Sin embargo, algo de bueno tendrán los genes que inducen la presencia del Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) para que sean tan frecuentes (1 de cada 20 niños); ?sino, la evolución los habría eliminado hace tiempo?, señala el doctor Francisco Montañés, jefe de la Unidad de Psiquiatría de Fundación Hospital Alcorcón para médicosypacientes.com
Madrid, 6 noviembre 2008 (medicosypacientes.com)
El Trastorno de Déficit de Atención con o sin hiperactividad es un trastorno neuro-psiquiátrico, muy difícil de diagnosticar cuyo origen se divide en factores genéticos y psicosociales. Una enfermedad que afecta entre el 5-8% de la población. Existe una alteración en el sistema nervioso central del niño que se manifiesta mediante un aumento de la actividad, impulsividad y falta de atención. Es una de las causas más frecuentes del fracaso escolar y de problemas sociales en la edad infantil. Este trastorno aparece en la infancia y puede persistir en la edad adulta. En la mayoría de los caso requiere un medicación acompañada de una terapia conductual. En un 60% de los casos no se aplica el tratamiento adecuada en la época infantil.
Un adulto hiperactivo es una persona que padeció Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) en la infancia y conserva algunos de los síntomas típicos de la inatención, hiperactividad o impulsividad manifestados como desorganización, llegar tarde a citas, cambios de humor, despistes, perder objetos, tendencia a trasnochar, abuso de tabaco, café u otras sustancias, tendencia a tener accidentes, problemas de pareja o laborales, necesidad de estar siempre activo, etc.
«Una persona hiperactiva puede ocupar cargos de responsabilidad y de hecho se valora mucho tanto al líder que medita las decisiones como al que es capaz de tomar decisiones rápidas en momentos de crisis», señala el doctor Francisco Montañés, jefe de la Unidad de Psiquiatría en la Fundación Hospital de Alcorcón para medicosypacientes.com.
El trastorno negativista desafiante suele ir asociado al TDAH en un 50 por ciento y de alguna manera predispone a ser un líder. «Muchos TDAH son extremadamente inteligentes, si bien en el colegio se decía que no ponían de su parte o no se centraban. Algunos malos estudiantes infantiles y adolescentes maduran en sus capacidades cognitivas en edad universitaria y acaban destacando en informática, ciencias o artes en una especie de resurgir intelectual tardía, muy típico del TDAH, que es en el fondo un retraso de maduración de funciones cognitivas», comenta el doctor Francisco Montañés.
Sin embargo – según comenta el doctor XX- el lado más oscuro es el TDAH con coeficiente intelectual bajo, no tratado, mal educado o en el que la parte desafiante se impone al resto de la personalidad llevándole a caminos marginales. Esta situación es extrema, pero se da. Sin embargo, como hemos visto, pueden ser personas de éxito en determinados ambientes particulares».
En cuanto al posible origen de la hiperactividad, el doctor Montañés comenta que «es en su mayor parte hereditario» y se plantea la pregunta de «¿qué de bueno tienen los genes que inducen la presencia del TDA para que sean tan frecuentes (1 de cada 20 niños)?. Dicho de otra manera ?continúa- unos genes tan frecuentes tienen que hacer algo bueno, de otra manera la evolución los habría eliminado hace tiempo».
Actualmente el tratamiento de la hiperactividad tapa el problema hasta que se produce la maduración de las funciones cognitivas, algo que sucede en el inicio de la vida adulta. Por tanto, «tratado a tiempo puede evitar que queden secuelas académicas (fracaso escolar), personales y sociales (manía, relación con otros, consumos de sustancias, etc.). En definitiva, no tenemos medicación para que la gente quiera hacer cosas, sino sólo para que las hagan más fácilmente si desean hacerlas», concluye el jefe de psiquiatría de la Fundación Hospital de Alcorcón.