Un experto ve recomendable que los profesionales de la salud se formen en habilidades emocionales con el fin de gestionar tanto las suyas como las de los pacientes durante la consulta
Madrid, 23 de julio 2008 (Europa Press)
Antes de iniciarse la comunicación con el paciente puede resultar fundamental para el médico «gestionar las propias emociones, ya que es difícil hacer una buena comunicación con el enfermo desde la rabia y la angustia». Así lo piensa el profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP) José Luis Bimbela Piedrola. Según este especialista, «las emociones, igual que la gripe, se contagian», motivo por el que recomienda que todo profesional sanitario «sienta primero una emoción que resulte positiva para el paciente?.
El psicólogo Biembela que ha participado en el curso ‘Habilidades de comunicación en la práctica médica’ de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA), cree necesario que los profesionales de la salud tengan «una formación en habilidades emocionales que les permitan gestionar sus propias emociones y las de los pacientes». Así, respaldó el uso de este tipo de estrategias, «en un primer nivel» y previas a la intervención de los psicólogos.
En este sentido, considera que es perfectamente compatible que los profesionales socio-sanitarios actúen complementariamente con los psicólogos, si bien previa incorporación de toda una serie de aptitudes en la gestión de sus emociones y las del paciente, al objeto de facilitar la intervención en un segundo nivel.
De tal forma, reitera su apuesta por la actuación conjunta de todos los profesionales de la salud, «ya que, frente a la trampa de la disyuntiva», se debe apostar «por el poder de la copulativa», declaró.
En cuanto al ámbito académico de esta propuesta, afirmó que «la comunicación es tecnología punta», por lo que «las habilidades generales de comunicación es algo que debe estar en todas las carreras», opinó. Por ello, enjuició que la educación española se encuentra actualmente «retrasada» en este ámbito.