El presidente de la Sociedad Española de Electromedicina e Ingeniería Clínica (SEEIC), Jesús Lucinio Manzanares, considera que "la obsolescencia de la alta tecnología sanitaria en los centros sanitarios españoles ha alcanzado niveles alarmantes, con los consiguientes efectos negativos en el diagnóstico, calidad asistencial y seguridad del paciente". Es por ello que defiende la necesidad de renovar los equipos "para mejorar el diagnóstico precoz y evitar el exceso de radiación en los pacientes y profesionales que trabajan en este sector"
La SEEIC propone una “renovación urgente” de la alta tecnología sanitaria
La demanda de la SEEIC está orientada hacia el bien de los pacientes, los profesionales y del propio sistema sanitario “que se verá beneficiado a medio y largo plazo por la reducción de costes. Solo de esta forma se evitará el deterioro de la situación actual ante la dificultad añadida en los próximos años del envejecimiento de la población y el aumento de enfermedades crónicas”, según dicha Sociedad
Esta Sociedad asegura apoyar las recientes afirmaciones de la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR) y la Fundación Tecnología y Salud, que, como recuerda la SEEIC, “alertaban del déficit y la antigüedad de equipos en terapia radiológica durante el Día Mundial del Cáncer, el pasado 4 de febrero. Según el informe elaborado por la SEOR y la Universidad Francisco de Vitoria, en España, la media en unidades de radioterapia por millón de habitantes es de 5,4, lejos de los 8 equipos mínimos que recomienda la Unión Europea, lo que supone 70 equipos menos en todo el territorio nacional”.
Al déficit de equipos radiológicos se une la obsolescencia de los existentes. Este estudio estima que de los 248 actuales, más de un tercio (87) son antiguos, una cifra que seguirá en aumento hasta alcanzar 7 de cada 10 equipos en 2020. La obsolescencia de la tecnología es de extrema importancia, ya que, tal y como explica Manzanares, ocasiona más toxicidad en los pacientes. Por este motivo, los aceleradores no deben superar los 10 años de vida útil.
La renovación del equipo tecnológico hospitalario, a su juicio, permitiría reducir el número de pruebas diagnósticas y aumentar la fiabilidad de los resultados. Esta transformación, sin embargo, según la SEEIC, “debe caminar de la mano de una adecuada formación de profesionales especialistas formados y acreditados en Electromedicina Clínica, una necesidad que se hace patente en los hospitales, pero también en la industria tecnológica (fabricación, comercialización y servicio postventa) y en las empresas de asistencia técnica”.