Tal como se ha advertido desde la AMM, ?los médicos no pueden ser corrompidos ni por este tipo de industria ni tampoco por los gobiernos»
Madrid, 27 de octubre 2008 (Redacción)
?Las relaciones entre médicos e industria farmacéutica han de ser claras y transparentes, puesto que los profesionales no pueden ser corrompidos ni por los Gobiernos ni por esta industria, puesto que su deber es evaluar objetivamente lo mejor para el paciente?. Ésta es en esencia la finalidad con la que la Asociación Médica Mundial (AMM) decidió crear hace menos de un año un Grupo de Trabajo para el estudio de estas cuestiones que, presidido por Dinamarca, ha celebrado su primera reunión durante la 59ª Asamblea de dicha Asociación, celebrada recientemente en Seul, y de la que ha venido informando ?Médicos y Pacientes?.
El primer fruto de la reunión de este Grupo, en el que además de Dinamarca están integrados Brasil, India, Alemania y España, es conseguir establecer una serie de normas de conducta y funcionamiento en las relaciones entre la profesión médica y la industria. Para ello, y como primer paso, se ha acordado la aportación y posterior estudio de los documentos existentes en estos países sobre este tema, así como las normas de que ya dispone la AMM al respecto, así como las procedentes de la Federación Internacional de Asociaciones de la Industria Farmacéutica.
Precisamente, la Organización Médica Colegial, representante por parte de España, en este Grupo de Trabajo tiene previsto enviar la documentación requerida, en la que incluirá la resolución de 2006 de la Comisión Central de Deontología, ?Ética de la relación profesional del médico con la industria farmacéutica y las empresas sanitarias?. La puesta en común sobre todos los documentos enviados se hará en Islandia en el próximo mes de marzo de 2009.
Y es que como ya se recoge en una Declaración de la AMM de 2004, relativa a las relaciones entre facultativos y empresas comerciales, la postura adoptada por dicha organización se apoya en que ?en lugar de prohibir toda relación entre médicos e industria, es preferible establecer normas para este nexo?. Normas que, como añade, ?deben incluir principios clave de información y prevención de conflictos de intereses obvios y la autonomía clínica del médico para actuar por el bienestar del paciente?.
Normas autoimpuestas
Lo que en definitiva persigue la AMM es la defensa del papel de la ética y de la deontología en torno a este tema nunca exento de polémica. En este sentido, las normas que emanan de esta Asociación Mundial, fundamentalmente, de carácter ético y deontológico, a nivel de profesión suelen ser ?autoimpuestas?, es decir, que tanto los españoles como el resto de los países integrantes en la AMM adoptarían como de obligado cumplimiento esas normas que, a su vez, han de servir de base para la revisión de otras ya establecidas o para la creación de otras nuevas en el futuro.