La recién Asamblea General de Naciones Unidas, celebrada estos días en Nueva York, ha concluido con una Declaración política adoptada por consenso para la prevención y control de las enfermedades crónicas, que provocan cada año 36 millones de vidas. Uno de los compromisos plasmados en el documento que se puede consultar íntegramente en «Medicos y Pacientes» es el de «redoblar» esfuerzos para mejorar los servicios médicos y también el acceso a medicamentos vitales
Madrid, 21 de septiembre 2011 (medicosypacientes.com)
Las enfermedades no transmisibles o crónicas, entre ellas el cáncer, la diabetes, y las patologías cardiovasculares y pulmonares, causan la muerte a tres de cada cinco personas en el mundo, con el consiguiente daño socioeconómico que generan, especialmente, en los países en desarrollo, y pese a que muchas de ellas figuran entre las principales causas evitables de morbilidad y discapacidad relacionada.
Consciente de ello la Asamblea General de Naciones Unidas ha celebrado, en Nueva York, entre los pasados 19 y 20 de septiembre una Reunión de Alto Nivel, la segunda en su historia para fijar pautas en un problema de salud pública. Anteriormente, lo hizo con el sida y en esta ocasión, enfocada a este tipo de patologías. El evento ha brindado una oportunidad única para que la comunidad internacional tome conciencia y se decida a actuar contra este tipo de ?epidemias?, fortalezca lazos para una acción conjunta y adquiera una serie de compromisos en relación con estas enfermedades.
?La cumbre de septiembre en Nueva York representa nuestra oportunidad de obtener el compromiso internacional de que se asigne a las enfermedades no transmisibles la alta prioridad que les corresponde en el programa de desarrollo?, declaraba días atrás el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon.
Compromisos que han quedado plasmados en una Declaración política adoptada por consenso para la prevención y control de las enfermedades crónicas, que cuestan la vida de 36 millones de personas cada año. Precisamente, uno de los más relevantes ha sido el de redoblar esfuerzos para mejorar los servicios médicos y el acceso a medicamentos vitales. Además, los gobiernos asumen la responsabilidad de integrar a sus agendas de salud y desarrollo nacional políticas para reducir estas enfermedades.
En la Declaración se reconoce la responsabilidad de los gobiernos de responder al reto que plantean las enfermedades no transmisibles, así como que la participación y el compromiso de todos los sectores de la sociedad son esenciales para generar respuestas eficaces que fomenten la prevención y el control de las enfermedades no transmisibles.
Entre las medidas a implementar, el novedoso documento menciona estrategias multisectoriales para combatir hábitos como el tabaquismo, la dieta insana, la inactividad física y el consumo abusivo de alcohol, entre otros. Esas estrategias incluirían campañas educativas para la población y legislación y políticas fiscales que regularan la publicidad de alimentos y bebidas dirigidos a los niños, así como la información del contenido de los víveres procesados.
En este sentido, resulta ?fundamental?, según señala el documento, ?fortalecer la capacidad de las personas para optar por alternativas más sanas y adoptar modos de vida que propicien la buena salud?, mientras que pide ?incluir la salud en todas las políticas y enfoques de todo el Gobierno.
El texto íntegro de la Declaración se puede consultar a pie de página.