Madrid, 16 de junio de 2009 (medicosypacientes.com)
Uno de los grandes retos, no solo de la Reumatología sino de la Medicina en general, es la reparación del cartílago, ya que en la actualidad con los medicamentos y técnicas quirúrgicas disponibles, se produce un tejido que no soporta las presiones ni rozamientos a las que esta sometida la articulación e inevitablemente el tejido de reparación se acaba desprendiendo y perdiendo. Sin embargo, estudios realizados por reumatólogos españoles, arrojan grandes expectativas en este campo.
Uno de estos estudios es el realizado por S. Díaz, I. Fuentes y F. de Toro, de la Universidad de A Coruña, y E. Muiños, C. Cicone, F. Galdo y F. J. Blanco, del Complejo Hospitalario Universitario A Coruña: Evaluación del potencial condrogénico de células aisladas de membranas amnióticas humanas, el cual se ha presentado en el Congreso EULAR (Liga Europea contra las enfermedades Reumáticas) 2009, el más importante que se celebra en Europa en el ámbito de la Reumatología y que acaba de tener lugar en Copenhague (Dinamarca).
?El objetivo de este estudio -ha explicado el Dr. Francisco J. Blanco- se enmarca dentro de otro objetivo mas amplio que consiste en buscar diferentes fuentes de células madre mesenquimales adultas, con capacidad para diferenciarse a condrocitos. Dentro de esta línea, hemos buscado células con capacidad condrogénica en distintos tejidos: en el músculo-esquelético, en la médula ósea, en el cordón umbilical, en la membrana sinovial y también en la membrana amniótica. En esta última hemos encontrado un tipo de célula madre que tiene esta propiedad, se diferencia hacia condrocitos?.
El beneficio de este proyecto radica en que hemos encontrado una nueva fuente de células madre, la membrana amniótica, de relativamente fácil acceso, para obtener, aislar y, en un futuro, poder utilizar estas células como terapia celular para reparar las lesiones del cartílago en los pacientes.
Además, ha añadido el Dr. Blanco, otra de las ventajas de estas células madre es que como no proceden del propio paciente se evita una intervención quirúrgica y se simplifica el proceso de obtención e implante celular.
Aunque aún no se ha iniciado el ensayo clínico previo y necesario para que esta técnica llegue a la práctica clínica habitual, el Dr. Blanco ha afirmado que en un plazo de, aproximadamente, cinco años, esta técnica podría estar disponible para los pacientes.
Una de las enfermedades más beneficiadas por este hallazgo sería la artrosis, una patología en la que se destruye el cartílago por una sobrecarga de presión o por factores bioquímicos que provocan su alteración. Ambas situaciones producen inicialmente fisuras en la superficie del cartílago y posteriormente una pérdida progresiva de dicho tejido. Este hecho puede provocar dolor articular, limitación de los movimientos, crujidos y, ocasionalmente, derrame articular, rigidez y deformidad articular. La artrosis de rodilla, mano o columna afecta en la actualidad a cerca del 17% de la población española, lo que se traduce, en la actualidad, en casi 8 millones de pacientes.