Más del 50% de las consultas en Atención Primaria están relacionadas con dolores primarios, según informó el Colegio de Médicos de Valencia durante las II Jornadas Nacionales de Dolor de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen)
El objetivo del encuentro fue actualizar los conocimientos de los especialistas. Los participantes pusieron de manifiesto la importancia de una “sólida formación” de los profesionales sanitarios en las consultas de Atención Primaria ante la “alta prevalencia” del dolor crónico en la población española.
Durante la intervención de apertura de la jornada, el presidente del Comité Científico de Semergen, Dr. Antonio Alcántara, destacó que en España el dolor “es la segunda causa de consulta en Atención Primaria” y que “más del 50% de ellas están relacionadas con el dolor crónico”.
Por tanto, señaló que los médicos de familia “son los primeros en diagnosticar y tratar las enfermedades que causan dolor, tanto agudo como crónico”. “De ahí la importancia de la formación continua para un abordaje correcto”, subrayó.
De hecho, “es precisamente en Atención Primaria donde el paciente consulta con más frecuencia sus problemas de dolor, debido a la proximidad y al carácter generalista de la misma”, agregó el presidente del comité organizador del encuentro, Dr. Pedro Ibor.
Ante esta situación, los especialistas en Medicina de Familia demandaron más formación, puesto que “tanto en el tratamiento farmacológico como en el no farmacológico se han experimentado importantes avances en los últimos años”.
Además, el Dr. Alcántara apuntó que en la actualidad “existe una infraevaluación e infratratamiento del dolor”, lo que relacionó con “las creencias erróneas, el fatalismo o la falta de formación o recursos” como algunos de los motivos para explicar este pensamiento generalizado.
Según este experto, dada la alta prevalencia del dolor crónico en la población general, “los profesionales de Atención Primaria se enfrentan a diario a este problema en un mayor número de pacientes” y, con ello, “van a tener que tomar decisiones relacionadas con su tratamiento en todas las vertientes, lo que hace patente la necesidad de adquirir una formación sólida en el área del dolor”.
Se trata de una experiencia que remarcó que “no solo resulta desagradable para el paciente, sino que también afecta a su entorno más cercano, como familiares, amigos, cuidadores”.
En la misma línea, el Dr. Ibor expresó su convencimiento de que la mejora de la formación de los profesionales sanitarios “es una de las inversiones fundamentales para lograr ser más eficientes y resolutivos en el tratamiento de pacientes con dolor”.