En el trabajo más extenso realizado hasta la fecha, investigadores del CSIC han analizado 57 mutaciones en el procesamiento del ARN mensajero de los genes BRCA1 y BRCA2. El estudio de estos mecanismos celulares podrá mejorar el diagnóstico genético y los protocolos de prevención familiares en estos tipos de cáncer
Madrid, 31 de marzo 2010 (medicosypacientes.com)
Investigadores del CSIC que han participado en esta investigación.
(De izquierda a derecha) Mar Infante, Alberto Acedo, David J. Sanz,
Eladio Velasco, Lara Hernández, Mercedes Durán y Noemí Martínez.
(Sentada al frente), Cristina Miner.
Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han analizado el splicing o procesamiento del ARN mensajero anómalo en los genes BRCA1 y BRCA2 y su correlación con la susceptibilidad hereditaria a padecer cáncer de mama y ovarios. El equipo, que acaba de publicar el trabajo en Clinical Cancer Research, subraya la importancia del estudio de este proceso patogénico para mejorar el diagnóstico genético sobre este tipo de tumores e incrementar el número de familias que se puedan beneficiar de los protocolos de prevención.
Se trata del trabajo más extenso realizado hasta la fecha sobre la relación entre el proceso de splicing y la enfermedad en cualquier patología hereditaria: un total de 57 mutaciones de los genes BRCA1 y BRCA2 han sido analizadas.
?El estudio se centra en el cáncer de mama y ovarios hereditarios de alta heterogeneidad genética, en la que aún no se ha resuelto el espectro de predisposición hereditaria?, comenta el investigador del CSIC que ha dirigido el estudio, Eladio Velasco.
En 1994 y 1995 se identificaron los dos principales genes de predisposición, BRCA1 y BRCA2, a los cuales se atribuye una función general de mantenimiento de la integridad genómica y reparación del daño en el ADN mediante recombinación homóloga.
El riesgo de desarrollar cáncer de mama de una portadora de estos genes con 70 años se multiplica por 12: según los investigadores el porcentaje de riesgo es del 85% frente a un 7% de la población general. Las mutaciones en ambos genes aumentan también las posibilidades de padecer otros tipos de cáncer, como el de mama masculina, próstata u ovarios. El riesgo a padecer este último tipo de cáncer va desde el 15% al 40% frente al 2% de las no portadoras.
?Existe un alto porcentaje de test BRCA negativos que dificulta el diagnóstico genético en esta enfermedad. Además, una importante proporción de las familias presentan variantes de ADN de significado clínico incierto no útiles para este propósito. Nuestro equipo decidió investigar estas variantes no clasificadas desde el punto de vista del splicing?, explica el investigador del CSIC.
Para el estudio, los científicos desarrollaron una estrategia combinada de análisis bioinformáticos para la selección de mutaciones en el ADN y ensayos funcionales de splicing en ARN mensajero de linfocitos y/o construcción de minigenes híbridos transfectados (introducidos desde una construcción de ADN) en células HeLa, células tumorales muy resistentes a este tipo de proceso, y células MCF10A, células no tumorigénicas de epitelio mamario, el tejido diana de la enfermedad. Para Velasco, ?el sistema de minigenes tiene la ventaja de poder estudiar el efecto sobre el splicing de cualquier variante de ADN sin necesidad de disponer de ARN de pacientes?.