Tan habitual como tomar las medicinas en la comida o acompañadas de zumo o leche puede ser una combinación capaz de alterar los efectos del fármaco y los nutrientes. Los mayores deben prestar atención ya que son el colectivo más polimedicado y, por tanto, el más propenso a sufrir estas interacciones
Madrid, 18 de octubre 2008 (Redacción)
Los estudios sobre la interacción entre alimentos y medicamentos son muy novedosos y todavía quedan por realizar muchas investigaciones que determinen todas las sustancias que combinadas pueden disminuir o aumentar sus efectos. Las primeras investigaciones se remontan al año 1963 cuando se descubrió que la combinación del antibiótico, compuesto por el principio activo tetraciclina, y la leche, interaccionaban disminuyendo los efectos de este fármaco.
La esperanza de vida cada vez es mayor debido a un aumento del estado de bienestar y al descubrimiento de nuevos fármacos, muy eficaces, que combaten las enfermedades. Inevitablemente, con el paso del tiempo aparecen en el individuo enfermedades cuyo tratamiento suelen ir acompañado de la ingesta de fármacos.
La alimentación no sólo influye en ciertas patologías sino también de forma negativa o positiva en la absorción y eficacia de ciertos fármacos. Por otro lado, también los medicamentos además de combatir las enfermedades que padecemos pueden alterar los nutrientes de los alimentos que ingerimos.
- La influencia de los alimentos sobre los fármacos depende de las características de los propios medicamentos. A veces la dieta puede alterar el proceso de absorción del fármaco o la velocidad con que el organismo asimila el medicamento. En casos extremos la alimentación puede potenciar de forma excesiva o por el contrario anular (antagonismo) el efecto del fármaco.
- La influencia de los fármacos en los alimentos puede reflejarse de dos formas:
- En la absorción de los nutrientes.
- Ser un efecto secundario del propio fármaco:
- Alteración del apetito
- Estimulación del centro de la emesis
- Alteran la función gastrointestinal, provocando náuseas, vómitos, diarreas y /o constipación como antinflamatorios o análgesicos
- Lesiones en la mucosa intestinal
- Modificar la metabolización de los nutrientes como los anticuagulantes o antineoplásicos
Teóricamente, la mejor absorción de un medicamento es cuando se ingiere con el estómago vacío. Sin embargo, la mayoría de los fármacos se aconseja tomarlos acompañado de alimentos para que no hagan daño al estómago. El ácido acetilsalicídico (la conocida Aspirina), antibióticos o antinflamatorios tienen unos principios activos que pueden ocasionar lesiones serias en el estómago (ulceras o hemorragias) por lo que deben ingerirse acompañados de alimentos. En estos casos anteriores, aunque los nutrientes disminuyan su eficacia y absorción, es mejor evitar el origen de otras lesiones orgánicas.
Según lo expertos para evitar este tipo de interacciones se necesita el control multidisciplinar de los profesionales: médicos, dietistas, farmacéuticos, enfermeras… En el prospecto de los fármacos todavía no aparece indicado las interacciones entre medicamento y alimentos.
Mayores polimedicados
Los mayores son el colectivo que más medicamentos consumen. Son pacientes polimedicados, es decir, que siguen a la vez varios tratamientos farmacológicos. Con el paso del tiempo, la salud se deteriora y las dolencias se multiplican por lo que pocos individuos se «salvan» de tomar algún tipo de medicación. La interacción del fármaco con la alimentación es especialmente problemática cuando se administra de forma crónica y en poblaciones especialmente sensibles como son los mayores.
La gran mayoría de personas mayores tienen un aparato digestivo envejecido que produce una deficiencia de absorción de los nutrientes, sobre todo el calcio y el hierro. Además la excesiva medicación les produce falta de apetito. Los medicamentos se metabolizan en estómago, hígado y riñón. Cuantos más medicamentos hayamos tomado, a lo largo de la vida, más resentido tenemos estos órganos. Para que todas estas consecuencias no sean tan acentuadas es fundamental una buena alimentación desde joven y así no llegar a la vejez con deficiencias de vitaminas, calcio, proteínas… y un gran deterioro orgánico.
Entre los fármacos más comunes consumidos por los ancianos se encuentran los diuréticos que facilitan el funcionamiento de la vejiga y disminuyen la tensión alta. Este tipo de medicamentos aceleran la eliminación del potasio de los nutrientes, un mineral regulador del agua en el organismo y que participa en la contracción del músculo cardiaco. La falta de potasio en el organismo puede alterar la función del riñón y provocar enfermedades cardiovasculares. Durante el tiempo que se ingiere los diuréticos es aconsejable compensar sus efectos con el consumo de alimentos ricos en potasio como frutas, verduras, legumbres o frutos secos.
Otro medicamento habitual en las personas mayores son los laxantes que combaten el estreñimiento. Los laxantes actúan en el intestino grueso y producen una disminución de la absorción de ciertos nutrientes, sobre todo de las sales minerales y vitaminas.
Asimismo, la diabetes y el colesterol son también patologías frecuentes en la tercera edad. Los fármacos que combaten estas afecciones, los hipolipemiantes (destinados a disminuir los índices altos del colesterol) y los antidiabéticos no deben administrarse junto a alimentos ricos en fibra como son las frutas ya que se disminuye sus efectos.
Por último, y aunque la enfermedad de Parkinson cada vez se diagnostica en gente más joven, es una patología que padecen una gran población de mayores. Su tratamiento, a través de medicamentos antiparkinsonianos, no debe tomarse junto a alimentos ricos en metionina como son carnes, pescados, huevos, frutos secos y legumbres.
Café ¿elixir o veneno?
Si hay una costumbre popular que comparten diversas culturas del mundo es una taza de café. Pero esta aromática bebida no ha gozado de una reputación saludable. Las personas mayores e hipertensas deben consultar la ingesta de está bebida. Sin embargo, el café administrado conjuntamente con el ácido acetilsalicídico o la morfina ayuda a conseguir unos efectos analgésicos más rápidos y eficaces. También es recomendable con los fármacos quimioterápicos ya que aumenta sus efectos.
En el caso de tomar descongestionantes se recomienda no beber café ya que la cafeína potencia el efecto hipertensor de este tipo de fármacos. Para aquellas personas que se estén tratando con medicamentos antiasmáticos o antianémicos deben evitar también el consumo de café. Asimismo, está terminantemente prohibido el café con fármacos psicolépticos (destinados a favorecer el sueño, relajación…) ya que la cafeína puede anular sus efectos hipnóticos y ansiolíticos.
«Mala» leche
¿Quién no piensa que un vaso de leche humeante es un «bálsamo resucitador» para cualquier enfermo?. La leche es una de las bebidas más habituales con las que se acompaña la ingesta de medicinas. Pero en muchos casos los lácteos y sus derivados combinados con ciertos fármacos pueden ser perjudiciales para la salud y disminuir sus efectos.
El ejemplo más común es el antibiótico, compuesto por el principio activo tetraciclina, que administrado conjuntamente con lácteos puede reducir de un 70% a un 80% la biodisponibilidad del fármaco y llegar anular sus efectos además de atacar el esmalte de los dientes. Por suerte este tipo de antibióticos, muy empleados entre los años 60 y 70, cada vez se recetan menos y ha sido sustituido por otros antibióticos que no producen los efectos anteriormente mencionados.
La leche disminuye el proceso de absorción de ciertos fármacos como los antiarrítmicos (para el corazón y la tensión) y los antineoplásicos y quimioterapéuticos (combaten patologías cancerígenas).
El único caso donde se aconseja tomar leche es junto a los fármacos inmunosupresores (para enfermedades nerviosas como la esquizofrenia…) ya que esta combinación aumenta el proceso de absorción del medicamento.
¿Vitaminarse?
Ciertas vitaminas, contenidas en los alimentos o como complejos vitamínicos, pueden ser perjudiciales para la absorción de ciertos medicamentos e incluso de ciertos órganos.
Existen estudios que indican que la vitamina C, utilizada para prevenir la gripe, puede ser negativa para el riñón. En un congreso reciente se ha analizado que la mezcla de los antihistamínicos con zumos de frutas reduce la absorción de estos antialérgicos.
Por el contrario, se aconseja tomar alimentos ricos en vitamina C para facilitar la absorción del hierro (en complejos vitamínicos) y con antiácidos ya que esta vitamina favorece su absorción.
Otra vitamina estudiada es la K (contenida en muchas verduras de hoja verde) su ingesta frecuente puede reducir o incluso anular los efectos de algunos anticoagulantes orales.
Alcohol
Los expertos desaconsejan cualquier bebida alcohólica cuando seguimos un tratamiento farmacológico. El alcohol puede tanto aumentar o disminuir los efectos de los medicamentos pero siempre de una forma negativa. Las personas que estén tomando ansiolíticos o psicolépticos (fármacos relajantes…) tienen prohibido beber alcohol ya que pueden producirse efectos secundarios como somnolencia… peligrosa si se conduce o se realiza cualquier trabajo manual.
¿Y una copita de vino en una comida especial? ¿no pasa nada? Para poder disfrutar tranquilo consulte a su médico o farmacéutico aunque evitarlo siempre es la mejor garantía de la eficacia del fármaco.
Advertencias sobre los medicamentos
– Fármacos que alteran algunos nutrientes:
Si está tomando…
FÁRMACOS | NUTRIENTES |
Diuréticos | Acelera la eliminación de potasio |
Laxantes | Disminuye la absorción de nutrientes |
Antiácidos (para problemas estomacales) | Disminuye la absorción de hierro, calcio y ácido fólico Aumenta la destrucción de la tiamina |
Analgésicos | Disminuye la absorción de ac. fólico |
Hipocolestorolémicos (para controlar el colesterol) | Disminuye la absorción de ac. fólico Vitaminas A y K |
Antibióticos | Disminuye la absorción del calcio Altera el metabolismo de las proteínas |
– Medicamentos que disminuyen el apetito:
- Anfetaminas
- Antibióticos
- Preparados digitalicos
– Medicamentos que estimulan el apetito:
- Antidepresivos
- Antihistamínicos
- Tranquilizantes
- Esteroides
– Medicamentos solitarios:
Existen medicamentos que son recomendables tomarlos solos ya que su efecto disminuye cuando se ingiere junto a las comidas:
- Antihistamínicos
- Antibióticos (tetraciclina, ampicilina, azitromicina, eritromicina)
- Antituberculosos
- Paracetamol
- Diuréticos
- Antineoplásicos (anticancerígenos)
- Antiasmáticos
- Picolépticos (para dormir, relajar…)
- Antidiabéticos
- Hipolipemiantes (para disminuir el colesterol)
- Antiparkinsonianos
– Medicamentos acompañados:
Se recomienda administrarlos con alimento ya que ingeridos solos pueden producir daños en el estómago como úlceras o hemorragias:
- Ácido acetilsalicidico (la famosa Aspirina)
- Antinflamatorios
Consejos para garantizar la eficacia de los fármacos
- Consultar a su médico o farmacéutico cuando se debe ingerir el medicamento así como si existen ciertos alimentos que pueden aumentar o disminuir los efectos del fármaco.
- Ante las siguientes especificaciones de la posología del fármaco:
- Fuera de las comidas: Se debe esperar alrededor de 2 horas desde la última ingesta de alimentos antes de tomar el medicamento.
- En ayunas: Nada más levantarse tomar el medicamento y pasado 1 hora desayunar.
- Antes de acostarse: Ingerir el medicamento al menos 1 hora después de haber cenado.
- Si debe polimedicarse no tome todos los fármacos al mismo tiempo. Espacie la ingesta de los medicamentos en diferentes horas (consultar médico o farmacéutico) para asegurar su eficacia y evitar reacciones adversas entre los diferentes medicamentos que deba tomar.