Los Colegios profesionales tienen otorgado un rol administrativo y social que forma parte importante de su razón de ser. Parte de dicho rol está sustentado en el mantenimiento de los registros profesionales, tal como reconoce, por otra parte la Ley de Ordenación de las Profesiones. Corresponde a las Administraciones sanitarias el establecimiento de los requisitos para la confección de dichos registros, sin embargo, y como lamenta el secretario general del Consejo General de Colegios de Médicos, Juan José Rodríguez Sendín, ?parece haber poca voluntad política para acelerar su desarrollo, del que llevamos pendientes desde hace varios años?
Madrid, 16 de julio 2008 (Redacción)
Los Colegios profesionales tienen otorgado un rol administrativo y social que forma una parte muy importante de su razón de ser, como quedó expuesto en el reciente seminario ?La Europa de las Profesiones?, enmarcado en los cursos de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), del que ya informó días atrás ?Médicosypacientes?.
Como representante de los Colegios de Médicos actuó el secretario general del Consejo General de Médicos, el doctor Juan José Rodríguez Sendín, quien, precisamente, se detuvo en ahondar sobre este rol administrativo y social atribuido a los colegios, y que en buena parte, como expuso, está sustentado en el mantenimiento de los registros profesionales, de los cuales dijo ?son el fundamento instrumental de la propia existencia del Colegio?.
No en vano, la Ley 44/2003, de 21 de noviembre, de ordenación de las profesiones sanitarias establece la necesidad de que tanto los Colegios profesionales, los Consejos autonómicos y los Consejos Generales cuenten con registros de profesionales sanitarios accesibles a los ciudadanos y a disposición de las Administraciones públicas, según los criterios generales y de requisitos mínimos que establecieran las propias Administraciones sanitarias. Requisitos que, precisamente, fueron establecidos por el Consejo Interterritorial el pasado 14 de marzo de 2007.
Según recordó el secretario del Consejo General de Médicos, la inscripción de nombre y firma son los elementos esenciales del registro y también del sistema de la garantía social que realiza la entidad colegial. Sin embargo, como lamenta el doctor Rodríguez Sendín, ?no parece que los registros constituyan una prioridad para las Administraciones, porque llevamos pendientes del proceso de elaboración desde varios años y no vemos que se acelere?.
Por tanto, y tal como ha señalado, ?si no tenemos los registros y no tenemos registrados a todos los médicos que hay en España, es imposible controlar ni la buena práctica ni las condiciones mínimas para poder ejercer como médicos en este país?.
Desconocimiento de especialistas
Cuando se habla de la elaboración de registros, de lo que se trata es de recopilar una serie de datos en torno al profesional como, por ejemplo, que se avale que tiene la titulación para poder ejercer, la especialidad que posee y el lugar donde trabaja, entre los principales datos.
Sin embargo, como explicó Rodríguez Sendín, ?de momento, no es obligatorio registrar los títulos; aunque tengamos constancia del profesional en sí no tenemos por qué conocer más que su título de licenciado en Medicina, lo cual impide que sepamos a qué especialidad corresponde?.
Lo que al respecto propone este representante colegial con el fin de que de una vez por todas se tengan datos sobre los médicos que ejercen en cada especialidad es que ?o bien se ponga en marcha el registro que conllevaría obligatoriamente la anotación de la especialidad o bien que se crucen los datos de nuestros colegiados con los títulos de que dispone el Ministerio de Educación?, lo cual, a su criterio, aportaría una aproximación muy ajustada a la realidad de hoy de cómo están distribuidos los profesionales por especialidades?.
Sin embargo, y como reprocha Rodríguez Sendín, ?esto no se ha hecho pese a nuestra insistencia, y la conclusión a la que llegamos es que parece que no hay voluntad decidida ni a hacerlo ni a conocer la realidad al respecto?.
Ello, como concluye, podría tener mucho que ver con lo que puede ser ?un buen, regular o pésimo gobierno de los recursos humanos. No se sabe muy bien por qué necesitamos tantos médicos, hay una clarísima mala distribución de los mismos y se está observando una caída de la eficiencia año tras año, sobre todo a nivel hospitalario. Por tanto, algo está fallando?.