Un nuevo informe del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) revela que actualmente hay 18,2 millones de pacientes con VIH en el mundo que reciben ya un tratamiento antirretroviral, un millón más que hace apenas seis meses, pero pese a ello lamenta que apenas representan la mitad de los 36,7 millones que viven con el virus
El trabajo presentado en Namibia, con datos recabados hasta junio de este año, muestra que actualmente hay 34,9 millones de adultos y 1,8 millones menores de 15 años con el virus, y aproximadamente la mitad (17,8 millones) son mujeres. Asimismo, se registran 2,1 millones de nuevos casos anuales (150.000 en niños) y 1,1 millones de muertes (110.000 en niños).
Además, advierte de que los nuevos casos continúan creciendo entre usuarios de drogas inyectables (un 36% de 2010 a 2015) y entre hombres que mantienen relaciones sexuales con otros hombres (12% entre 2010 y 2015) y tampoco están disminuyendo en otros grupos de riesgo como transexuales o personas que se dedican a la prostitución.
Pese a estos tatos, el informe muestra cómo los países están acelerando el tratamiento de estos afectados tanto en la población adulta como infantil, ya que los últimos datos de junio contabilizan alrededor de 910.000 niños con VIH en tratamiento, el doble que hace cinco años.
“Hace menos de dos años 15 millones de personas accedían a tratamiento antirretroviral, y hoy son ya más de 18 millones y las nuevas infecciones por VIH en niños continúan cayendo”, ha defendido el presidente de Namibia, Hage Geingob, durante una comparencencia conjunta con el director ejecutivo de Onusida, Michel Sidibé.
El informe contiene datos detallados sobre la complejidad del VIH en la adolescencia y lo califica como un periodo muy peligroso para las mujeres, especialmente en África subsahariana, donde se enfrentan a la “triple amenaza” de un elevado riesgo de contagio, un bajo acceso a los test de diagnóstico y una mala adherencia al tratamiento.
“El mundo está fallando a las mujeres jóvenes y necesitamos hacer más de forma urgente”, ha insistido el dirigente de este organismo de Naciones Unidas, que recuerda datos recientes de Sudáfrica que muestran que las mujeres jóvenes están adquiriendo el VIH tras contagiarse a través de hombres adultos, mientras que la mayoría de casos en el sexo masculino se producen mucho más tarde de la adolescencia.
En cifras globales, en 2015 hubo 7.500 nuevos casos a la semana en mujeres de 15 a 24 años, y en algunos países de África las niñas de 15 a 19 años representan hasta el 90 por ciento de todos los contagios. Además, desde 2010 las nuevas infecciones en mujeres de 15 a 24 años apenas se ha reducido un 6 por ciento, de 420.000 a 390.000.
Más pacientes con más de 50 años
Asimismo, el trabajo evidencia que el aumento de los pacientes tratados se traduce en una mayor supervivencia ya que en 2015 había más afectados que nunca con más de 50 años, unos 5,8 millones. De este modo, y si se cumplen los objetivos de tratamiento, confían en que en 2020 haya 8,5 millones de más de 50 años.
Pese a ello, ONUSIDA recuerda que las personas mayores que viven con el VIH tienen un riesgo hasta cinco veces mayor de desarrollar enfermedades crónicas y por ello reclaman una estrategia integral para responder a esta mayor esperanza de vida a largo plazo.
El informe también advierte del riesgo de resistencia a los medicamentos y de la necesidad de reducir los costos de los tratamientos de segunda y tercera línea, así como la necesidad de mejorar las sinergias con los programas de tuberculosis, hepatitis C y virus del papiloma humano (VPH) con el fin de reducir las principales causas de enfermedad y muerte entre las personas que viven con el VIH.
En 2015, 440.000 de los 1,1 millones de personas que murieron de una enfermedad relacionada con el sida murieron de tuberculosis, incluidos 40.000 niños.
“El progreso que hemos realizado es notable, sobre todo en el tratamiento, pero también es increíblemente frágil”, ha reconocido Sidibé, que ve como hay “nuevas amenazas que están apareciendo”, ya que un gran número de afectados se quedan sin poder acceder a la atención que necesitan en momentos críticos, lo que abre la puerta a nuevas infecciones.
Los contagios madre-hijo sigue descendiendo
Por otro lado, a nivel mundial el acceso a medicamentos contra el VIH para prevenir la transmisión de madre a hijo ha aumentado hasta el 77 por ciento en 2015 (frente al 50% en 2010) lo que hace que las nuevas infecciones por el VIH en niños haya disminuido en un 51 por ciento en los últimos seis años.
De los 150.000 nuevos casos en menores de 15 años, alrededor de la mitad se infectaron a través de la lactancia materna, algo que sin embargo podría evitarse si las madres siguieran recibiendo el tratamiento antirretroviral.
En lo que respecta al diagnóstico del virus, el informe muestra que sólo cuatro de los 21 países de África más afectados realizan pruebas del VIH a más de la mitad de los bebés expuestos al VIH en sus primeras semanas de vida. En Nigeria, que representa más de una cuarta parte de todas las nuevas infecciones por VIH en niños, sólo la mitad de las mujeres infectadas se someten a una prueba para detectar el virus en caso de embarazo.
Además, Onusida muestra como muchos niños que nacieron con VIH y han sobrevivido ya han entrado en edad adulta. Así, estudios de 25 países en 2015 muestran que el 40 por ciento de los jóvenes de 15 a 19 años se infectaron a través de la transmisión del VIH de madre a hijo, lo que hace que tengan tasas más altas de falta de adherencia o fracaso terapéutico.