Las estrategias de gestión integrada no pueden lograrse si no existe una atención primaria potente. Así lo han entendido países como Canadá, Australia, Holanda o Reino Unido que han decidido desarrollar actuaciones orientadas al fortalecimiento del primer nivel asistencial, tal como se puso de manifiesto en la clausura del VII Congreso Nacional de Atención Sanitaria al Paciente Crónico impulsado por las Sociedades Científicas SEMI y semFYC
Valladolid, 10 de marzo 2015 (medicosypacientes.com)
El patrón epidemiológico mundial ha cambiado considerablemente en las últimas décadas debido al incremento de la población mayor de 65 años y de las enfermedades crónicas. En el caso concreto de España, el 80% de las consultas de atención primaria y el 60% de los ingresos hospitalarios se deben a estas patologías, lo que genera un gasto sanitario estimado cercano al 75% del total. “Desgraciadamente, esto no ha traído consigo la necesaria adaptación de la organización y gestión de los servicios de salud”, según explicó el doctor Luis Inglada, presidente del Comité Científico del recién clausurado VII Congreso Nacional de Atención Sanitaria al Paciente Crónico, impulsado por la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) y la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), en colaboración con la Junta de Castilla y León.
Las estrategias de intervención que se están poniendo en marcha en muchos países de nuestro entorno con el objetivo de optimizar la atención al paciente crónico fue uno de los aspectos analizados en dicho Congreso. En líneas generales, como expuso Inglada, todas ellas “van encaminadas a la promoción de hábitos y estilos de vida saludables; la prevención y detección precoz de factores de riesgo; la integración asistencial de la atención primaria con el ámbito hospitalario; la coordinación con los servicios sociales; y la información y apoyo a los pacientes para favorecer su autocuidado”, señala el experto. En este contexto, países como Canadá, Australia, Holanda o Reino Unido han concluido que “las estrategias de gestión integrada no pueden lograrse si no existe una atención primaria potente, lo que les ha llevado a desarrollar actuaciones orientadas al fortalecimiento del primer nivel asistencial, como la disminución del ratio de población por médico de familia”.
Desde el punto de vista organizativo, el doctor Daniel Araúzo, presidente del Comité Organizador, expuso las distintas experiencias de integración que se están dando en el ámbito internacional. Así, por ejemplo, modelos como el Kaiser Permanente o el Chronic Care Model “ponen la atención y organización de los servicios de salud a cargo de entidades asociativas de médicos con una cultura de colaboración y un liderazgo efectivo, que desarrollan su trabajo mediante guías y tecnología de la información”, explica. Por otro lado, la experiencia de Torbay, en Reino Unido, “se basa en la atención de las personas ancianas mediante la coordinación sociosanitaria y sus resultados muestran una reducción de las estancias hospitalarias”. Otro grupo de experiencias “se basa en el diseño de un plan de cuidados que identifica las necesidades del paciente y en la coordinación entre organizaciones para dar la atención requerida en dicho plan”.
Por su parte, el presidente de la II Conferencia Nacional del Paciente Activo, Siro Lleras, destacó como principal conclusión que “la participación activa de los pacientes es un elemento clave del cambio asistencial en alianza con el resto de profesionales”.
Según este experto, las organizaciones sanitarias “deben tomar medidas más eficientes para garantizar, e incluso mejorar, la calidad asistencial”. Es por ello que la atención a los pacientes crónicos “constituye una prioridad en las políticas sanitarias”.
En esta línea, las administraciones “vienen poniendo en marcha estrategias específicas que no solo deben tener en cuenta un punto de vista clínico, sino que también han de fijarse en la organización y gestión de los servicios sanitarios, con acciones orientadas a la población, implementadas siempre en coordinación con los profesionales de Salud Pública (promoción de la salud, prevención de factores de riesgo, detección precoz de patologías, etc.), y a la propia atención del paciente crónico (calidad asistencial, alianzas con los servicios sociales e implicación de los cuidadores y familias y asociaciones de pacientes)”, según señaló.
Aplicaciones móviles y TIC
Sobre la proliferación de aplicaciones móviles y tecnologías de la comunicación e información (TIC) y su influencia en la comunicación entre profesionales y pacientes habló el doctor Domingo Orozco, coordinador científico de la Estrategia para el Abordaje de la Cronicidad en el Sistema Nacional de Salud (SNS) y presidente de la Comisión Nacional de la Especialidad de Medicina de Familia.
Orozco se mostró convencido de que “es importante facilitar la utilización de estas herramientas en personas mayores”. Los servicios de salud “deben integrar estos sistemas cuanto antes”. Tal es el caso de la historia clínica electrónica única, que “nos permitiría disponer de una plataforma de registro muy útil para el abordaje de la cronicidad”. Las TIC “nos permiten compartir más información con el paciente y, por tanto, saber mejor su estado evolutivo, lo que también facilita que éste sea más autónomo”, concluyó el experto.