El fenómeno de las agresiones a médicos sigue en línea ascendente y su resolución no debe estar bajo una sola actuación sino en un conjunto de agentes y medidas con el respaldo jurídico necesario. Así lo considera la Organización Médica Colegial en un documento sobre Agresiones Médicas elaborado y presentado en su Asamblea General. Además de establecerse las principales pautas de actuación para el colegiado que pueda verse afectado, se contempla la promoción de acuerdos entre las organizaciones profesionales médicas y las Administraciones sanitarias y jurídicas con el fin de que las intervenciones en este terreno adquieran una mayor celeridad
La solución al problema de las agresiones a los médicos no debe estar bajo una sola actuación sino en un conjunto de agentes y medidas con el respaldo jurídico necesario. Bajo esta premisa, se elaboró y presentó en la Asamblea General de la Organización Médica Colegial un documento sobre agresiones médicas.
El interés de dicho documento es corroborado por el presidente del Colegio de Médicos de Murcia, región en la que hace menos de un año se vivió una de las agresiones más brutales que se recuerdan en los últimos años contra un médico como fue el asesinato a tiros de la doctora Mª Eugenia Moreno.
El tema de las agresiones a facultativos tiende a ser cada vez más frecuente, sin embargo, «adolece de respuesta rápida, además de arrastrar una descoordinación entre los estamentos que intervienen ante una agresión a un médico lo cual también resta agilidad a su respuesta» , como señala el doctor Castillo, «éstas son algunas de las razones por las que este problema debe estar permanentemente tanto en en la agenda de la OMC como en la de cada uno de los Colegios provinciales».
Para la elaboración de este documento se ha contado con las aportaciones de los Colegios, en función de las experiencias que tienen registradas, según explica el presidente de la entidad colegial murciana. «Es un tema en el que se han involucrado mucho las entidades colegiales puesto que la mayoría ha sentido el problema de forma muy directa».
El documento analiza exhaustivamente las causas que pueden dar pie a la violencia, también aborda otros aspectos como el desconocimiento del usuario de cuáles son sus deberes, se habla de otros factores influyentes entre los que pueden destacarse el exceso de burocracia instalado en las consultas de los médicos, el ambiente laboral propicio para que la dedicación al paciente no sea la correcta. A ello se podría añadir un problema de formación en habilidades de comunicación por parte de los médicos para manejar este tipo de situaciones.
Como comenta el doctor Castillo sobre estos aspectos, «los poderes públicos también tienen algo que ver en el cumplimiento de los deberes por parte del ciudadano puesto que en los últimos años se ha hablado mucho de derechos probablemente porque los deberes renten menos votos. Relacionado también con este aspecto, el presidente de los médicos murcianos alude a la educación cívica con su repercusión, como en otros órdenes de la vida, en el plano sanitario.
Si la agresión en sí resulta difícilmente asumible por el profesional víctima de la misma, el documento llama la atención sobre un «efecto secundario» de ésta que, generalmente, pasa a ocupar un segundo plano como es la secuela psicológica de los médicos agredidos. En el documento de la OMC se recomienda estar muy pendiente sobre este aspecto e incidir directamente sobre el mismo con ayuda psicológica del propio servicio sanitario al que corresponde la víctima, «dicho servicio debera reparar el capital más importante del que disponen los sistemas sanitarios, que son sus médicos».
Ante estas situaciones los Colegios de Médicos también pueden prestar ayuda y colaboración, contando, si es preciso, con la activación del Programa de Atención Integral al Médico Enfermo, conocido como PAIME.
Actuar con eficacia
Resulta alentador, tal como destaca el doctor Castillo, aunque todavía queda andadura en este aspecto, que en algunas Comunidades Autónomas las agresiones a médicos de la Sanidad pública sean enjuiciadas como delito de atentado a la autoridad con penas de prisión. Al respecto, desde la Organización Médica Colegial existe el convencimiento, tal como se contempla en el documento aprobado, de que esta medida repercutirá muy favorablemente en frenar la escalada de agresiones a los médicos en el ejercicio de su profesión.
No obstante, como se indica en el documento, y así lo remarca el presidente del Colegio de Médicos de Murcia, hay otra serie de acciones a llevar a cabo. No en vano, se ofrece un amplio apartado con recomendaciones tanto para los médicos agredidos, como para las entidades colegiales, para los servicios sanitarios y también para los usuarios. En lo que respecta a los profesionales, se da importancia a denunciar los hechos y ponerlos en conocimiento de su Colegio, junto con los elementos de prueba y testigos que puedan aportar. Por lo que se refiere a las Administraciones sanitarias, deberían poner todas las medidas a su alcance para prevenir este tipo de situaciones.
En el caso concreto de los Colegios, se apunta la posibilidad de crear un Observatorio de Agresiones, de cuyos datos desprendidos a través de estudios estadísitcos podrían derivar acciones de distinta índole. El doctor Castillo valora muy positivamente esta iniciativa, aunque, como advierte, «también se requiere la colaboración de las Administraciones, puesto que mientras se tenga la información por diversos cauces que no confluyen , la información no va a fluir».
En definitiva, como se refleja en este documento de agresiones médicas de la OMC, «si se quiere un sistema sanitario de calidad es imprescindible recuperar un espacio con garantías para el ejercicio de las profesiones y ahora estamos a tiempo si se aplican las medidas de prevención y de detección necesarias.
