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Entrevista con el secretario general de Sanidad, el doctor José Martínez Olmos

En esta amplia entrevista concedida a «Medicos y Pacientes», el secretario general de Sanidad, el doctor José Martínez Olmos, repasa los principales temas de actualidad en materia de política sanitaria. Desde los proyectos más inmediatos del Ministerio, hasta el polémico copago, pasando por su analisis sobre el papel del Foro de la Profesión Médica, hasta las últimas novedades sobre troncalidad. También ha desvelado su visión acerca de la Organización Médica Colegial, a la que felicita por haber hecho explícito su compromiso con el Sistema Nacional de Salud, algo que echaba en falta y que le parece fundamental, puesto que, en su opinión, también le permite hacer planteamientos más críticos con más legitimidad

«El copago, como aportación simbólica, no contribuye a la sostenibilidad pero sí a expulsar a gente del sistema sanitario, por lo que el Ministerio de Sanidad está totalmente en contra»

Madrid, 29 de julio 2010 (medicosypacientes.com)

Doctor José Martínez Olmos.

-Una vez concluida la presidencia española de la UE que, desde el punto de vista sanitario, ha resultado fructífera dada la puesta en marcha de varias directivas ¿qué acciones relevantes tiene previsto llevar a cabo el Ministerio de Sanidad a corto plazo,?

-Efectivamente, he de comenzar diciendo que va a ser difícil superar un período como el que acabamos de pasar, ya que gestar tres directivas europeas es casi un hito, teniendo en cuenta que desde 2004 no se aprobaba ninguna directiva sanitaria en la UE. Hemos tenido suerte de que bajo nuestra presidencia se hayan sacado adelante la de trasplantes, la de Sanidad transfronteriza y la medicamentos falsificados. Una vez dicho esto, y volviendo a los planes a corto plazo, muy resumidamente comento que estamos en la fase final de la tramitación de la Ley de Seguridad Alimentaria. Por otro lado, hemos puesto en marcha, un borrador de anteproyecto de Salud Pública que ahora está en trámite de audiencia, y va ser la estrella de los próximos 8 ó 10 meses. Esperamos que sea una Ley que se apruebe por unanimidad, es una Ley importantísima, y según mis cálculos, su entrada en vigor va a coincidir con el 25 aniversario de la Ley General de Sanidad, en abril de 2011. En este sentido, va a añadir a la LGS un elemento fundamental. Entre otros aspectos, pone en valor las actividades de prevención que tanto nos pueden permitir conseguir avances en salud. Muchas de las patologías que tenemos mejorarán en el futuro. Aspiramos a un consenso y unanimidad, por tanto, trabajaremos con la mayor apertura posible para incorporar puntos de vista de todas las fuerzas políticas, puesto que deseamos y aspiramos a que la duración de esta Ley se prolongue, como mínimo, como la LGS.

-España sigue trabajando, ahora en colaboración con Bélgica, sobre la directiva para hacer frente a la falsificación de fármacos ¿qué previsiones hay al respecto?

-Antes de nada, conviene recordar que, a partir de la presidencia española, un tripartito se reparte el mandato durante 18 meses consecutivos, es decir, un trío de países trabaja conjuntamente en este sentido. Nosotros formamos ese trío con Bélgica, a la que le toca ahora presidir, y Hungría, después. En este orden de cosas, una de las prioridades de este trío es la directiva de medicamentos falsificados, dada la preocupación que tenemos por que no entren medicamentos falsificados en el circuito farmacéutico europeo, por tanto, consideramos esta futura directiva como un elemento de seguridad importante. En España, además, se complementará con la elaboración definitiva de la norma de trazabilidad de medicamentos.

-¿Puede concretar algo más sobre esta norma que está por venir?

-Sí, vamos a establecer los mecanismos técnicos correspondientes para conocer la trayectoria de un fármaco desde que sale de un laboratorio hasta que llega al paciente, desde por donde ha pasado hasta quien es el responsable de su elaboración, de la custodia, y de su mantenimiento. Pienso que, con este planteamiento, en los próximos 18 meses tendremos en Europa esa directiva en vigor y en España la trazabilidad, la suma de ello constituye un elemento de seguridad muy importante.

-Sin salirnos del entorno europeo, se ha conocido que la Comisión de Salud del Consejo de Europa se pronunció, recientemente, a favor de la regulación de la objeción de conciencia en el ámbito sanitario ¿Da ello pie a un planteamiento paralelo en España?

-Sobre esta cuestión, mantenemos una posición clara. En España, existe una sentencia del Tribunal Constitucional de hace años, que reconoce el derecho a la objeción de conciencia para la interrupción voluntaria del embarazo, y en base a esa consideración del Tribunal Constitucional los profesionales que han considerado oportuno han podido objetar a lo largo de estos años, y así va a seguir siendo. Por tanto, ahora no nos planteamos ningún tipo de regulación más allá de lo que en este momento tenemos.

-Sin embargo, en las últimas semanas ha sido noticia la proliferación de profesionales que se han declarado objetores de conciencia,?

-Tengo mis serias dudas de que haya tal avalancha de profesionales que se están acogiendo a la objeción de conciencia, además, estoy convencido de que en las CC.AA. tampoco se están cuantificando, aunque es cierto que algunas en las que gobierna el PP aducen la falta de profesionales dispuestos a hacer abortos, tratando de obstaculizar y de poner ?chinitas? en el camino para la aplicación de la Ley, y ni siquiera están averiguando de los que disponen. La normativa lo que prevé es asegurar la prestación, que se cumplieran los requisitos establecidos, y que la prestación fuera asumida por el SNS, bien como servicio de naturaleza pública o bien como servicio de naturaleza concertada.

-Otro de los grandes temas en materia de Salud Pública es el de la modificación de la Ley Antitabaco, finalmente, de la mano de una proposición de Ley, ¿en qué punto nos encontramos al respecto?

-Sin duda, es una Ley que ha generado un gran debate social, y sabemos que la mayoría de la gente está de acuerdo con las modificaciones que se van a introducir. Dichos cambios suponen culminar, definitivamente, avances muy importantes que se han conseguido tras haber logrado eliminar el tabaco en muchos ámbitos de la vida social, con sus correspondientes consecuencias para la salud, que van a ser muy importantes a medio plazo. Al respecto, lo que existe en estos momentos es una proposición de ley, presentada por los Grupos Parlamentarios PSOE-IU-ERC que coincide con la opinión del Gobierno, y que ahora está en trámite. Calculamos que antes de que acabe el año puedan estar incorporadas las modificaciones surgidas del período de enmiendas, y que, definitivamente, a partir del 1 de enero de 2011, sea realidad la imposibilidad de fumar en lugares públicos cerrados.

-¿Los clubs de fumadores pueden hacer peligrar este propósito, al convertirse en coladero para otro tipo de establecimientos hosteleros?

-Con respecto a dicha polémica he de decir que esta cuestión está recogida en la Ley tal como se aprobó en su momento en el Congreso de los Diputados, y por las Cortes Generales, y no se ha modificado en la proposición de Ley ahora presentada. Pensamos que es un tema que está bien regulado y si alguien lo utiliza de manera indebida, evidentemente, está incumpliendo la Ley, porque cae por su propio peso que un club de fumadores nada tiene que ver con, por ejemplo, un reservado de un restaurante.

Profesión médica

-La profesión médica protagonizó hace un mes una manifestación a las puertas del Ministerio de Sanidad para protestar por los recortes salariales y expresar, públicamente, las preocupaciones e incertidumbres de los profesionales. ¿qué respuesta se da a esa protesta desde el Ministerio de Sanidad?

-En primer lugar, mi respeto por cualquier manifestación pública. Los ciudadanos y profesionales somos libres de poder expresar nuestras posturas. El Gobierno ha adoptado una decisión no sólo para los sanitarios sino para el conjunto de los trabajadores de la Función pública, derivado de una situación complicada en la economía española. Además, debo señalar que, en términos cuantitativos, es, incluso, menos relevante que la adoptada por otros países de la UE. Dicho esto, comprendo que los profesionales manifiesten su disconformidad y les tengo que agradecer cómo lo han encajado. He hablado con muchos de ellos y me han expresado que ?no lo aceptan pero que lo entienden?. Porque lo que quieren es que eso sirva para salir de la crisis, que la Sanidad siga siendo fuerte, ése es el sentir de muchos y así me lo han trasladado. Hay que tener en cuenta que es una medida que, cuando la analizamos desde la perspectiva del sistema sanitario junto a las medidas de control del gasto farmacéutico y la constitución de una central de compras, va a contribuir a disminuir el coste del sistema sanitario público y va a favorecer su sostenibilidad.

-El Foro de la Profesión participó muy activamente en esa manifestación. Cómo máximo representante de la Administración sanitaria, aunque también como médico, ¿podría darnos su punto de vista con respecto al papel que ejerce, ahora que acaban de cumplirse dos años de su creación?

-Francamente, la iniciativa de la creación de este Foro ha sido muy interesante, y lo voy a explicar desde mi punto de vista. Supone un espacio de reflexión profesional y no sindical, que yo creo que era necesario. Creo que las cuestiones de reivindicaciones laborales y sindicales tienen su espacio, sus organizaciones. Sin embargo, ésta no es la misión principal que el Foro de la Profesión Médica se plantea, no tiende a ese tipo de reivindicaciones de carácter laboral o sindical. Me parece que hablar del papel de la profesión médica en un mundo tan cambiante y, sobre todo, ante las circunstancias de la gran crisis mundial económica y lo que eso supone para el Estado del bienestar resulta una idea muy, muy interesante, y, por ello, consideramos oportuno mantener una relación fluida y diálogo con este órgano ante determinadas cosas.

-La OMC juega un papel fundamental dentro del Foro de la Profesión ¿lo percibe Vd. también de esa forma?

-Sí y pienso que a ello ha contribuido una cosa que yo venía reclamando a la OMC como es hacer explícito su compromiso con el Sistema Nacional de Salud, que antes no lo tenía, y a mí esto me parece fundamental. El SNS va mucho más allá de quien lo dirige, tanto desde el Ministerio como desde las CC.AA., y yo nunca había escuchado a la OMC defender al Sistema, porque es la manera de defender en definitiva a los pacientes. España ha decidido que el sistema público, y los ciudadanos así lo han aceptado hasta el punto que es el servicio público más valorado, sea la forma organizativa de resolver los problemas de salud, pero había dirigentes colegiales que por razones políticas no querían apoyarlo así, y yo siempre lo he dicho públicamente. Esto no me duele en prenda, estoy hablando del pasado y no señalo a nadie en persona, lo puedo, incluso, comprender porque somos fruto de nuestra propia historia y de nuestra propia evolución. Por tanto, me parece importante que se empiece hablar de que la profesión médica tiene como compromiso el paciente, y una manera de hacer real ese compromiso pasa por comprometerse con la mejora del Sistema Nacional de Salud, su consolidación y fortalecimiento, por encima de quien gobierne. Por tanto, a mi me parece que el paso que ha dado la OMC es muy importante y definitivo. Creo que es una gran contribución en beneficio de los ciudadanos. Eso también permite hacer planteamientos críticos con más legitimidad.

-¿Tiene conocimiento de cómo están los trabajos sobre el dictamen definitivo sobre colegiación obligatoria?

-Es competencia de Hacienda marcar los tiempos correspondientes para sacar la normativa al respecto, aunque considero que estamos en las fases ya casi finales y que en breve tendremos noticias al respecto. Desde el Ministerio de Sanidad, la ministra ha venido haciendo pública su posición favorable a la colegiación obligatoria, lo cual obliga a los Colegios a extremar su papel institucional en el sentido al que antes me refería. Creemos que pueden jugar un papel muy relevante y coincidimos en esa afirmación. Reitero, en este sentido, nuestra apuesta por fortalecer los Colegios profesionales.

-¿Qué valoración hace de la ponencia del Senado sobre RR.HH.? ¿qué utilidad se la puede dar desde el Ministerio de Sanidad?

-Tengo que ser respetuoso con lo que ha hecho el Senado, el respeto institucional es básico. A partir de ahí, he de decir que, en líneas generales, me parece un buen documento, hay propuestas interesantes y otras que, a lo mejor, a las CC.AA. no les parece tanto. Algunas de las sugerencias que se aportan son puntos de vista de los propios sectores interesados que han sido asumidos por los senadores. Hay aspectos de nuestros acuerdos del CISNS que se pueden nutrir de dicha Ponencia, y el Ministerio se las va a trasladar. Hay otras cuestiones que las puede adoptar el propio Ministerio, y otras que pueden asumir por su cuenta las CC.AA. Lo debatiremos en su momento con los consejeros.

Copago

El doctor Martínez Olmos, en
un momento de la entrevista.

-Realmente ¿corre riesgo, en estos momentos la sostenibilidad del sistema?

-El déficit del sistema oscila entre cinco y seis mil millones de euros, aunque hay quien dice que supera los 12 mil millones de euros, pero yo no me lo creo, no obstante, si así fuera, lo que se requeriría ante dicho déficit es ingresar miles de millones de euros, y para ello hay que establecer tarifas recaudatorias elevadas, no vale la tasa de un euro por receta, ni un euro por ir al médico, por poner un ejemplo. De esta forma, la recaudación por tarifa simbólica no sobrepasaría los 600 ó 700 millones de euros que, para un sistema que cuesta en torno a 65-68 mil millones, no resulta una cuantía relevante para su sostenibilidad.

-Sin embargo, cada vez se suman más CC.AA. al debate sobre el copago ¿cree, realmente, cercana su implantación?

-Sobre este tema, voy a ceñirme a explicar la posición del Ministerio que es la siguiente: hay quien está planteando la necesidad del copago para asegurar la sostenibilidad del sistema sanitario. Desde esa perspectiva, hay quien defiende el copago en base a la sostenibilidad y también quien critica, de paso, que no se han tomado medidas estructurales, como si el copago fuera una medida estructural y no lo fuera, por ejemplo, bajar el precio de los medicamentos, una rebaja que queda para toda la vida y con un impacto económico importante. El recorte del salario de los profesionales es otra medida estructural, porque mientras que no se recupere esa cantidad, queda ahí para siempre. En definitiva, el Ministerio de Sanidad no es partidario del copago y sí de los recortes que hemos hecho sobre el gasto farmacéutico y sobre los salarios de los funcionarios del sistema sanitario que, junto a las medidas que hemos adoptado sobre el control de precios de los productos sanitarios, va a traducirse en un recorte del coste de la Sanidad de 4.600 millones de euros anuales. De otra forma, para conseguir esa cantidad mediante el copago, insisto, nos iríamos a tasas muy elevadas para cada ciudadano.

-Por cierto, ¿a qué tipo de copago cree que se hace referencia en estos debates?, ¿podría contribuir a clarificarlo?

-Me da la sensación que, realmente, no se sabe lo que se está planteando cuando se dice que se quiere un copago para asegurar la sostenibilidad, ya que ésta se garantiza si se incorporan recursos en una cuantía similar al déficit que sufre el sistema. Por tanto, si lo que se plantea es un copago para la sostenibilidad a parte que se cambiaría la recaudación por la vía de los impuestos que, en mi opinión, es mucho más equitativa, al establecer una tasa alta se expulsa del sistema a los ciudadanos que no va a poder hacerle frente, algo sobre lo que estamos totalmente en contra. Por tanto, conceptualmente, es una barbaridad quien plantee que el copago sirve para la sostenibilidad. Y si nos vamos a la otra alternativa, la del copago para contribuir o, como piensan algunos, para disuadir demanda innecesaria del sistema, creo que eso de la demanda innecesaria es un concepto sanitario y sólo se sabe si una demanda es necesaria o no cuando el médico está frente al paciente, porque el usuario no es médico, y se puede equivocar al plantearse no ir a consulta para no tener que pagar dos, tres o cuatro euros. Todos estamos de acuerdo en que un mareo o un dolor de cabeza puede ser un síntoma previo a un infarto cerebral, por poner un ejemplo, pero eso lo sabemos los profesionales, no los ciudadanos. Por tanto, un copago como aportación simbólica no contribuye a la sostenibilidad, y con ello se corre el riesgo de que si no se pone tope se expulse a gente del sistema, porque a ciertos colectivos con rentas muy estrechas una cifra aunque sea de cinco euros les va a disuadir de ir al sistema, por tanto, si no se pone tope o límite para no perjudicar, se podría expulsar del sistema a un conjunto de pacientes que podrían necesitar la Sanidad. De cualquier forma, la aportación simbólica si, además, se le pone tope para no perjudicar a los pacientes que más lo necesiten y que dispongan de menos recursos, se convierte en muy simbólica. Esta reflexión no se la he escuchado a ninguno de los que plantean el copago.

-Otra de las medidas anticrisis a la que están recurriendo algunas CC.AA. es la de prescripción de genéricos, incluso, en alguna autonomía se ha decidido vetar la prescripción por marca, autorizada por el Ministerio de Sanidad, ¿qué opina al respecto?

-Por lo que estoy comprobando, no es que se vete la prescripción por marca sino que se incentiva la prescripción por genérico, por principio activo. A mi me parece que, en ese sentido, el diálogo entre la profesión y las CC.AA. que están barajando esa iniciativa, y por las experiencias vividas, podrán solventar la situación. No obstante, estamos siguiendo el tema. La intención reitero es que se incentive eficientemente la prescripción de medicamentos genéricos, eso es lo razonable, lo que no se debe hacer es prohibir.

Pacto por la Sanidad

-¿Cuál es la realidad sobre el Pacto por la Sanidad?

-El pacto por la Sanidad lo concebimos desde un principio como un conjunto de acuerdos en diferentes ámbitos. Uno en el Consejo Interterritorial, como fue el del 18-3-2010, en el que se fijó un acuerdo de enorme relevancia. Resalto que es la primera vez que desde dentro del sistema se plantea su diagnóstico y hoja de ruta, sobre las reformas que han de emprenderse, las cosas que hay que hacer, y ya estamos trabajando en dicha dirección. Ése era el espacio institucional del Ministerio con las CC.AA., sobre las cosas que son de nuestra competencia. Pero hay otro espacio que tiene que ver con el ámbito parlamentario, puesto que hay algunas decisiones que en un pacto hipotético llevarían modificaciones de leyes tales como financiación, fondos de cohesión, participación de profesionales y usuarios en el sistema. En esta parte, la subcomisión del pacto por la Sanidad tiene un plazo hasta el próximo mes de septiembre para llegar a conclusiones. Más luego está toda la cuestión de RR.HH., aprovechando el trabajo que ha realizado la Ponencia del Senado, de la que incorporaremos al acuerdo final una buena parte, no todo, como ya he comentado, porque hay determinadas recomendaciones con las que no están de acuerdo. Soy optimista con este tema, pienso que se va a llegar a buen puerto, he explicado las tres partes del pacto. Su suma es el gran pacto que concebimos. No tiene sentido un pacto sólo a nivel de Grupos parlamentarios sin tener en cuenta las CC.AA., ni tampoco de la otra forma, dado que hay aspectos con matices normativos que no pueden abordarse en solitario.

Troncalidad

-Ya se conoce el primer borrador del R.D. sobre Troncalidad ¿cree que se han salvado los obstáculos más difíciles, o todavía puede complicarse la situación?

-Lo más resaltable, en estos momentos, es el acuerdo básico sobre el modelo, tanto con Comunidades, con las Comisiones Nacionales de las Especialidades, con la OMC, con el Foro de la Profesión Médica, etc. Un acuerdo básico por el que se acepta el modelo de troncalidad, y de las especialidades. De las ?Cuarentipocas? que hay, unas 37-38 aceptan incluirse en troncos, y sobre esa base tenemos un acuerdo que estamos plasmando en un borrador de R.D. Lo que se pretende es que, siguiendo con la línea de consenso que hemos alcanzado, incluso, con los estudiantes de Medicina, ese borrador de R.D. se traduzca en una norma que permita cambiar el modelo. Este cambio que se atisba va a ser de enorme importancia, dado que mejora las posibilidades de formación y, además, permite una cierta flexibilidad en la planificación de necesidades.

-Realmente, ¿se va a contemplar la posibilidad de crear nuevas especialidades?

-Tenemos un acuerdo básico y la decisión del Gobierno es tirar adelante con ese proyecto. Después se dará paso a la discusión sobre las especialidades en concreto, sobre nuevas, etc. pero son dos temas totalmente diferentes aunque, indirectamente, estén relacionados. Lo que quiero que quede muy claro es que una cosa es la definición del modelo de troncalidad como modelo formativo, incluyendo en el las especialidades hoy existentes y cómo se ubican en los distintos troncos, y las que quedan fuera de la troncalidad, en este momento. Otra cosa diferente es si se crean especialidades y dónde se ubican, que también se trabajará eso pero en momentos separados, es decir, son procesos totalmente separados. Por una sencilla razón, porque sobre el primer proceso el consenso ya se la logrado y tiene que cristalizar, y sobre el segundo proceso todavía queda por debatir, es un debate que no debe mezclarse.

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