José Martínez Olmos intervino ayer miércoles en el ciclo de conferencias de la Fundación Bamberg, dedicado a «Estrategias en Sanidad, Industria e Innovación». Este responsable sanitario hizo un repaso a diversas cuestiones, centrándose, sobre todo, en algunos de los principales retos que, a su juicio, le aguardan al Sistema Nacional de Salud. De entre ellos, destacó la innovación, vital, en su opinión, para la subsistencia del SNS. Además, avanzó la proximidad del Pacto por la Sanidad, favorecido, en parte, por el nivel de coordinación alcanzado en materia sanitaria entre las CC.AA. en los últimos meses
Madrid, 15 de octubre 2009 (medicosypacientes.com)
José Martínez Olmos,
secretario general de Sanidad
La respuesta de las Administraciones frente a la pandemia de gripe A(H1N1) es un claro ejemplo de que el sistema sanitario español goza de buena salud y no está desvertebrado, puesto que desde su descentralización ha sabido responder de una manera correcta a un desafío de Salud Pública como éste. Este hecho supone un signo de optimismo de cara a la consecución del Pacto por la Sanidad, que según el secretario general del Ministerio de Sanidad, José Martínez Olmos, se encuentra en la recta final de su negociación. «Estamos cada vez más cerca del Pacto por la Sanidad, los trabajos están muy avanzados, podríamos decir que nos encontramos en la fase final. Soy optimista al pensar que finalmente se va a poder alcanzar un acuerdo en el Consejo Interterritorial (CISNS), y antes de final de año», tal como expuso durante una conferencia que pronunció, ayer miércoles, dentro del ciclo «Estrategias en Sanidad, Industria e Innovación», organizado por la Fundación Bamberg.
El secretario general de Sanidad no ocultó su satisfacción por el funcionamiento del Consejo Interterritorial en estos momentos. «En realidad, y desde que yo estoy en el Ministerio, a partir de 2004, en el CISNS ha reinado el consenso, aunque si bien es verdad que ha ofrecido hasta no hace mucho una imagen distorsionada, tal vez motivada por factores externos que condicionaban dicha imagen», según sus palabras.
Ahora, Martínez Olmos reconoció sentirse optimista de cara a asegurar el objetivo fundamental que debe imperar en el Sistema Nacional de Salud, como es su sostenibilidad «con valores de equidad, calidad y cohesión, compartidos por la mayoría de agentes que trabajamos en la Sanidad».
A su juicio, en momentos de crisis global como la que estamos viviendo ahora, hay que contemplar la Sanidad no como un gasto sino como una inversión, y hay que hacerlo valer así de cara a lo que puede presentarse en el futuro, lo cual supone hacer un esfuerzo por una gestión eficiente de los recursos».
Innovación
Es evidente que la sostenibilidad ha sido una de las máximas preocupaciones del SNS durante los últimos 30 años y lo sigue siendo en estos momentos, de acuerdo con lo expresado por el secretario general de Sanidad. ?Ante ello, tenemos que ir sorteando los desafíos del futuro?, tal como manifestó en un momento de su intervención.
En este punto, y a su criterio, hay una serie de elementos fundamentales de cara a la sostenibilidad y se están abordando en el marco del Pacto por la Sanidad. Uno de ellos es que la innovación se incorpore al SNS con criterios de racionalidad, ello significa, como explicó, que «el precio de la innovación tiene que ir, de alguna manera, vinculado a la aportación en mejora de la salud que le suponga a los ciudadanos y a los pacientes, y no tanto al esfuerzo de inversión que se hubiera realizado previamente». Y es que para Martínez Olmos, «la puja por la innovación es una apuesta por la supervivencia del propio SNS para dar respuestas a las necesidades de los ciudadanos».
Lo que habrá que afrontar, al respecto, es el problema de coste-efectividad y de coste-eficacia de dicha innovación, en su opinión. Aunque, como reconoció, «resulta difícil hacer una previsión sobre lo que va a costar el SNS en los próximos diez años porque se desconoce qué innovaciones van a surgir o qué enfermedades se van a cronificar», el responsable de Sanidad subrayó que el principal reto consiste en descubrir nuevas fórmulas para mejorar la gestión de los recursos.
Legitimidad social
Martínez Olmos explicó que otro de los elementos que tiene que darse para que la Sanidad sea sostenible es la legitimidad social. Dicha legitimidad viene de la mano, por una parte, de la legitimidad de los profesionales en el ámbito donde trabajan, bien sea público o privado.
Por otra parte, está la legitimidad de los ciudadanos que se nutre, a su vez, de la información emitida tanto por los profesionales como por las Administraciones sanitarias. En estos momentos en los que el acceso a la información es muy fácil, a través de internet, «la información que obtenemos bien sea directamente de nuestros profesionales, bien sea de emisores de información sobre evidencia científica, da lugar a que consideremos que los servicios que recibimos son considerables en términos de calidad y, por tanto, merezcan la pena pagar por esos servicios», según señaló.
El secretario general de Sanidad también aludió en un momento de su intervención a la importancia de las Estrategias Nacionales en Salud , como elemento de peso; así como a las Unidades de Referencia, como elemento de cohesión. Según datos expuestos por Martínez Olmos, ya hay alrededor de 40 aprobadas y la cifra sigue creciendo.