Expertos participantes en una recientes Jornadas de la Cátedra UPF-SEMG-Grünenthal de Medicina de Familia y Economía de la Salud abogaron por una reconstrucción de la Atención Primaria en la que se potencien sus características intrínsecas y en la que prime la innovación organizativa, sin olvidar la importancia de potenciar el papel de la especialidad de Medicina de Familia desde la Universidad
Madrid, 2 de febrero 2012 (medicosypacientes.com)
«Si se quiere asegurar la calidad del Sistema Nacional de Salud será necesaria una reencarnación de la Atención Primaria que permita potenciar sus características intrínsecas: influir en los estilos de vida, tener una visión global del paciente, aumentar el valor predictivo positivo del segundo nivel, coordinar e integrar la atención, manejar los ajustes presupuestarios y también posibilitar la sostenibilidad y la deseabilidad de la componente sanitaria del estado del bienestar», tal como manifestó el economista de la salud Vicente Ortún en las Jornadas de la Cátedra UPF-SEMG-Grünenthal de Medicina de Familia y Economía de la Salud que dirige y que se llevaron a cabo, recientemente, en Barcelona, en colaboración con el Centro de Investigación en Economía y Salud (CRES).
La innovación organizativa en Atención Primaria, según se destacó, es posible también en tiempos de crisis. Y a ponerlo de manifiesto, desde diferentes perspectivas pero bajo la premisa común de una Primaria más fuerte, se dedicaron los ponentes, que coincidieron con lo expuesto por el actual presidente de la Asociación Internacional de Economía de la Salud, Guillem López Casasnovas. Se habló de que cuando el escenario macroeconómico es malo y la efectividad en la práctica clínica baja se impone la necesidad de priorizar, y en este marco ello supone descentralizar, dotar de mayor responsabilidad al proveedor e involucrar al profesional, porque el médico es el mejor posicionado para visualizar consumos poco efectivos.
Francisco Hernansanz, subdirector de la Cátedra, expuso que las tres formas organizativas expuestas (entidades de base asociativa, consorcios sanitarios y el modelo de autogestión del general practitioner inglés) coinciden en sus posibilidades: la rápida adaptación a nuevas necesidades y retos; el poder comprar producto intermedio; los ingresos adicionales; el uso más eficiente de recursos y la mayor satisfacción, tanto del profesional como del paciente.
«La Atención Primaria debe conseguir aumentar su capacidad resolutiva, con financiación capitativa, mayor autonomía y competencia por comparación que vengan acompañadas de políticas de fomento del primer nivel asistencial. Para alcanzar este objetivo es preciso, por otra parte, que los médicos generales y de familia consigan un mayor protagonismo en el grado universitario, que permita revertir la situación de la Medicina de Familia y Comunitaria y dotarla del prestigio que tenía antaño, no solo como especialidad médica interesante, sino también como profesión de futuro real.