Desde la Asociación Española de Pediatría se considera que la infancia y adolescencia constituye un grupo muy vulnerable de nuestra sociedad, por lo que se demanda una reglamentación que elimine el tabaquismo en los establecimientos hoteleros y de restauración, asegurando un ambiente libre de humos para la sociedad
Madrid, 28 de enero de 2010 (medicosypacientes.com)
La Asociación Española de Pedatría de Atención Primaria (AEPap) recuerda que el tabaquismo pasivo o la exposición al humo ambiental del tabaco puede producir enfermedades en aquellas personas, que sin ser fumadoras, conviven con otras que sí lo son.
En este sentido, ?como pediatras que atendemos a la infancia y adolescencia, que constituye un grupo muy vulnerable de nuestra sociedad, apoyamos firmemente una reglamentación que elimine el tabaquismo en los establecimientos hoteleros y de restauración, asegurando un ambiente libre de humos para nuestra sociedad?, tal y como ha señalado el doctor Manuel Praena, responsable del Grupo de Vías Respiratorias de la AEPap.
Consecuencias de tabaquismo pasivo
Se ha estimado que el riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante es tres veces superior en hijos de madres fumadoras durante la gestación frente a los de no fumadoras. Además, se ha observado que la exposición intraútero al tabaquismo de la gestante puede afectar a la función pulmonar del niño tras el nacimiento, y que puede persistir hasta la edad adulta, como han demostrado los estudios de Fernando Martinez en Tucson, con seguimiento de una cohorte desde el nacimiento hasta los 26 años de edad. Se ha comprobado que los fetos de mujeres fumadoras pasivas están expuestos a una cantidad equiparable a los de fumadoras activas de un consumo medio de 4-6 cigarrillos/día.
En este sentido, se ha comprobado que aspirar la nicotina y alguna de las más de 4.000 sustancias químicas activas que hay en el humo de cada cigarrillo, provoca un aumento de las enfermedades respiratorias, incrementa las infecciones de los oídos y el riesgo de muerte súbita en los bebés, y predispone a sufrir un cáncer cuando ese niño llega a la madurez. Se ha comprobado que los niños de padres y madres que fuman, inhalan nicotina en cantidad equivalente a un tabaquismo activo de 60-150 cigarrillos por año.
En un trabajo realizado por el doctor Alfredo Cano en Valladolid, se concluye que la exposición prenatal al tabaco es el principal factor de riesgo modificable para la aparición de sibilantes en los primeros 3 años. Por último, otro trabajo realizado en Tenerife por la doctora Gloria Suárez, determina que la exposición al humo del tabaco pasivo origina reducción de la función pulmonar en adolescentes.
En otro estudio realizado entre otros autores por la doctora Nuria García Sánchez, en Zaragoza, se comprobó que uno de cada 2 menores está expuesto al humo de tabaco en el hogar. Se observó, además, que los riesgos son mayores cuanto menor es la edad y mayor el número de cigarrillos. Entre los factores que influyen se detectó que es el hábito tabáquico de la madre el más destacable.
Situación actual
Actualmente, existe una gran cantidad de familias que han eliminado el tabaquismo en sus hogares, pero cuando acuden a establecimientos de hostelería, no tienen un ambiente libre de tabaco, porque prevalece el derecho a fumar sobre cualquier otra consideración. Además, ?no se tienen en cuenta los derechos de los trabajadores de la hostelería a tener un ambiente libre de contaminantes. La asistencia de las familias a lugares públicos, por tanto, se ve limitada o bien perjudicada por el tabaquismo si acude a ellos?, concluye el pediatra de Atención Primaria.
En cuanto a la situación en los adolescentes, según el doctor José Galbe Sánchez-Ventura del Grupo PrevInfad / PAPPS, en España ha aumentado progresivamente tanto el consumo experimental como regular de tabaco, ha disminuido la edad de inicio de consumo y ha disminuido la percepción del riesgo con la edad. La actitud de los adolescentes ante el tabaquismo puede ser modificada con programas y actividades comunitarias y escolares de prevención. Se debe tener en cuenta que las políticas legislativas son un elemento importante de regulación de conductas y de protección del tabaquismo pasivo.
Tipos de humo ambiental
Sin embargo, ?hay que informar a la opinión pública que el tabaquismo no es sólo decisión de la persona que enciende un cigarrillo, sino que repercute en otras que intervienen como fumadoras pasivas?, señala el doctor Praena.
La inhalación de humo ambiental tiene dos orígenes: humo de segunda mano (o Humo Principal Exhalado), y Humo Lateral. El humo de segunda mano es el humo expirado por el fumador, mientras que el humo lateral es la corriente de humo que se desprende del cigarro encendido. La mayor parte del humo en una habitación es el producido por la corriente de humo lateral, que tiene 2 ó 3 veces más productos químicos dañinos que el humo de segunda mano, porque no pasa por el filtro del cigarrillo (ni los pulmones de quien fuma). Algunos de estos componentes como el cadmio ?un agente que se sabe que causa cáncer de pulmón en personas y animales? se encuentra en concentración seis veces superior en la corriente de humo secundaria.
El tabaco como negocio
Las personas que se oponen a esto señalan el perjuicio económico que puede originar entre los empresarios del sector. El tabaco es de los pocos productos cuyos fabricantes se ocupan de señalar su importancia en el mercado laboral mundial antes que sus virtudes comerciales. Más de 150.000.000 de puestos de trabajo dependen de esta industria, superando a las poblaciones de España y Francia juntas. El tabaco es el cultivo no alimentario más difundido en el mundo y hay grandes intereses comerciales al respecto, como se insiste desde esta Sociedad Científica.