Un reciente estudio presentado por la Fundación Ciencias de la Salud llega a la conclusión de que, en líneas generales, no se aprecian grandes diferencias entre autóctonos y los que llegan de fuera a la hora de demandar atención médica
Madrid, 25 junio 2008 (Redacción)
Los profesores Enrique Regidor y Diego
Gracia, junto a Gabriel Fernández Rojas
En la actualidad existen ciertos tópicos con respecto a la población inmigrante y su utilización de los servicios sanitarios, clichés que no tienen ningún sustento científico, y que estudios como el presentado por la Fundación de Ciencias de la Salud, ?Diferencias en la utilización de los servicios sanitarios entre la población inmigrante y la española?, pretenden desterrar de una vez por todas. Precisamente, como ha destacado el presidente de la Fundación Ciencias de la Salud, el profesor Diego Gracia, lo que se persigue con esta investigación es ?analizar con rigor científico las variantes sobre el consumo de recursos sanitarios que se da entre la sociedad española, de la que los inmigrantes forman parte?.
Del estudio se desprende, tras observarse el comportamiento poblacional de cuatro grandes áreas urbanas: Madrid, Cataluña, Valencia y Canarias, que, en líneas generales, la población inmigrante en España utiliza los servicios sanitarios con menor frecuencia que la autóctona, teniéndose siempre en cuenta que ese patrón general varía en algunos servicios sanitarios dependiendo del lugar de procedencia de la población inmigrante y del ámbito geográfico estudiado.
Otro de los grandes tópicos que queda desarticulado tras este informe es el de que el nivel económico del inmigrante pudiera influir a la hora de consumir recursos sanitarios. Lo ha desmentido el director de la citada investigación, el doctor Enrique Regidor, miembro del Departamento de Medicina Preventiva, Salud Pública e Historia de la Ciencia, de la Universidad Complutense de Madrid. De acuerdo con sus palabras ?el hecho de que los inmigrantes procedan de países ricos o pobres no condiciona su comportamiento a la hora de requerir prestaciones sanitarias?.
Para Regidor, este dato es muy importante puesto que viene a corroborar que es ?la condición de inmigrante en sí misma la que más tiene que ver con la mayor o menor demanda de asistencia?.
Atención médica más demandada
En otro orden de cosas, y según se destaca en las conclusiones del informe presentado por la Fundación Ciencias de la Salud, la consulta al médico general y la hospitalización constituyen los servicios sanitarios en los que se ha encontrado una menor diferencia en su frecuentación entre la población inmigrante y la española. De hecho, y según datos recientes, el porcentaje de población española que ha utilizado Atención Primaria en los últimos 15 días asciende a un 29 por ciento entre Madrid y Cataluña, mientras que entre los inmigrantes ha sido de un 25,6 por ciento.
Donde sí el estudio ha detectado una mayor diferencia ha sido en otros servicios como la consulta al especialista (17,4 población española) (10,4 población inmigrante), y la utilización de algunos servicios privados como el dentista, además de los servicios preventivos, constatándose que en estos apartados es la población española mayor consumidora que la procedente de otros países.
La situación es un tanto distinta cuando nos referimos a los servicios de urgencias, observándose una frecuencia relativamente alta de utilización de este tipo de asistencia, sobre todo entre población procedente de América Central y del Sur, superior a la española, con una diferencia ente una y otra de casi un 25 por ciento.
En relación a la baja utilización de servicios preventivos o de Medicina privada, los autores de esta investigación sospechan que podría estar asociado a motivos culturales, lingüísticos, religiosos, o de tipo burocrático, aunque, como han advertido, ?son hipótesis que no se han podido contrastar?, por lo cual han aprovechado para demandar la realización de estudios de tipo cualitativo que pongan en evidencia todas estas cuestiones.
Para la elaboración de este estudio, se han extraído datos procedentes de población adulta con edades comprendidas entre los 16 y 74 años, procedentes de encuestas de salud realizadas en Cataluña (2006); Madrid (2005); Comunidad Valenciana (2006); y Canarias (2004). Y los servicios investigados han sido los de medicina general y especializada, urgencia, hospitalizaciones, servicios médicos privados y preventivos.