Participantes en una mesa de trabajo sobre “Agresiones a sanitarios” celebrada en el marco del VIII FIEM, en la que participó el secretario general de la OMC, el Dr. Juan Manuel Garrote, recomendaron una serie de medidas contra este tipo de violencia, tales como fomentar las denuncias y ampliar la formación de los profesionales en comunicación
Santiago de Compostela, 11 de junio 2015 (medicosypacientes.com)
Participantes en una mesa de trabajo sobre “Agresiones a sanitarios” celebrada en el marco del VIII Encuentro del Foro Iberoamericano de Entidades Médicas (FIEM) recomendaron la adopción de serie de medidas contra este tipo de violencia, tales como fomentar las denuncias y ampliar la formación de los profesionales en comunicación. Asimismo, se decidió por unanimidad, y a propuesta del secretario general de la Organización Médica Colegial, el Dr. Juan Manuel Garrote, la celebración anual del “Día iberoamericano contra las Agresiones al personal sanitario”.
Este tipo de mecanismos que, como se dijo “ayudan a combatir las agresiones contra los profesionales” constituyen una responsabilidad de las corporaciones médicas, sindicatos, asociaciones profesionales y organismos políticos, por lo que todos ellos “habrán de contribuir a su implementación”.
Un elemento fundamental, según se puso de manifiesto, en esta lucha contra el aumento de las agresiones en el colectivo sanitario sería promulgar y, en su caso modificar, las legislaciones oportunas de tal manera que la agresión se viera penada de manera explícita, entendiendo que esto no es una solución definitiva, sino un elemento más en la búsqueda de una solución.
Asimismo, se concretó la creación de un Grupo de Trabajo específico y permanente ? Observatorio FIEM contra las agresiones al personal sanitario a nivel de cada país y a nivel Iberoamericano.
En la Mesa “Agresiones a Sanitarios: Registro de Sanitarios”, celebrada dentro de este encuentro que tuvo lugar en Santiago de Compostela, participó como moderador el presidente del Colegio de Médicos y Cirujanos de Costa Rica, Dr. Alexis Castillo quien remarcó el problema que representan las agresiones a los profesionales sanitarios, un fenómeno internacional “hasta hace poco tiempo, prácticamente desconocido y silenciado por su escasa denuncia”.
Según indicó, “La violencia en el sector sanitario forma parte de la violencia que en el conjunto de la sociedad impera en muchas ocasiones, a los médicos se les ha perdido el respeto”.
El secretario general de la OMC coincidió con el Dr. Castillo en destacar la gravedad del problema que como dijo, “atañe a todos”. El Dr. Juan Manuel Garrote, centró su intervención en la labor que la Organización Médica General está desempeñando para poner freno a esta problemática que actualmente no sólo se reducen a la violencia física o psíquica sino que se extiende, incluso, por las redes sociales.
Como explicó, en 2009 “nuestra corporación dio la voz de alarma en el tema de las agresiones a médicos tras el asesinato de una médico residente en el pueblo de Morata (Murcia). Es a partir de ahí cuando comienza a diseñarse una serie de estrategias para intentar frenar en lo posible este problema, con la puesta en marcha de un Observatorio contra las Agresiones, tutelado por la Comisión Permanente de la Organización Médica Colegial, al que se le dota de un Plan Estratégico, junto a la edición de un manual de prevención contra este tipo de violencia.
Las principales líneas de actuación en esta materia, como explicó el representante de la OMC, están encaminadas a registrar todas las agresiones que llegan a los Colegios de Médicos y nutrir así el registro de agresiones. “Todo ello ?añadió- nos permite obtener la máxima información sobre esta problemática y dibujar el mapa de agresiones en nuestro territorio nacional a sabiendas de que nos manejamos con la punta del iceberg, convencidos de que se producen muchas más agresiones de las que se denuncian”.
Gracias a estos datos se ha podido constatar que la Atención Primaria es el nivel asistencial donde se registran el 50 por ciento del total de agresiones, al ser la puerta de entrada del sistema sanitario español, seguido del Servicio de urgencias.
Respecto a medidas a adoptar, el Dr. Garrote hizo hincapié en un elemento tan importante como la comunicación para prevenir estos actos violentos. En este sentido, destacó una iniciativa formativa promovida desde las Fundaciones para la Formación y de Protección Social de la OMC en la que se ha dedicado un apartado específico a la prevención y abordaje de las agresiones. No obstante, lamentó que en las Facultades de Medicina no se ofrezca este tipo de formación.
En síntesis, y como resumió el secretario general de la OMC, en España se ha mejorado la situación general en relación al año 2009, gracias a acciones emprendidas por los Colegios de Médicos tales como campañas, programas y protocolos de actuación frente a las agresiones que los colegiados van poco a poco conociendo y utilizando; coordinadas por la Organización Médica Colegial y que van dando resultados positivos.
Asimismo, consideró que la opinión pública es más consciente del problema, y cada vez es más copartícipe en su rechazo; las Administraciones Públicas, unas veces con pasos cortos y otras veces con pasos más largos, ponen medios para prevenir amenazas y agresiones; y la Justicia y los jueces cada vez más van sistematizando sus resoluciones judiciales, considerándose como un atentado contra la autoridad cuando el acto de violencia se produce en el ámbito de la Sanidad pública, lo que constituye un logro muy importante para nosotros. Además, el insulto ha pasado de categoría de falta a categoría de delito, elevándose la condena de 60 a 90 días.
En Iberoamérica la situación, al respecto, es muy preocupante, y desde la Confederación Médica Latinoamericana y del Caribe (CONFEMEL) se está trabajando en este tema. Para dar mayor visibilidad a esta problemática y la preocupación de los profesionales por la misma, el Dr. Garrote propuso la creación del Día Iberoamericano contra las agresiones.
Con respecto a los retos, destacó, entre ellos, superar déficits y conseguir alianzas estables desde la cercanía, desde las Consejerías de Sanidad; pero además en una dimensión universal de la situación, “deberíamos pensar en ello como un conjunto en el entorno FIEM”, concluyó el Dr. Garrote.
El vicepresidente del Sindicato Médico de Uruguay, Dr. Gerardo Eguren, valoró muy positivamente la acción que se está llevando en España para acabar con esta lacra, al tiempo que ofreció algunos datos de la situación que se vive en su país respecto a este tipo de violencia. Entre los principales datos, indicó que un 80 por ciento del colectivo médico ha sufrido algún tipo de agresión, la mayoría de las víctimas son mujeres, con un 77,8 por ciento frente al 22, 2 de los hombres.
Por otra parte, el perfil más frecuente de agresor es el del familiar del enfermo, seguido del propio paciente, siendo los servicios de emergencia los lugares más habituales donde se cometen este tipo de actos.
Finalmente, el Dr. Eguren apostó por la creación de un Observatorio de Agresiones homogéneo en la estructura de CONFEMEL, además de considerar conveniente que organizaciones internacionales como la Asociación Médica Mundial (AMM) participen y aporten soluciones a esta situación dramática.
La aportación del ponente de Mexico, Dr. Busto, presidente del Colegio de Médicos, que fue leída, dado que no pudo asistir al Encuentro, parte de la descripción de la situación en su país, donde los médicos, no están protegidos por ninguna normativa frente a su agresor, ni tampoco es un aval de seguridad pertenecer al ámbito público o privado, según se expuso.
En México existe, al parecer, interés por adquirir un conocimiento más a fondo de este problema, de ahí que se haya puesto en marcha una encuesta en la que se ha contado con la participación de unos 3.000 sanitarios con el fin de poder disponer de cifras reales, además, se han realizado denuncias a las autoridades, y se ha establecido un convenio con el Comité Internacional de Cruz Roja, con la que se están llevando a cabo cursos-taller de prevención, como parte del plan estratégico para hacer frente a esta problemática.
Entre sus propuestas cabe destacar: fomentar en la ciudadanía la protección a los profesionales de salud; mejorar de las garantías institucionales para el ejercicio de la profesión; Impulsar la denuncia ciudadana; incrementar las medidas de prevención entre los miembros de la profesión; e implementar el uso de la Telemedicina.
Por parte de Costa Rica, intervino el Dr. Alejandro Jiménez G., fiscal general del Colegio de Médicos quien aporto, como el resto de los ponentes, datos de interés sobre las agresiones en su país. Ahondó, asimismo, sobre las causas de esta problemática destacando factores tales como situaciones de angustia por parte del agresor ante una falta de “información” sobre la situación de un familiar grave, además de largas lista de espera (años) para la atención en consulta programada.
Tiempos prolongados de espera en Servicios de Emergencias, pacientes o familiares que no están de acuerdo en manejo de sus patologías e infraestructuras inadecuadas para otorgar la consulta y espera de estas junto a un maltrato previo al usuario por el personal de salud, podrían ser algunas de esos desencadenanes de este tipo de situaciones.
Para concluir, subrayó que “el personal de salud tiene derecho a trabajar en un entorno seguro, sin la amenaza permanente de la violencia”.
Finalmente, el Dr. Jeancarlo Fernandes Cavalcante, consejero del Consejo Federal de Medicina de Brasil, recordó que “la medicina no es mágica, a pesar de todos los esfuerzos médicos no espere milagro”. “Los tratamientos pueden no acertar al cien por cien, sin embargo, los médicos nunca quieren fallar, pero a veces esto ocurre”.
En su opinión, los médicos, muchas veces, son culpados por la ineficiencia del gobierno, e insistió en “curar cuando sea posible, cuidar siempre y comunicarse al máximo”.
En Brasil, el índice de agresiones ronda el 41% según una investigación del Consejo Regional de Medicina del estado de São Paulo, a la que hizo referencia el Dr. Fernandes Cavalcante, quien señaló que no ha sido hasta los últimos años cuando se ha comenzado a denunciar este tipo de violencia.
Concluyó resaltando el papel de Colegios Médicos y asociaciones sociales y sindicales médicos en la búsqueda de una buena calidad de seguridad para el ejercicio de la medicina en toda América Latina y en la península Ibérica, rellenando el vacio gubernamental en ese aspecto.