Los accidentes de tráfico cuestan a cada país entre el 1 y 3 por ciento de su producto interior bruto (PIB) según se destaca en un reciente informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS). En el documento se indica que cada año se pierden casi 1,24 millones de vidas a consecuencia de los accidentes de tráfico, y entre 20 y 50 millones de personas sufren traumatismos no mortales, que, en muchas ocasiones, se convierten en alguna forma de discapacidad
Madrid, 21 de octubre 2015 (medicosypacientes.com)
«Estas muertes por accidentes de tráfico tienen un coste inaceptable, sobre todo en los países con menos ingresos», ha asegurado la directora general de este organismo de Naciones Unidas, Margaret Chan, con motivo de la presentación de su informe 2015 sobre la situación mundial de la seguridad vial.
Aunque el número de vehículos sigue aumentando en todo el mundo, las muertes por tráfico se están estabilizando e incluso hay 79 países que han reducido su cifra total de muertes. En cambio, en 68 países hay más muertes que en años anteriores.
Los que han tenido más éxito en la reducción de muertes por tráfico son aquellos que han mejorado su legislación sobre seguridad vial y han mejorado la seguridad de carreteras y vehículos.
Así, en los últimos tres años un total de 17 países han introducido leyes para mejorar el uso de los cinturones de seguridad, cascos de moto o sistemas de retención infantil, y perseguir la conducción bajo los efectos del alcohol o a una velocidad superior a la permitida.
«Estamos yendo en la dirección correcta», añade Chan, ya que «el informe muestra que las estrategias de seguridad vial están salvando vidas, aunque a un ritmo demasiado lento».
El informe revela que el riesgo de morir en un accidente de tráfico sigue siendo desigual entre unos países y otros, con una «gran brecha» entre países de ingresos altos y los más pobres, que registran el 90 por ciento de todos los fallecimientos a nivel global a pesar de tener sólo el 54 por ciento de los vehículos que hay en el mundo.
Europa, y en particular los países más ricos de este continente, presentan las tasas de mortalidad más bajas, mientras que África es la región con las cifras más altas.
Entre otros aspectos, el informe muestra como actualmente un total de 105 países tienen leyes para obligar a todos los ocupantes del vehículo a llevar el cinturón de seguridad, y 47 países establecen que en vías urbanas la velocidad no puede superar los 50 kilómetros/hora.
Asimismo, 34 países tienen una buena regulación para prohibir la conducción bajo los efectos del alcohol, cifrando un límite máximo de 0,05 gramos de alcohol por decilitro de sangre (g/dl), y 0,2 g/dl en el caso de los jóvenes o nuevos conductores.
En 44 países es obligatorio que todas las personas que viajen en moto (tanto conductores como acompañantes) vayan con casco, con independencia del tipo de carretera o motor del vehículo; y en 53 países hay una ley que regula los sistemas de retención infantil en función de la edad y la altura de los niños.
De hecho, recuerda la OMS, los motociclistas son particularmente vulnerables ya que representan el 23 por ciento de todas las muertes por accidentes de tráfico y en muchas regiones el problema es cada vez mayo. En América, por ejemplo, han pasado del 15 al 20 por ciento de todas las muertes por tráfico en apenas tres años, de 2010 a 2013.
Los peatones y ciclistas también se encuentran entre los grupos más desprotegidos, y representan el 22 y el 4 por ciento de las muertes mundiales por tráfico, respectivamente.
Además, el informe también encontró que algunos vehículos que se venden en el 80 por ciento de todos los países del mundo no cumplen las normas básicas de seguridad, especialmente en los países de menos ingresos, donde representan casi la mitad de los 67 millones de turismos nuevos en 2014.
El informe sobre la situación mundial de la seguridad vial 2015, lo que refleja la información de 180 países, indica que en todo el mundo el número total de muertes por el tránsito se ha estancado en 1,25 millones de dólares por año, con las tasas de mortalidad de tráfico más altas en los países de bajos ingresos. En los últimos tres años, 17 países se han alineado al menos uno de sus leyes con las mejores prácticas sobre los cinturones de seguridad, el alcohol al volante, la velocidad, los cascos de motocicleta o sistemas de retención infantil. Si bien se ha avanzado en la mejora de la legislación de seguridad vial y en la fabricación de vehículos más seguros, el informe muestra que el ritmo del cambio es demasiado lento. Se necesitan medidas urgentes para lograr el ambicioso objetivo de la seguridad vial se refleja en la recién adoptada 2030 Agenda para el Desarrollo Sostenible: reducir a la mitad el número mundial de muertes y lesiones por accidentes de tráfico para el año 2020. Hecho posible gracias a la financiación de Bloomberg Philanthropies, este informe es la tercero de la serie, y proporciona una instantánea de la situación de la seguridad vial a nivel mundial, poniendo de relieve las deficiencias y las medidas necesarias para el mejor progreso en coche.
Se adjunta Informe OMS en PDF.