Un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha puesto de manifiesto que invertir en nutrición puede salvar 3,7 millones de vidas en el año 2025, por lo que subraya la necesidad de que los servicios sanitarios fomentan una nutrición óptima en cada etapa de la vida
“Para proporcionar servicios de salud de calidad y lograr la cobertura universal de salud, la nutrición debe posicionarse como una de las piedras angulares de los paquetes de salud esenciales. También necesitamos mejores entornos alimentarios que permitan a todas las personas consumir dietas saludables”, señaló la subdirectora general de la OMS, Naoko Yamamoto.
Las intervenciones clave incluyen proporcionar suplementos de hierro y ácido fólico como parte de la atención prenatal; retrasar el pinzamiento del cordón umbilical para garantizar que los bebés reciban los nutrientes importantes que necesitan después del nacimiento; promover, proteger y apoyar la lactancia materna; brindar asesoramiento sobre la dieta, como limitar la ingesta de azúcares libres en adultos y niños o la ingesta de sal para reducir el riesgo de enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular.
“La inversión en acciones de nutrición ayudará a los países a acercarse a su objetivo de lograr la cobertura sanitaria universal y los Objetivos de Desarrollo Sostenible. También puede ayudar a la economía, ya que cada euro gastado por los donantes en programas de nutrición básica devuelve unos 16 a la economía local”, expuso la OMS.
En este sentido, el organismo de Naciones Unidas ha advertido de que en los últimos años se ha producido una disminución global en el retraso del crecimiento (baja proporción de talla por edad). Concretamente, entre 1990 y 2018 la prevalencia del retraso en el crecimiento en niños menores de 5 años disminuyó del 39,2% al 21,9%.
Sin embargo, la obesidad está en aumento, dado que la prevalencia de niños considerados con sobrepeso ha aumentado de 4,8% a 5,9% entre 1990 y 2018, un aumento de más de 9 millones de niños. El sobrepeso y la obesidad en adultos también están incrementándose en casi todas las regiones y países, con 1,3 millones de personas con sobrepeso en 2016, de los cuales 650 millones (13% de la población mundial) son obesos.
“Un mayor enfoque en la nutrición por parte de los servicios de salud es clave para abordar ambos aspectos de la “doble carga” de la desnutrición”, zanjó la OMS.