La descripción de algunas de las proteínas que conforman la citada ruta también permite el desarrollo de nuevos procesos biotecnológicos para la síntesis de moléculas precursoras de insecticidas y compuestos de interés farmacológico.
Madrid, 30 d ejulio de 2008.
Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han logrado determinar la ruta que utilizan las bacterias para degradar un componente que forma parte de la estructura de la nicotina, el ácido nicotínico, y utilizarlo como alimento.
El hallazgo, que ha sido publicado en el último número de la revista ‘Proceedings’ de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, podría dar pie a aplicaciones para el desarrollo de filtros biológicos con los que reducir las emisiones contaminantes de nicotina.
Según explicaron los autores del trabajo, la descripción de algunas de las proteínas que conforman la citada ruta también permite el desarrollo de nuevos procesos biotecnológicos para la síntesis de moléculas precursoras de insecticidas y compuestos de interés farmacológico. Además, señalaron que el descubrimiento de genes similares en bacterias patógenas humanas abre una vía de estudio sobre el control del proceso de infección en determinados microorganismos patógenos.
Los autores han identificado en esta investigación los genes implicados en la ruta de degradación aeróbica (con oxígeno) del ácido nicotínico en la bacteria ‘Pseudomonas putida’, empleada con frecuencia como modelo en investigación medioambiental.
En este sentido, el director del trabajo, el investigador del Centro de Investigaciones Biológicas del CSIC Eduardo Díaz, señaló que «a pesar de que el ácido nicotínico, también conocido como vitamina B3, es un compuesto natural muy abundante, sólo se había conseguido describir su ruta de degradación en ausencia de oxígeno».
Por otro lado, los autores estudiaron su presencia en otros tipos de bacterias y descubrieron que los genes objeto del trabajo están presentes en bacterias del suelo y en algunas patógenas para el ser humano. Este dato, según los autores, permite abrir una nueva vía de investigación en torno a estos agentes, ya que trabajos científicos previos han descrito cómo el ácido nicotínico interviene en la modulación del carácter patogénico de ciertos microorganismos.