En Valencia se vacunará a las adolescentes de 14 años, mientras en Cataluña, la idea es hacerlo en la población infantil femenina comprendida entre los 11 y 12 años
Madrid, 28 de julio 2008 (Redacción /Europa Press)
Comunidades autónomas como la Valenciana o Cataluña preparan sus calendarios de vacunación para incluir en ellos la vacuna contra el virus del papiloma humano, causante del cáncer de cuello de útero. La vacuna, que tiene un precio en mercado de unos 150 euros la dosis, y que mantiene la protección durante cinco y seis años, podría tener tiene una eficacia profiláctica además de frente al VPH, también en el caso de las verrugas genitales.
El Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud acordó en octubre de 2007 la inclusión de la vacuna contra el VPH, causante de la mayoría de las lesiones relacionadas con el cáncer del cuello del útero, dentro del calendario de vacunaciones de las comunidades. Esta vacunación ya se ha aprobado en 15 países de la Unión Europea (UE) y en 57 de todo el mundo.
Desde la Generalitat Valenciana, según se explicó, se tiene previsto vacunar a cerca de 25.000 niñas de 14 años, edad que la administración valenciana considera más efectiva para el buen éxito del tratamiento, justo antes del inicio de las relaciones sexuales. Para ello, el gobierno autonómico destinará 7,5 millones de euros a la adquisición de 75.000 dosis, afirmaron.
El consejero de Sanidad, Manuel Cervera, afirmó que «esta introducción de la vacuna en el calendario sistemático supone cumplir uno de los principales objetivos del Consejo en materia sanitaria».
Cervera también indicó que «la Comunidad ha sido la principal valedora ante el Ministerio de Sanidad de la exigencia de un calendario vacunal homogéneo para todas las autonomías» y dijo que de este modo se aseguraría una dispensación «verdaderamente eficaz» en la prevención el cáncer de cuello de útero.
Sólo en la región valenciana esta enfermedad representa el 8,9 por ciento de los tumores malignos en mujeres y el 5,8 por ciento de las muertes por cáncer femenino, aunque al respecto, el consejero de Sanidad recordó que el control ginecológico, la realización periódica de citologías y la educación sexual «son, junto a la vacuna, herramientas esenciales para intentar evitar este tipo de cáncer».
Cataluña, en el último trimestre
Mientras, la Consejería de Salud de Cataluña iniciará en el último trimestre de este año, dicha vacunación a niñas de entre 11 y 12 años, según ha confirmado su consejera, Marina Geli. Está previsto que la vacuna contra el VPH se ponga en el ámbito escolar durante el curso 2008-09, en tres dosis, junto a la de la hepatitis A y B. Se calcula que se beneficiarán de ella un total de 31.643 niñas y, para ello, la Administración catalana prevé una inversión de alrededor 10 millones de euros. Según ha explicado el director de Salud Pública, Antoni Plasència, ?se ha optado por la edad de 11 y 12 años para garantizar protección antes del inicio de las relaciones sexuales y por administrarla en la escuela al ser «el entorno de la escuela se puede garantizar las más altas coberturas y equidad».
En Cataluña se registran, anualmente, 256 nuevos casos de cáncer de cérvix aproximadamente un 3 por ciento de los tumores en mujeres, siendo víctimas de ellos alrededor de 90 mujeres.
Plasència explicó que la vacunación contra el VPH se enmarca en una estrategia preventiva global, en la que ésta forma parte de la prevención primaria, junto con los cribados que configuran la prevención secundaria.
La consejera Geli si bien la considera muy importante para la prevención del cáncer de cuello de útero, remarcó que es complementaria a los cribados, al igual que así lo expuso su director de Salud Pública, quien insistió en que esta vacunación no puede sustituir la prevención secundaria mediante las citologías periódicas, que serán necesarias también en las niñas vacunadas.
«La vacunación tiene que verse como complementaria y progresiva», tal como indicó Plasència, quien, de paso, advirtió que las vacunas actuales no cubren todos los tipos de VPH oncógenos. Las vacunas son efectivas para prevenir la infección por los dos tipos principales de VPH oncógenos, que son responsables de aproximadamente el 70 por ciento de casos de la enfermedad.
El 30 por ciento restante de casos está producido por tipos no incluidos en la vacuna, para los cuales no es efectiva; pese a ello ha demostrado un cierto grado de protección frente a virus no incluidos en las vacunas.
Plasència comentó que son vacunas «profilácticas, que no curan» y que ?sólo tiene sentido administrar a niñas que no han entrado en contacto con el virus, a través de relaciones sexuales, por lo que se administra antes de mantenerlas?.