Más de 125 millones de niñas y mujeres hoy en día han sufrido algún tipo de mutilación/ablación, por ello y con motivo del Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina, que se celebra hoy 6 de febrero, la Fundación Red de Colegios Médicos Solidarios de la Organización Médica Colegial (FRCOMS) quiere recordar la importancia del compromiso y la voluntad de colectivo médico de evitar esta práctica, con mucho arraigo cultural, que perjudica física y psíquicamente la salud de las mujeres
Madrid, 6 de febrero de 2015 (medicosypacientes.com/S.G.)
Más de 125 millones de niñas y mujeres hoy en día han sufrido algún tipo de mutilación/ablación en una franja de 29 países de África y el Oriente Medio, según pone de manifiesto el primer informe de Unicef “Mutilación/ablación genital femenina. Resumen estadístico y exploración de la dinámica del cambio” elaborado con datos recopilados entre niñas menores de 15 años, y que proporciona información esta práctica tan arraigada en muchas culturas y que conlleva consecuencias físicas y psicológicas perjudiciales para la salud de quienes se someten a ella.
La mutilación genital femenina comprende de todos los procedimientos consistentes en alterar o dañar los órganos genitales femeninos por razones que no tienen que ver con decisiones médicas. Esta práctica está estrechamente asociada con ciertos grupos étnicos, lo que sugiere que las normas sociales y las expectativas de las comunidades de personas con ideas afines desempeñan un papel importante en la perpetuación de ella.
Aunque se concentra principalmente en 29 países de África y de Oriente Medio, la ablación es un problema universal y se ejerce en algunos países de Asia y América Latina. Además, persiste también en las poblaciones emigrantes que viven en Europa Occidental, en Norte América, Australia y Nueva Zelanda.
Esta práctica es casi universal en Djibouti, Egipto, Guinea y Somalia y afecta a sólo el 1% de las niñas y las mujeres en Camerún y Uganda. En los países donde la mutilación/ablación no es generalizada, tiende a concentrarse en regiones específicas y no está limitada por las fronteras nacionales, según señala el informe que evidencia también que ha disminuido en varios países, y que otros cambios importantes están en marcha.
En la mitad de los países con datos disponibles, la mayoría de las niñas sufren la mutilación/ablación antes de la edad de 5 años. En el Chad, Egipto, la República Centroafricana y Somalia, al menos el 80% de las niñas son víctimas de la práctica entre las edades de 5 y 14 años, a veces en los rituales de mayoría de edad que marcan la transición hacia la edad adulta.
Según esclarece la Organización Mundial de la Salud, esta práctica no aporta ningún beneficio a la salud de las mujeres y niñas, sino que la perjudica de formas muy variadas. Como implica la resección y daño del tejido genital femenino normal y sano, interfiere con la función natural del organismo femenino.
Entre sus complicaciones inmediatas se encuentran el dolor intenso, choque, hemorragias graves, tétanos, infecciones, infertilidad, sepsis, retención de orina, quistes, llagas abiertas en la región genital, lesiones de los tejidos genitales vecinos, así como complicaciones en el parto y un mayor riesgo de muerte de recién nacidos. Además de los traumas y secuelas psicológicas permanentes que esta práctica deja en muchas niñas y mujeres.
La ablación es reconocida internacionalmente como una violación de los derechos humanos de las mujeres y sobre todo de las niñas. Es un reflejo de desigualdad entre los sexos muy arraigada y viola los derechos a la salud, la seguridad y la integridad física, el derecho a no ser sometido a torturas y tratos crueles, inhumanos o degradantes, y el derecho a la vida en los casos en que el procedimiento acaba produciendo la muerte.
Por ello, y con motivo del Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina, que se celebra hoy 6 de febrero, la Fundación Red de Colegios Médicos Solidarios de la Organización Médica Colegial (FRCOMS) reivindica la lucha de acabar con esta práctica para mejorar las condiciones de vida de quienes están expuestas a ella y prevenir que otros 30 millones de niñas en el mundo corran el riesgo de ser víctimas de la mutilación/ablación en la próxima década, según datos de Unicef.
Los fines de esta Fundación están directamente relacionados con la sanidad y protección de la salud, con la cooperación al desarrollo, promoción del voluntariado y la acción social. Para ello desarrolla campañas de educación en salud para la población beneficiaria y los agentes de salud locales. También trabaja por el fortalecimiento de los sistemas públicos de salud y mejora de la asistencia sanitaria.
El personal de salud, implicado en la eliminación de esta práctica
En diciembre de 2014, la Asamblea General de Naciones Unidas adoptó una resolución para intensificar los esfuerzos para la eliminación de la mutilación genital femenina. En ella, se pide a los Estados que desarrollen, apoyen y cumplan estrategias que prevengan esta práctica, incluyendo la formación de personal médico, trabajadores sociales y líderes locales y religiosos para asegurar que dan unos servicios competentes de apoyo y cuidado a las mujeres y niñas en riesgo de sufrir esta mutilación o que ya la hayan sufrido.
Con el fin de reconocer la importancia de que los trabajadores de la salud se sumen al esfuerzo de acabar con la esta práctica, este año se dedica el Día Internacional a la “Movilización y la implicación del personal de salud para acelerar la eliminación de la mutilación genital femenina”.
Primer Protocolo Común en España para combatir la ablación
En esta línea, se aprobó en el pleno del Consejo Interterritorial de Sanidad, celebrado el pasado 14 de enero, el primer Protocolo Común del Sistema Nacional de Salud para combatir la Mutilación Genital Femenina, que deberán aplicar los profesionales sanitarios de toda España para detectar, tratar y prevenir esta práctica.
Se estima que hasta 17.000 niñas residentes en España podrían estar en riesgo de sufrir esta práctica por ser sus padres de alguno de los 29 países del mundo donde aún está vigente. El objetivo de este plan es dar a los profesionales sanitarios las herramientas necesarias para prevenirla, desde el médico de cabecera hasta la matrona o el pediatra, tanto ante el tratamiento de afecciones derivadas de la mutilación genital en mujeres adultas como frente a la sospecha de que una niña va a ser trasladada a su lugar de origen para someterla a esta práctica que se suele dar entre los 5 y los 14 años de edad.