“En estos momentos de crisis, oscuridad y corrupción, las humanidades son una necesidad”. Así se expresa la periodista y escritora Marta Robles que será la presentadora del acto de entrega de Premios del VI Certamen Iberoamericano de las Artes de la Fundación de Protección Social de la OMC que se celebrará hoy en Madrid.
Madrid, 14 de noviembre de 2014 (medicosypacientes.com /T.A.)
En una entrevista para Médicos y Pacientes, Marta Robles, aborda, como escritora que ha publicado nueve libros, el papel de las humanidades que, precisamente, son las disciplinas que se reconocen en el VI Certamen Iberoamericano de las Artes. Y, además, opina, como experta en informaciones de salud y bienestar, sobre la sanidad en general, sobre del tratamiento informativo de los temas de salud, así como de la situación del periodismo y los medios de comunicación.
Este Certamen premia las humanidades. Como escritora ¿crees que en estos momentos de crisis económica las humanidades son una válvula de escape o una necesidad?
Una necesidad, si ninguna duda. Yo creo que las humanidades es dónde podemos encontrar de verdad los ideales, el faro y la guía para seguir adelante. Las humanidades son imprescindibles en cualquier momento, pero en estos momentos que vivimos de crisis, de oscuridad y de corrupción, son absolutamente básicas.
-¿Desde su experiencia en el suplemento “Salud” de La Razón, y su revista on line www.massbienestar.com, cuáles son los problemas que preocupan más a los ciudadanos?
Dentro del ámbito de la salud, hay un tema fundamental que nos preocupa a todos y que es la prevención porque creo que ya nos hemos dado cuenta de que todo lo que implica hábitos de vida saludables y un diagnóstico previo hace que podamos evitar tener enfermedades graves o incluso mortales. Por ello, hay que tener una serie de hábitos saludables que pasan, fundamentalmente, por una buena nutrición y por una vida no sedentaria. De esa manera, se alejan peligros como la obesidad, que no es solamente un problema estético, si no que tiene un gran riesgo para la salud porque las enfermedades cardiovasculares son, actualmente, unas de las principales causas de muerte.
-Como experta en sanidad desde hace tantos años, cómo ve la situación de la Sanidad en España?
Yo creo que en España tenemos un elenco de lujo en lo que a profesionales se refiere y considero que tanto la sanidad pública como la sanidad privada cuenta con unos profesionales que son dignos de admiración y reconocimiento en el mundo entero. Aunque tenemos que tener en cuenta que los recortes presupuestarios han hecho bastante daño y que hay a fallos en la gestión que requiere una mejora para que, simplemente, aprovechemos lo que tenemos que es mucho y no tienen nada que envidiar a la sanidad de los países del mundo desarrollado.
-Informar sobre temas relacionados con la salud requiere rigor y precisión. Los periodistas especializados ¿deberían tener una formación más específica?
Creo que un periodista, si es riguroso y trata el tema de salud como tiene que tratar cualquier otro tema, puede hacerlo impecablemente bien. Es imprescindible que se respeten las declaraciones de los profesionales de la medicina y, por supuesto, que no se interpreten. Es importante que cuando un periodista no entiende lo que le está explicando un profesional, tiene que pedir que lo aclarare y precise, siempre respetando las palabras del médico para, después, trasladarlas a los lectores, a los oyentes o espectadores para que les llegue lo que es y no lo que le periodista cree que es. Eso es lo más importante. Y también es necesario que para que el mensaje llegue a los ciudadanos, los médicos hagan un discurso más divulgativo y menos científico.
-En situaciones como la que hemos vivido recientemente de la crisis del Ébola ¿Como ha percibido el tratamiento informativo de los medios?
El tratamiento informativo de los medios con respecto al tema del Ébola tenía que ver menos con salud y más con política. Creo que se han mezclado muchísimos asuntos y eso ha generado incertidumbre por parte de los ciudadanos que no sabían a qué atenerse.
En mi opinión, ha habido una alarma desmedida y eso ha provocado miedo en la población. Además, desde algunos medios, se demandaban responsabilidades antes de centrarse en el problema y, aunque está bien pedir responsabilidades, en un tema de salud lo primero que hay que hacer es informar a la población para tranquilizarla.
No sé si por un exceso de celo o porque estamos viviendo un momento de excesiva tensión y de corrupción en nuestro país, se ha generado un cóctel en el que se ha mezclado la salud y la política en proporciones inadecuadas y el resultado es se ha dejado más de lado la importancia de la salud.
-Los médicos que son la profesión más valorada por los ciudadanos, sin embargo los periodistas estan en los últimos puestos del ránking ¿Cual puede ser la razón de esta situación?.
Los médicos son la profesión más valorada porque tienen nuestras vidas en sus manos y nuestras vidas no serían lo que son sin ellos. Cuando hay profesionales que tienen esa responsabilidad, que incide en lo más importante de las personas, que es su salud y su vida, es normal que sea la más valorada y más teniendo en cuenta que los médicos, en general, son profesionales enormemente vocacionales, con una gran entrega a sus pacientes y, más allá de que unos sean más simpáticos que otros, lo que tienen que ser es cercanos y, por supuesto, eficientes.
En cuanto a los periodistas, el principal problema es que, quizás, estamos demasiado cerca de los políticos. Yo siempre he considerado que le periodismo y la política tienen que estar una distancia prudente. Eso por una parte, y por otra está el hecho de que las empresas de comunicación se han marcado unas líneas editoriales férreas y parece como si los periodistas que trabajan en cada una de las empresas de comunicación tienen que llevar puesta la camiseta de esa línea editorial, de ese equipo o de ese partido y esa falta de independencia es lo que provoca una pérdida de credibilidad.
En resumen, creo que la cercanía al poder y el hecho de que se sepa quién es de aquí y quien es de allá, hace que estén bajo sospecha para los ciudadanos y que se valore menos a la profesión periodística.
¿Qué se puede hacer desde la profesión periodística para recuperar el prestigio que tenía, por ejemplo, en los años de la transición?
Creo que la mejor forma para conseguirlo es alejándonos de la política y manteniéndonos en nuestra independencia, algo que no es fácil teniendo en cuenta la situación del periodismo actualmente, pero es lo que se exige al periodismo desde siempre.
Me preguntaban recientemente cuál era la diferencia entre el periodismo y la literatura y yo decía que un periodista está obligado a contar la verdad, mientras que un novelista no. Son dos oficios completamente diferentes. En el ejercicio del periodismo tienes que contar siempre la verdad, lo que implica que, si en un momento determinado tienes que hablar o informar de personas cercanas, es más complicado. Yo recuerdo que en la Facultad de Ciencias de la Información, siempre me enseñaron que el periodismo tiene que estar en contra del poder, no a su lado. Pero ahora hay facciones de poder y cada una tiene sus adláteres periodistas que todos conocemos que se sienten en un programa de televisión, van a un programa de radio o hacen una tribuna periodística, y antes de saber lo que vamos a leer o vamos a escuchar, ya sabemos de qué va.
Por eso, considero que lo más importante para la profesión periodística es encontrar el equilibrio entre aceptar una línea editorial y trabajar con cierto grado de independencia, es decir, no estar atados a los medios en los que trabajan y que estos no marquen sus criterios. Ni los medios, ni los políticos.
-Los profesionales médicos tienen una gran consideración hacia sus maestros, hacia aquellos de quienes aprendieron. ¿Cuáles han sido sus maestros en el oficio de periodismo?.
Yo he tenido la suerte de tener al lado y aprender de grandísimos compañeros y amigos. De Iñaki Gabilondo, por el que siento admiración, respeto y cariño, aprendí, entre otras muchas cosas, que si vas a exigir a tu equipo que se prepare todos los temas, primero te los tienes que preparar tú. También he aprendido mucho de Natibel Preciado, gran trabajadora y luchadora y un modelo a seguir como persona honesta, fiel a sus ideales y a sus principios.
Luis de Olmo, Jesús Hermida, Pepe Oneto, Fermin Bocos, Pepe Navarro, Javier Rioyo,…seguro que me olvidaré de muchos más. De todos ellos, con los que trabajado a lo largo de mi carrera, he intentado recoger y aplicar sus enseñanzas, a bucear en la verdad, a indagar no solo el mundo de la información, sino también en el de la cultura. Creo de verdad que en el periodismo, hay profesionales muy comprometidos.
-Usted tiene más de catorce mil seguidores en Twitter ¿Cómo ves el papel que ejercen las redes sociales ahora en la comunicación?
Hay una frase de Iñaqui Gabilondo que yo he utilizado porque me parece muy buena. Decía hay muchísima información en la red pero que pasa lo mismo que en las inundaciones que hay mucha agua pero poca potable. El grave problema que tenemos ahora mismo con las redes es que todo el mundo cree que puede hablar de todo y, aunque por supuesto que tiene derecho a opinar, hay que tener claro que la opinión no es información y es preciso establecer esa línea determinante entre una cosa y la otra. A mí me fascinan las redes sociales, me fascina la comunicación con toda suerte de personas, me fascina la inmediatez, pero creo que tenemos que ir reacomodándonos, que nos queda bastante que aprender y camino por recorrer para encontrar el lugar prevalente para la información rigurosa y de interés.