Las fuertes lluvias sufridas en toda la Península en los últimos meses propiciarán unos mayores niveles de polen de gramíneas en los meses de mayo y junio. Los expertos alertan de que para prevenir las agudizaciones de la sintomatología, los pacientes no deben olvidar su tratamiento, que deben iniciar a primeros de abril
Madrid, 17 de febrero 2009 (medicosypacientes.com)
La temporada de alergia se prevé muy intensa para esta primavera, según explicó el presidente del Comité de Aerobiología de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), Javier Subiza.
En este sentido, el doctor Subiza explicó que la pluviosidad es el principal factor que condiciona la polinización de gramíneas, que generalmente se inicia a mediados de mayo. Por ello, y teniendo en cuenta que en la Comunidad de Madrid se han recogido 207 litros por metro cuadrado entre octubre y enero -casi el doble que en el mismo periodo del año anterior-, se estima que la concentración de gramíneas en el centro peninsular supere los 5.000 granos por metro cúbico de aire.
Esto es «especialmente significativo», advirtió, ya que la concentración durante la primavera de 2008 fue de unos 4.075 granos, por lo que la temporada de alergia será «mucho más intensa» en la zona centro -Castilla-La Mancha, Comunidad de Madrid, Extremadura, y parte de Andalucía y Castilla y León- donde las gramíneas tienen una incidencia más alta.
Por su parte, en el norte peninsular, donde las concentraciones de este polen son más bajas que en la ‘España seca’ y la incidencia de las alergias está más condicionada por las temperaturas que por las lluvias, «la prevalencia no variará mucho pero los síntomas no serán tan intensos», aseguró Subiza.
Según este experto, la llegada prematura del verano y unas temperaturas extremas podrían suavizar los niveles de gramíneas, que de no bajar «repercutirán de forma negativa en la frecuencia y en la intensidad de las alergias» a este polen -que padece un 20 por ciento de la población en estas regiones-, de modo que habrá pacientes que volverán a presentar síntomas leves en nariz y ojos «a pesar de que en años anteriores no hubieran notado nada».
Asimismo, en los casos más intensos la incidencia de la alergia puede afectar a los bronquios reactivando la incidencia de rinoconjuntivitis y asma y provocando un aumento de las urgencias hospitalarias por ambas patologías, advirtió Subiza. De hecho, estudios han demostrado una relación entre el aumento de la asistencia en los hospitales por asma durante los meses de mayo y junio cuando se produjeron concentraciones de gramíneas superiores a los 5.000 granos.
No olvidar el tratamiento
Ante esta situación, el doctor Subiza pide a estos pacientes que «este año, sin falta, no pueden olvidar su medicación». Para prevenir las agudizaciones de la sintomatología, los pacientes con alergia cuentan una vacuna específica y con un tratamiento con corticoides inhalados, que deben iniciar a primeros de abril.
Por este motivo, y dado que la incidencia va a ser alta, este experto insistió en la necesidad de comenzar a avisar a los pacientes para que este año estén «atentos» e inicien el tratamiento cuando se lo indique su especialista. «Con empezar el tratamiento con inhaladores unos 15 días antes de que comience la primavera puede ser suficiente para que los síntomas no sean graves y evitar el asma», advirtiendo de que casi la mitad (37 por ciento) de los alérgicos a este polen lo padecen.