Madrid, 22 de enero 2009 (medicosypacientes.com)
Expertos de la asociación de lucha contra la lepra Fontilles han reclamado, con motivo de la celebración el próximo 25 de enero del Día Mundial contra esta enfermedad, un mayor diagnóstico de esta enfermedad en las regiones del mundo más endémicas para asegurar el acceso al tratamiento y la cura de la población que aún no ha sido registrada en el censo de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Según los datos de esta organización, el número de casos nuevos de lepra que han sido detectados entre 2001 y 2007 en el mundo, excluyendo la región europea, son 258.133. En concreto, 17 países informaron de más de mil nuevos casos. Estos países, que suman el 95 por ciento de los nuevos casos detectados en el mundo son Angola, Bangladesh, Brasil, China, República Democrática del Congo, Costa de Marfil, India, Etiopía, Indonesia, Madagascar, Mozambique, Myanmar, Nepal, Nigeria, Filipinas, Sri Lanka y Sudán.
En este sentido, el gerente de Fontilles, José Manuel Amorós, señaló que «todos estos nuevos casos van a ser tratados, pero el problema va a aparecer con los no detectados o no registrados, ya que el hecho de que no se registren casos va a generar que no haya medicación para ellos, porque no se va a producir esta medicación».
«Una de las llamadas de atención a los gobiernos de los países endémicos es que registren todos estos nuevos casos que surgen, porque es una enfermedad que a ninguno de los países en vías de desarrollo, entre los que se encuentran India y Brasil, les interesa incluir dentro de sus problemas», añadió.
Por su parte, la miembro de la Junta de Gobierno y del equipo de cooperación internacional de Fontilles, la doctora Mercedes Lozano, destacó que India y Brasil son los países con más prevalencia, aunque «África sigue siendo un continente olvidado, que no reporta datos. Es un deber de la humanidad el ponerle mayor hincapié a todo lo que sucede en este continente, ya que haría variar los datos referentes a esta enfermedad», explicó.
Respecto a los datos mundiales, esta experta señaló que «estas cifras pueden ser falsas, porque muchas veces hay enfermos que no han llegado hasta su censo nacional y, por lo tanto, ese número no ha llegado a la OMS, por ejemplo en África. Casi me atrevería a decir que podría haber el doble de casos, porque muchas veces se han tratado las cifras en vez de los enfermos», matizó.
En cuanto a los datos en España, la especialista en Dematología señaló que el censo, que está a punto de cerrarse, será parecido al de 2007 y estará situado sobre los 23 ó 25 casos nuevos. En concreto destacó que «uno o dos son autóctonos, y el resto son enfermos que han venido de otras partes», especialmente de Brasil, Ecuador o Colombia.
«Muchos de los pacientes con lepra que proceden del extranjero han llegado con la enfermedad, lo que no significa que hayan sido diagnosticados en los países de origen, porque una de las características de esta enfermedad es que el periodo de incubación puede ser muy largo, con lo cual puede haber algún enfermo que ha debutado en España», precisó.
«No hay que olvidar que nosotros viajamos, pero las bacterias también viajan, con lo cual hemos de estar dispuestos –sobre todo la clase médica– a enfrentarnos a una serie de enfermedades que van a tener importancia en nuestro país», señaló.
En cuanto al tratamiento, explicó que es barato y absolutamente gratuito, y consiste en tres drogas: la rifampicina –también utilizado en la tuberculosis–, la clofacimina y la sulfona. «Existe una alianza global entre la OMS, Novartis y Fundación Nippon, que hacen factible esta accesibilidad, y que sea censado y diagnosticado para que pueda tratarse correctamente», apuntó y añadió que «hoy se trata de una enfermedad absolutamente curable, en un periodo de tiempo que puede estar entre los seis y los doce meses».
Por otro lado, la doctora Pérez señaló que la enfermedad infecciosa menos contagiosa que se conoce hoy en día, aunque «hay algo que la sociedad actual aún no ha curado, y es el estigma de la enfermedad. «Cuando se comunica a un paciente que tiene la enfermedad de Hansen, el propio enfermo quiere que no se le comunique a nadie de su familia», explicó.