El modelo actual sanitario sigue anclado en dar respuesta a la enfermedad aguda y a ello parece contribuir ciertas actitudes políticas, dirigidas, de acuerdo con lo expresado por el presidente de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), más a sostener el modelo centrado en la asistencia hospitalaria que a impulsar estructuras que propicien una atención integral y de continuidad en los cuidados a los pacientes. La solución más eficiente para transformar el modelo hospitalocentrista imperante y responder al nuevo reto que supone la atención a la cronicidad radica, a su juicio, en una potenciación de la Atención Primaria puesto que la realidad demuestra que la mayoría de intervenciones a pacientes con enfermedades crónicas pueden realizarse en los centros de salud
Madrid, 19 de enero de 2010 (medicosypacientes.com)
El Dr. Luis Aguilera,
presidente de la semFYC.
-¿Cree que la respuesta asistencial que el sistema sanitario está dando al paciente, sobre todo al crónico, está enfocada, hoy por hoy, a procesos integrados y trayectorias pluripatológicas?
-El modelo actual sanitario, todavía muy centrado en el hospital, está pensado para la enfermedad aguda, y es bueno para eso; pero no lo es para abordar adecuadamente pacientes con enfermedades crónicas. Si no se transforma el modelo, será insostenible.
-¿Observa que entre los médicos que representa se concede más prestigio a la tecnología, a lo molecular en detrimento de lo profesional?
-Los médicos de familia conocemos la importancia que adquiere el abordaje biopsicosocial de cada paciente si de verdad queremos aproximarnos a decisiones diagnósticas y terapéuticas acertadas. Sin embargo, sabemos que seguimos inmersos en estructuras que enfocan las intervenciones de manera exclusivamente biologicista y que ponen el peso de manera excesiva en lo tecnológico, en ocasiones, además, sin estar suficientemente evaluado.
-¿Piensa que los profesionales están influidos por el victimismo, y que es lógico echar toda la culpa de sus males al empleador?
-No hablaría de victimismo. Los profesionales del primer nivel asistencial ponen de manifiesto la existencia de verdaderas dificultades para desarrollar, en el modelo organizativo imperante, toda la capacidad resolutiva para la cual están cualificados.
-En su opinión, ¿disfrutan realmente los médicos hoy haciendo Medicina?
-La resolución de los problemas de salud de nuestros pacientes supone cada día un reto profesional que, en el ámbito de la Atención Primaria, se concreta en aspectos positivos como son la sólida formación específica y los equipos multidisciplinares de los centros de salud; pero asimismo, en aspectos negativos cada vez generadores de mayores trabas, como son la escasa autonomía de gestión y las consecuencias de una distribución de recursos desequilibrada que atenaza a los centros de salud.
-La inercia del profesional resta potencia para llevar a cabo un cambio profundo de roles profesionales, que se precisa, ¿está de acuerdo?
-Los profesionales constituimos uno de los principales motores de nuestro sistema sanitario. Precisamente por eso hemos de ejercer una autocrítica rigurosa que nos permita avanzar hacia modelos de mayor responsabilidad social al servicio de las necesidades reales de los pacientes, con criterios de exigencia y excelencia profesional.
-La actitud del político, sanitario o no, ¿empeora la situación?
-En general, las actitudes políticas van dirigidas más a la potenciación del modelo centrado en la asistencia hospitalaria que al desarrollo de las potencialidades profesionales y de las estructuras que propician una atención integral y de continuidad en los cuidados a los pacientes.
-La principal víctima de este ?maremagnum? sigue siendo el paciente, más que el profesional, o, tal vez, la relación médico-paciente, donde recalan los resultados de todo este tipo de acciones,?
-El conjunto del sistema sanitario se ve afectado; se resiente su eficacia, su eficiencia. Sin duda, la parte más sensible y vulnerable, el paciente, va a ser siempre la más perjudicada.
-Hay nuevas tendencias, nuevas posibilidades, como, por ejemplo, como propugnan ciertos expertos, ?las organizaciones sanitarias integradas?, estrategias compartidas entre ciencia, medicina y sanidad enfocadas a la atención a la cronicidad, ¿tiene conocimiento de ello?
-Es preciso abordar nuevas estrategias de organización que permitan un enfoque más adecuado a esa realidad, y eso implica potenciar la Atención Primaria. La Atención Primaria juega un papel primordial en este proceso pues la mayoría de intervenciones a pacientes con enfermedades crónicas pueden realizarse en los centros de salud.
-Un consejero de Sanidad, el del País Vasco, está tratando de implantar y de extender en su sistema de salud un nuevo modelo de atención basado en el paciente crónico ¿considera que puede dar resultado ante la sostenibilidad del sistema y el rearme moral de nuestros profesionales?
-Aunque todavía es incipiente, confiamos que sí.
-En países como el Reino Unido hay un interés creciente por la mejora de la calidad de la atención a los pacientes crónicos. Al parecer, son tres los factores que han influido para dar prioridad en este tema: incremento de las enfermedades crónicas, (giro en los indicadores de la morbilidad); la percepción de que hay que mejorar en la asistencia a este tipo de enfermos; y el sacar adelante el establecimiento de objetivos, en este sentido. ¿Está España preparada para reaccionar de una forma similar?
-La atención a la cronicidad va ser el centro de las políticas sanitarias en los próximos años. Algunos países como el Reino Unido ya lo han intuido y se han puesto en marcha. Estamos convencidos que el buen diseño que en los años 80 se hizo de la Atención Primaria en España, a pesar de no haberse acompañado de un desarrollo suficiente debido a la escasa inversión empleada desde entonces, es el diseño adecuado para abordar el seguimiento de los pacientes con enfermedades crónicas. La potenciación de la Atención Primaria es la manera más eficiente de responder al nuevo reto que supone la atención a la cronicidad. Y estamos convencidos que la voluntad de gestores, políticos y profesionales va a permitir actuar aprovechando este diseño, capaz de transformar el modelo hospitalocentrista imperante.