La ministra de Sanidad, Ana Mato, ha destacado la importancia de las tecnologías de la información aplicadas al sector salud, durante su participación en la Jornada Health Talks Inspiring Innovation. La ministra ha concretado, en este sentido, que el despliegue de la historia clínica digital y la receta electrónica son hoy una realidad gracias a la creación de la Tarjeta Sanitaria Interoperable”, ha dicho la ministra. Hoy, 21 millones de personas disponen ya de información clínica interoperable y más del 77% de las prescripciones son ya electrónicas
Madrid, 5 de noviembre 2014 (medicosypacientes.com)
“Nuestro sistema sanitario se encuentra entre los mejor valorados del mundo”, y así lo ha demostrado en las últimas semanas. Así lo ha afirmado hoy la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, en su intervención en la Jornada “Health Talks, Inspiring Innovation”, organizada por el IE Busines School y Novartis, dirigida al sector sanitario.
La ministra ha concretado que el sistema sanitario está entre los mejores “por su capacidad técnica, por los profesionales que lo integran y por los valores que subyacen detrás de su funcionamiento: su carácter público, universal y gratuito”. Es un sistema, en suma, “que es reflejo de un país que atesora una gran experiencia, talento y capacidad de mejora”. Este sistema debe evolucionar “al mismo ritmo que la sociedad para afrontar los retos que ésta le plantea”.
Por tanto, es necesario plantear una reflexión para construir un sistema que responda a las necesidades de “quienes son su razón de ser”, los pacientes. Esta tarea, ha señalado Ana Mato, es la que se emprendió con la Reforma Sanitaria, que ha permitido racionalizar el gasto, impulsar la creación de una cartera de prestaciones homogénea y establecer otras medidas con las que modernizar, cohesionar y coordinar la actuación del Sistema Nacional de Salud.
En este sentido, la ministra ha afirmado que el Gobierno “en bloque y de forma coordinada, ha tomado la iniciativa en la creación de un marco regulatorio estable y predecible para el sector, para favorecer la unidad del sistema y la igualdad de derechos en el territorio”. Y la mejor forma de mirar al futuro, ha dicho, es “poner coto a los desequilibrios estructurales”, reducir el gasto donde es menos necesario para invertir donde lo es “y de este modo garantizar el acceso a los tratamientos más innovadores”.
La ministra ha afirmado, asimismo, que el futuro “pasa por reorientar nuestro sistema sanitario desde un modelo basado en el tratamiento del enfermo agudo hacia la aplicación de políticas sanitarias destinadas a la promoción de la salud, la prevención y la atención personalizada al paciente”. Por esta razón, “trabajamos en un Pacto Sociosanitario que nos permita configurar un escenario centrado en la persona, más humano y satisfactorio”.
En esta línea, la Estrategia de Promoción de la Salud y la de Abordaje de la Cronicidad es una de las prioridades incluidas en el Programa Nacional de Reformas 2014, que el Gobierno ha elaborado, alineado con la Estrategia Europa 2020 de crecimiento sostenible.
En este punto, “la aplicación de las tecnologías de la información tiene y tendrá una incidencia decisiva”, ha afirmado. “El despliegue de la historia clínica digital y la receta electrónica son hoy una realidad gracias a la creación de la Tarjeta Sanitaria Interoperable”, ha dicho la ministra. Hoy, 21 millones de personas disponen ya de información clínica interoperable y más del 77% de las prescripciones son ya electrónicas.
“Este es un campo donde existe potencial de mejora”, ha afirmado, “tanto por la rápida evolución tecnológica como por las nuevas aplicaciones en el campo de la telemedicina y lo que se denomina m-Salud”. Como también lo es “la planificación de las actividades de la Central de Compras de medicamentos y productos sanitarios”.
La ministra ha concluido su intervención asegurando que la política sanitara “requiere una gestión sólida y unos objetivos claros”. Por un lado, “la salud pública, la prevención de enfermedades y la promoción de hábitos de vida saludable; por otro, el fomento de la investigación, la innovación y el apoyo al personal que la desarrolla”. Si buscar espacios de mejora es una necesidad de cualquier organización, “debe serlo aún más cuando su razón de ser es la salud de los ciudadanos”.