Hoy martes, el Dr. Jorge Hodgson Ravina, (Socio Fundador de la Sociedad Española de Ortopedia Pediátrica, SEOP) impartirá en el Colegio de Médicos de Tenerife (COMTF) el curso: “Trastornos y afecciones de la cadera durante el crecimiento del niño”. Este curso forma parte de la amplia oferta formativa que ofrece el Instituto de Formación Médica Continuada de Tenerife (IFMCT), órgano dependiente de la institución colegial.
Santa Cruz de Tenerife, 7 de octubre de 2014 (medicosypacientes.com)
En opinión del Dr. Hodgson, desde el nacimiento hasta la pubertad, todos los huesos del organismo humano crecen gracias a las epífisis o placas de crecimientos existentes tanto en los huesos largos, como el fémur, la tibia, húmero, etc. como en los huesos cortos del esqueleto.
La articulación de la cadera se puede decir que es la más importante articulación existente en la raza humana, ya que soporta y reparte el peso corporal del hombre sobre el suelo, siendo el único mamífero que no es cuadrúpedo y sí bípedo, desplazándose sobre sus extremidades inferiores gracias sobre todo a la movilidad de las caderas que ordenan la marcha sobre las rodillas y los tobillos.
Cualquier alteración o trastorno que afecta a la cadera, hace que la marcha del ser humano se transforme para convertirse entonces en una marcha irregular o cojera que afectará igualmente la cadencia de dicha marcha sobre las rodillas y tobillos.
La cadera, es la articulación mas protegida del organismo, por la musculatura tan fuerte e importante que la rodea o envuelve, acompañándose igualmente de estructuras tendinosas que son vecinas o forman parte de la musculatura que la circunda.
Otras articulaciones están menos protegidas por los músculos como la rodilla, codo o tobillo con lo que la exploración de estas articulaciones para el traumatólogo se hace siempre mucho más sencilla.
El niño recién nacido o neonato, puede tener trastornos de displasia de cadera o llamada luxación congénita, por lo que su diagnóstico debe ser precoz para poder tener un tratamiento adecuado y que así la cadera no se pueda luxar o dislocar de su posición anatómica.
Todas las infecciones localizadas siempre y a cualquier edad en la cadera pueden convertirla en una artritis séptica grave que puede llevar a la destrucción total de unas cabezas femorales que son frágiles por la edad, con cuadros muy graves de septicemia generalizada que pueden llevar incluso hasta la muerte.
Esas caderas siempre en constante crecimiento, con sus epífisis o cartílagos de crecimiento (representan el 18% del total del crecimiento del fémur en la edad adulta la de la cadera y la localizada sobre la parte más distal del fémur, a nivel de la rodilla, representa el resto del 82% del crecimiento del fémur, el hueso más largo del esqueleto), pueden estar igualmente afectadas por su destrucción aséptica o enfermedad de Perthes a partir de los 4-5 años de edad con secuelas importantes que llegarán a la edad adulta la mayoría de ellas en forma de deformidad artrósica de cadera, creando incluso dismetrías o diferencias de longitud en el miembro inferior afectado.
Durante la pubertad, ese cartílago de crecimiento puede estar sometido a fuerzas atenazantes que incidan sobre el mismo y produciendo la caída aguda o por el contrario de forma crónica del casquete de la cabeza femoral o epifisiolisis que según el grado de la patología llevará a la edad adulta a una artrosis de cadera, incluyendo las insidiosas que pasan totalmente desapercibidas hasta la edad madura.
Según el Dr. Hodgson Ravina, es fundamental el conocimiento de estas patologías del niño y localizadas específicamente en la cadera, con exploraciones adecuadas y pruebas complementarias, con tratamientos quirúrgicos por cirujanos ortopédicos pediátricos experimentados en el tratamiento de estas alteraciones graves que afectan a las caderas en crecimiento, para el desarrollo normal del paciente en la edad adulta.
Pensar siempre, que el niño nunca es un adulto pequeño.