Madrid, 7 de mayo de 2010 (medicosypacientes.com)
Aunque los genes de la talasemia están muy distribuidos por todo el mundo, se encuentran mayoritariamente en el litoral mediterráneo, gran parte de África, Oriente medio y Sudeste asiático. En este sentido, en nuestro país, el aumento de la inmigración procedente de China, Centroamérica, África del Norte y el África Subsahariana, donde la talasemia tiene una alta incidencia, está convirtiendo la enfermedad en un problema de salud pública.
Con el fin de llegar a todos los afectados y familiares, así como a la sociedad en general, ALHETA (Asociación Española de Lucha contra las Hemoglobinopatías y Talasemias) llevará cabo en torno al 8 de mayo, ?Día Internacional de las Talasemias, una campaña informativa sobre la enfermedad?, que tendrá lugar simultáneamente en diversas ciudades del país. El objetivo: sensibilizar a la población sobre la enfermedad, lograr un alto volumen de donaciones de sangre y que la sociedad sea consciente de la existencia de algunas personas que necesitan del altruismo de otras para sobrevivir.
Una vez diagnosticada la enfermedad, el tratamiento se establece en función del grado de la misma. Así, los portadores de talasemia menor no padecen problemas de salud, excepto en algunos casos una ligera anemia.
Por contra, los pacientes con talasemia mayor deben someterse a transfusiones periódicas, las cuáles provocan una sobrecarga de hierro que, de no ser tratada con un tratamiento farmacológico adecuado, puede provocar daños en órganos vitales como el hígado o el corazón.
Si se logra un equilibrio entre la enfermedad y su tratamiento, la calidad y esperanza de vida de los pacientes puede equipararse a la de una persona sin la enfermedad.