El investigador Jesús Ávila, del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) considera necesaria una mayor financiación para detectar la enfermedad de Alzheimer en sus fases iniciales, ya que, como explicó, se trata de una “patología asintomática” en sus primeros estadios y es la “única manera de encontrar fórmulas de detección precoz”
Marbella, 22 de julio 2015 (medicosypacientes.com)
El investigador Jesús Ávila, del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) considera necesaria una mayor financiación para detectar la enfermedad de Alzheimer en sus fases iniciales, ya que, como explicó, se trata de una “patología asintomática” en sus primeros estadios y es la “única manera de encontrar fórmulas de detección precoz”. Así, lo expuso durante su participación, como docente, en el curso “Enfermedades neurodegenerativas: de la investigación básica a la clínica”, impartido en Marbella dentro de la octava edición de los cursos de verano de la Universidad de Málaga. El objetivo marcado fue trasladar el conocimiento científico sobre enfermedades neurodegenerativas a la sociedad.
Este profesor del CSIC reclamó, además, un “plan estratégico global en España sobre el Alzheimer”. Ávila aseguró que España “no está mal posicionada en investigación”, pero “podría imitar a países anglosajones y Estados Unidos, donde los proyectos globales se desarrollan durante 20 años”. En este sentido, puso como ejemplo el plan estratégico impulsado por Norteamérica para destinar 77 millones de euros a la investigación de enfermedades del cerebro, entre ellas el Alzheimer.
En el transcurso de su intervención, explicó, asimismo, que el Alzheimer surge 10 o 20 años antes de que el enfermo muestre los primeros indicadores, por lo que el primer diagnóstico “siempre llega demasiado tarde”. Así, el experto consideró que a día de hoy “es un fracaso para la ciencia no poder curarla por falta de métodos de localización temprana”.
Más éxito percibe el profesor en el caso de análisis de “una pequeña parte de enfermos de Alzheimer con un claro origen genético y hereditario”, ha señalado el investigador. “En los ensayos con pacientes que tienen el gen alterado sí se puede actuar en la fase asintomática e inicial, pues los exámenes clínicos, aunque recientes, ya permiten abrir líneas de tratamientos”, ha comentado. Sin embargo, Ávila advirtió que la investigación española necesitará al menos 4 ó 5 años para poder avanzar en este sentido.