El Colegio de Médicos de Badajoz organiza mañana una conferencia en la que el paleontólogo Asier Gómez Olivencia hablará de las excavaciones de Atapuerca y de las patologías de columna vertebral en neardentales
Badajoz, 21 de abril 2010 (medicosypacientes.com)
Mañana jueves 22 de abril a las 19.00 horas el Colegio de Médicos de Badajoz celebrará en el salón de actos de su sede en Badajoz una conferencia del paleontólogo Asier Gómez Olivencia, quien hablará de las excavaciones de Atapuerca y de las patologías de columna vertebral en neardentales.
Gómez Olivencia es doctor por la Universidad de Burgos y licenciado en Ciencias (sección Geología, Epecialidad Estatigrafía-Paleontología) por la Universidad del País Vasco. Es miembro del equipo de excavaciones de los yacimientos de la Sierra de Atapuerca (Burgos). Su investigación se centra en la anatomía y evolución de la columna vertebral y caja torácica en los homínidos fósiles «Homo antecessor?, «Homo heidelbergensis» y «Homo neanderthalensis».
Entre los resultados de sus investigaciones caben destacar los siguientes: Los escasos restos de vértebras de Homo antecesor indican que esta especie presentaba un canal vertebral pequeño y apófisis transversas de las vértebras lumbares largas. Los restos vertebrales de Homo heidelber-gensis son mucho más abundantes y han permitido asociar restos cra-neales a restos postcraneales. De esta manera, se puede comprobar la evolu-ción que ha sufrido la columna vertebral en la línea Homo heidelbergen-sis-Homo neanderthalensis. Además se han detectado algunas patolog-ías en algunas vértebras que indican la presencia de traumatismos y degene-ración en las articulaciones vertebrales.
El estudio de los restos de la caja torácica más completa de Homo neanderthalensis indican que el tórax de esta especie era más grande que en Homo sapiens, y con una forma distinta. A partir de estos nuevos datos surge la hipótesis de que ésta podría ser la característica primiti-va en Homo y para ello se intenta comprobar a través de los restos humanos recuperados en la Sierra de Atapuerca. Los fósiles de Homo antecesor no permiten confirmar ni refutar la hipótesis, mientras que los fósiles de Homo heidelbergensis sugieren que un tórax grande estaba ya presente en los humanos del Pleistoceno medio, antepasados de los neandertales.