La regulación de la profesión médica suscita un gran interés como mecanismo de garantía pública y transparencia a la ciudadanía, según se afirma en la Monografía sobre “Regulación de la Profesión Médica”, editada por la Fundación Educación Médica (FEM) y de la que son autores los Dres. Arcadi Gual y María Nolla
Madrid, 28 de julio 2015 (medicosypacientes.com/S.P.)
En el contexto actual caracterizado por crisis económica, recortes, cambios organizativos, tecnológicos y de modelos se reabre el tema de la regulación de la profesión médica que suscita, en estos momentos, “un gran interés como mecanismo de garantía pública y transparencia a la ciudadanía”, según se afirma en la Monografía sobre “Regulación de la Profesión Médica”, editada por la Fundación Educación Médica (FEM) y de la que son autores los Dres. Arcadi Gual y María Nolla.
Como explica al respecto el Dr. Arcadi Gual, “la sociedad es cada día más exigente y no solo exige que las cosas se hagan bien sino que se muestre que se hacen bien. Podríamos decir que la sociedad reclama transparencia de las actuaciones a todos los niveles y especialmente a nivel de las instituciones públicas”.
Es evidente, recalca el autor de esta Monografía, que “el paciente es el máximo beneficiario de la regulación de la profesión médica dado que él no tiene porque saber las bondades o no del profesional que le atiende. Por tanto los procesos de regulación profesional cumplen este objetivo que el paciente solo no podría discriminar, esto es, la buena cualificación del profesional que le atiende”.
Sin embargo, como aclara el Dr. Gual, “la regulación profesional no es un proceso nuevo sino que siempre se ha desarrollado o ejercido. Lo que sí es cierto es que los Colegios profesionales, encargados por la administración para realizar dicha función mediante los códigos deontológicos, no siempre han sido lo suficientemente transparentes como la sociedad exige en estos momentos”.
Por otra parte, la convergencia de opiniones entre el sector profesional, la administración y los expertos en educación médica invita a una reflexión que es uno de los objetivos de dicha monografía donde se apunta a las organizaciones profesionales, colegios y sociedades científicas, como instrumentos imprescindibles junto a la Administración sanitaria y el poder legislativo para mantener la regulación de la profesión médica al servicio de la ciudadanía.
Es por ello, según señala, al respecto, que, según palabras de su autor, “la monografía aspira a generar discusión. Los autores preferiríamos más, que nos llamaran agitadores que académicos ilustrados. En cualquier caso hemos intentado generar un documento con base académica en el que las múltiples citas a pie de página pretenden aclarar conceptos trabajados extensamente en otros ámbitos”
En la misma se abordan aspectos que van desde los argumentos que justifican su necesidad; los instrumentos con los que se puede y debe regular; el marco legal de la regulación profesional en España, así como la regulación de la profesión médica en diferentes países como Reino Unido, Francia, Alemania, Estados Unidos, Canadá, Australia y México, entre otros.
En el documento se incide, además, en otro aspecto de interés para los profesionales como es el de su recertificación. Al respecto como expone el Dr. Gual, “se trata de un proceso paralelo al de la regulación”. “Se supone -según ahonda en esta cuestión- que un profesional al terminar su período de formación de residencia y obtener su credencial de especialista está cualificado para ejercer la profesión. El paso del tiempo comporta cambios diagnósticos, terapéuticos, incluso, organizativos que el especialista debe forzosamente actualizar. En ese sentido, la recertificación no es más que la comprobación de que el profesional ha actualizado debidamente a lo largo del tiempo su formación para seguir atendiendo con excelencia a los pacientes. De ahí que la recertificación es un elemento más, entre otros, de la regulación profesional”.
En su elaboración de esta monografía, que surge a partir de un Seminario celebrado en 2013 en la Escuela de Salud Pública de Menorca, se ha contado con la participación de unos discursores y coordinadores, entre ellos, Dres. Jerónimo Fdez. Torrente, vicesecretario de la OMC; Armando Martín Zurro, vicepresidente de la FEM; Joan Monés, vocal de la Comisión Deontológica de la OMC; Albert Oriol, presidente de honor de la FEM; Jordi Pales, secretario Real Academia de Medicina de Cataluña; Luis Pallarés, director de Programas de la Subdirección General de Recursos Humanos del MSSSI; Felipe Rodríguez, presidente de la Sociedad Española de Educación Médica; Lucas de Toca, director médico de Salud Pública en Arnhem del Este (Australia); y Joan Viñas, presidente de la Real Academia de Medicina de Cataluña.
En la presentación que se hace al inicio de la obra ha colaborado, además, el presidente de la OMC, el Dr. Rodríguez Sendín, para quien “una autorregulación seria, transparente y comprometida constituye el elemento clave para seguir mereciendo el estatus de legitimidad social que sustenta en la actualidad a la profesión médica”. Solo así -añade- “se podrá evitar lo que algunos han denominado la progresiva proletarización de la profesión médica y el control absoluto de la Administración en su regulación”.
También se incluyen las aportaciones del Dr. Felipe Rodríguez de Castro, presidente de la Sociedad Española de Educación Médica (SEDEM) quien afirma que, “con los sistemas de regulación de la profesión médica se pretende no sólo proteger a los ciudadanos frente a ocasionales atropellos o incompetencias de los médicos, sino facilitar un ejercicio profesional en libertad y en condiciones adecuadas.
Por su parte, el presidente de la Federación de Asociaciones Científico-Médicas Españolas (FACME), el Dr. Carlos Macaya, en dicha presentación, considera que la dotación de un marco jurídico que regule las necesidades mínimas que debe tener el médico, garantiza, por un lado, al usuario-paciente la capacitación de los facultativos que están involucrados en su proceso asistencial y, por otro, , facilita a las distintas instituciones y organismos, entre ellas las Sociedades Científicas, la definición de los objetivos y actuaciones que debemos emprender para que nuestros profesionales aúnen todos los requisitos que las Administraciones establezcan, con el respaldo social correspondiente”.
En definitiva, y como concluye el Dr. Gual, el reto de la regulación de la profesión médica pasa, “no solo por mantener la confianza que el paciente y la ciudadanía tiene establecido con el médico y la profesión médica sino aumentar dicha confianza aportando todas las garantías y transparencia que la sociedad actual exige”.
Se adjunta en PDF la monografía “Regulación de la Profesión Médica”.