La situación del colectivo médico en Nicaragua no es muy halagüeña, según algunos de sus representantes, partiéndose del hecho de que se trata de un gremio difícil de organizar, con la necesidad de dotarle de una reglamentación hasta ahora inexistente. A ello hay que sumar, como ha explicado el presidente de la Sociedad Nicaragüense de Medicina General, el doctor Leonel Argüello, la baja calidad de la formación que reciben y la descapitalización de recursos humanos por parte de EE.UU.
Madrid, 26 de diciembre 2008 (medicosypacientes.com)
Leonel Argüello, presidente de la
Sociedad Nicaragüense de
Medicina General
Nicaragua es el segundo país más pobre de América Latina, con una población estimada alrededor de cinco millones de habitantes, de los cuales el 50 por ciento es menor de 17 años. Se trata de una población con un alto grado de dependencia no sólo por la edad sino también por su nivel per cápita, dado que el 60 por ciento de los habitantes viven con menos de 50 centavos al día.
En este contexto, la situación sanitaria del país no resulta muy halagüeña. Según datos aportados por el presidente de la Sociedad Nicaragüense de Medicina General, el doctor Leonel Argüello, en estos momentos el sistema de salud de ese país tiene una cobertura cercana al 60% en términos de acceso a atención sanitaria, sin embargo, el 75 por ciento de los gastos de la salud tienen que ser costeados por la propia población. ?En los últimos años -comenta este facultativo- se ha ido perdiendo el componente social, prueba de ello es que hay un 40% de la población que no tiene acceso a los servicios de salud, a ello se añade que se han ido recortando los recursos tanto humanos como materiales, lo que ha provocado un estancamiento de estos servicios.?.
Atención Primaria, base del sistema
En Nicaragua, según explica el doctor Argüello, ?el sistema de salud está, sobre todo en manos de médicos generales y de personal de enfermería?. Está sustentado, fundamentalmente, en la Atención Primaria, a partir de una serie de unidades de salud. Sin embargo, a su juicio, impera un cierto ?desorden asistencial, con grandes carencias en prevención?, debiendo ser refortalecido el primer nivel asistencial.
En este sentido, la Sociedad Nicaragüense de Medicina General está trabajando duramente por mejorar la situación de la Atención Primaria, y para ello cuenta con la ayuda de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG). Como indica el doctor Argüello, ?estamos recibiendo una interesante ayuda de la SEMG, y gracias a ello hemos podido capacitar a unos 400 facultativos al año?.
Lo que predomina, en estos momentos, es que el médico de familia se encargue, sobre todo, de las urgencias y de la obstetricia, mientras que los especialistas se ocupan de casos ?que bien podrían estar atendidos por los médicos generales como la diabetes o la hipertensión?, en su opinión.
Profesión médica, desorganizada
Al igual que sucede en España, el doctor Argüello lamenta que en su país tampoco está contabilizado el número total de médicos de que se dispone en la actualidad. ?Las estimaciones hablan de unos 3.000 médicos en todo el país, de los cuales cerca de 2.000 trabajan en la Sanidad pública,?, tal como señala este médico, también experto en epidemiología, quien indica que si bien ?se dispone de un registro de médicos en el Ministerio de Salud, éste no cuenta con la debida actualización?.
A ello hay que añadir que el gremio de médicos es bien difícil de organizar en este país, mostrándose convencido el doctor Argüello que ?al gobierno tampoco parece interesarle que los médicos se organicen?. Precisamente, ?una de nuestras aspiraciones ?como reconoce- es la de reglamentar la profesión médica y regularla, puesto que en estos momentos no existe ninguna estructura tipo Organización Médica Colegial que controle la profesión, pese a que la constitución nicaragüense establece que los facultativos tienen que pertenecer a un grupo organizado, de lo contrario, sucede lo que sucede, casos de estafa a la población?.
Otro de los graves problemas que afectan al colectivo médico es el de la formación, ?las universidades son de índole privado sin interrelación entre ellas, en las que no hay el debido control de la formación?, tal como apunta el doctor Argüello. El principal problema, desde su punto de vista, es que ?no existe un sistema docente consolidado que permita al alumnado hacer las prácticas que se requieren para adquirir habilidades y experiencia, y reforzar los conocimientos teóricos?.
A ello se suma el problema de la descapitalización que padece este país en cuanto a recursos humanos sanitarios. ?Todo aquel médico que domine el inglés es reclutado inmediatamente por EE.UU., al igual que sucede con el personal de enfermería?. ?Algo vergonzoso ?en su opinión- porque cuando un país se convierte en exportador de profesionales es señal de que no tiene capacidad para mantener a los suyos?.