.
Dr. de Luis.- Los pacientes deben ser conocedores de sus derechos, pero también de sus deberes. Con el uso responsable de los Servicios sanitarios y una percepción constante de la Sanidad como un derecho inalienable que todos, profesionales y pacientes, debemos cuidar, los pacientes ayudaran a tener una Sanidad de calidad. Este programa no es más que otro elemento de calidad de nuestro Sistema Público de Sanidad, y el paciente debe tener el derecho de conocer si su médico ha realizado la VPC o no. Hasta la fecha, ningún paciente me ha comentado en la consulta este programa.
Dr. San Roman.- Si se cumple el requisito, los pacientes deberían exigir la VPC a los profesionales de todos los centros sanitarios. No he hablado a ningún paciente de esto.