Las enfermedades mentales constituyen el principal factor de riesgo para el suicidio que constituye la primera causa de muerte no natural en nuestro país. Es por ello que la Fundación Española de Psiquiatría y Salud Mental aboga por un Plan Nacional para su prevención
Madrid, 8 de septiembre 2015 (medicosypacientes.com)
El próximo jueves 10 de septiembre se celebrará el Día Mundial para la Prevención del Suicidio bajo el lema “Prevención del suicidio: buscar y salvar vidas”. Promovido por la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP) y la OMS, la cita persigue despertar las conciencias y animar a todos a contribuir en la reducción de las elevadas tasas de mortalidad por esta causa.
Los suicidios se cobran un coste elevado. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 800.000 personas mueren cada año por suicidio, siendo la segunda causa principal de muerte entre los 15 a 29 años. Además, existen datos de que por cada adulto que se suicidó, posiblemente más de otros 20 lo intentaron. Los suicidios son prevenibles, recuerda la OMS, pero para que las respuestas nacionales sean eficaces es necesaria una estrategia integral multisectorial de prevención.
En mayo de 2013, la 66ª Asamblea Mundial de la Salud adoptó el primer Plan de acción sobre salud mental de la historia de la OMS. La prevención del suicidio forma parte integrante de este plan, que se propone reducir un 10%, para el 2020, la tasa de suicidio en los países, tal y como queda patente en el primer informe elaborado por la OMS bajo el título “Prevención del Suicidio: un imperativo global”, dado a conocer el año pasado.
Por ahora, en España, no existe un único Plan Nacional para la Prevención del Suicidio ?sí hay algunos programas o planes autonómicos-, a pesar de la llamada a la acción realizada por la OMS.
Como explica el doctor Miquel Roca, presidente de la Fundación Española de Psiquiatría y Salud Mental (FEPSM), coordinador de la Unidad de Psiquiatría del Hospital Juan March de Mallorca y profesor titular de Psiquiatría en la Universidad de las Islas Baleares, “diversas comunidades autónomas como Cataluña y Madrid han puesto en marcha estrategias específicas con buenos resultados en este sentido: Código Riesgo de Suicidio en Cataluña o Código 100 en Madrid, por ejemplo. Otras comunidades como Cataluña de nuevo o Baleares han implementado programas europeos que se mostraron eficaces en estudios comunitarios controlados en Alemania. Es importante que sean programas que ya hayan sido analizados y estudiados y se hayan mostrado eficaces como el denominado European Alliance Against Depression en Alemania. Algunos grupos políticos y sociedades científicas, como la Sociedad Española de Psiquiatría, han planteado en el Congreso y en la Estrategia Nacional de Salud Mental la absoluta necesidad de un Plan con estas características, que es uno de los temas pendientes en la política sanitaria española”.
El suicidio en España
Según los últimos datos disponibles del Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2013 se quitaron la vida 3.870 personas ? 2911 hombres y 959 mujeres-, la cifra más alta de los últimos 25 años. Esto supone que 10 personas se quitan la vida, de media, cada día. El suicidio se erige, así, en la primera causa de muerte no natural, por delante de los accidentes de tráfico en nuestro país.
Con respecto a la edad, las tasas de suicidio son más elevadas entre las personas mayores de 65 años, tanto entre hombres como entre mujeres. Prácticamente en todas las comunidades autónomas hubo tres suicidios masculinos por cada uno femenino. Asturias es la región que encabeza la lista con 13,92 casos por cada 100.000 habitantes, seguida por Galicia (12,09) y Andalucía (9,63). Madrid y Cantabria se sitúan en el polo opuesto, siendo las comunidades en las que menos muertes voluntarias se registraron. Según las estadísticas, este tipo de fallecimiento es más común en grandes ciudades y municipios pequeños (de menos de 10.000 habitantes) frente a las zonas de población intermedias.
A pesar de estas cifras, España es uno de los países con las tasas más bajas de suicidio, registrándose ocho suicidios por cada 100.000 habitantes. ¿Los datos reflejan un cambio de tendencia? Es difícil saberlo ya que los suicidios descendieron en España durante los primeros años de crisis económica, pero a partir de 2011 comenzaron a crecer ligeramente. Además, se ha modificado la metodología en el estudio de este último año en algunas comunidades autónomas (datos de 2013) y, por tanto, no son posibles las comparaciones entre series históricas.
La relación entre suicidio y crisis económica es compleja. En el trabajo “Crisis económica y salud mental en España”, elaborado por Roca y colaboradores, publicado en el European Journal of Public Health y en una carta en The Lancet en 2013, se desprende que hay que esperar a conocer los datos de suicidio de 2014 y 2015 para comprender mejor si existe o no una relación causal entre la actual crisis económica y el suicidio en aquellos países especialmente golpeados por la crisis.
Estrecho vínculo entre
trastornos mentales y suicidio
Según el Dr. Roca “las enfermedades mentales constituyen el principal factor de riesgo para el suicidio y, entre ellas, la depresión es la mayor puerta de entrada a la conducta suicida. Los estudios con metodología adecuada muestran que aproximadamente un 50-60% de los pacientes que cometen suicidio tenían un trastorno depresivo en el momento de la conducta suicida. El suicidio es la mayor y más grave complicación de la patología depresiva”.
En los estudios mencionados anteriormente, el 80% de los pacientes que cometen suicidio tenían diagnósticos para una enfermedad mental. “Después de la depresión, hay datos de una clara relación entre suicidio y trastorno bipolar, consumo de sustancias y trastorno esquizofrénico, fundamentalmente, además de algunos trastornos de la personalidad”, detalla el Dr. Roca.
El suicidio es un asunto de salud pública de primer orden, como lo demuestra el hecho de que sea la principal causa externa de muerte (suicidio, accidentes, homicidio…). Sin embargo, aún sigue siendo un tema tabú.