El reto actual ahora es lograr encontrar cura a todas las enfermedades de la sangre y si no, poder cronificarlas y definir los mecanismos celulares responsables de su aparición. En este campo, la terapia génica puede jugar un papel decisivo y convertirse en la solución definitiva de muchas enfermedades congénitas surgidas por falta de ciertas encimas que causan trastornos en los glóbulos rojos
Madrid, 5 de febrero 2010 (medicosypacientes.com)
Las nuevas tecnologías de diagnóstico y la automatización de los análisis de sangre, que han agilizado el proceso y reducido el número de profesionales necesarios para realizarlos, son «los avances más significativos» realizados en el campo de la Hematología en las últimas dos décadas, unas innovaciones que han conseguido que, en la actualidad, «se curan la mitad de las leucemias agudas, cuando hace 50 años no se curaba prácticamente nadie».
El profesor Evaristo Feliú, presidente de la Sociedad Española de Hematología y Hematoterapia (SEHH) y coordinador, junto a los doctores José Luis Navarro, Jordi Sierra y Miquel Rutllant, han elaborado un libro sobre la historia de la SEHH con el que se conmemora en 2010 el 50 aniversario del nacimiento de esta sociedad.
Según explicó Feliú, catedrático de Hematología de la Universidad Autónoma de Barcelona y director académico del Instituto Catalán de Oncología (ICO), «hace 50 años se necesitaban unas 10 personas para analizar 100 muestras de sangre y ahora, con cinco profesionales, se pueden analizar unas 100.000 gracias a la automatización conseguida en sólo dos décadas».
A este progreso han contribuido también «las nuevas técnicas de diagnóstico, cada vez más precisas», en las que se emplean ya «las últimas tecnologías citogenéticas y biomoleculares, además de los inmunofenotipos que permiten marcar células normales o malignas con anticuerpos monoclonales, facilitando el diagnóstico».
Dice que el diagnóstico de ciertas enfermedades de la sangre, como la anemia ferropática, «es fácil», pero que el diagnóstico de la leucemia «es más complicado». No obstante, asegura que son «impresionantes» los progresos en leucemia, sobre todo la infantil, logrados en los últimos 50 años, gracias al mejor conocimiento que se tiene ahora de «los mecanismos íntimos por los que aparece esta enfermedad».
En concreto, resaltó que, en la leucemia mieloide crónica, «antes la supervivencia estaba en tres años y prácticamente todos los pacientes morían». «Ahora los nuevos fármacos prolongan mucho más la supervivencia y en el futuro, podremos curarlo», aseveró.
Destacó también los «grandes progresos» realizados en la lucha contra la leucemia linfoblástica infantil que, «con factores de buen pronóstico, tiene un porcentaje de curaciones del 80 por ciento en los niños, entre un 40 y un 45 por ciento en los adultos».
Asimismo, apuntó como otro de los ejemplos, «los avances son espectaculares en leucemia aguda promieliocítica, con curaciones en el 80 por ciento de los casos».
«Los hallazgos en investigación de los últimos años han llevado a que las farmacéuticas diseñen fármacos contra dianas específicas dentro de las células malignas que pueden atacarlas con precisión y respetando las células sanas», destacó el profesor Feliù, recordando que los medicamentos clásicos «arrasaban la médula ósea lo bueno y lo malo».
En este contexto, destaca el papel de los expertos de Sociedad Española de Hematología y Hematoterapia, «quienes han trabajado a nivel nacional y en grupos internacionales, tanto de Europa como de Estados Unidos, considerados muy potentes, coordinándose entre sí dentro de las mismas investigaciones y con protocolos conjuntos de diagnóstico y tratamiento».
A juicio de Feliù, el reto ahora es «lograr curar todas las enfermedades de la sangre y si no, poder cronificarlas y definir los mecanismos celulares responsables de su aparición». En este campo, asegura, la terapia génica puede jugar un papel decisivo y convertirse «en la solución definitiva de muchas enfermedades congénitas surgidas por falta de ciertas encimas que causan trastornos en los glóbulos rojos».
Sin embargo, según cuenta, este año el objetivo de la SEHH será «hacer comprender a los gestores sanitarios la naturaleza de la especialidad en Hematología, muchas veces practicada por otros profesionales, como los de Medicina Interna o bioquímicos, que no pueden ocuparse como un hematólogo lo haría de este tipo de pacientes». «La Hematología no se puede dejar en manos de otros profesionales, ya que su especial naturaleza necesita la combinación de clínica y laboratorio, no se puede hacer de forma fraccional», concluyó.