Expertos de este Grupo Científico han descubierto que la mutación del gen EGFR podría ser un marcador predictivo que defina la terapia a seguir y ofrecen su colaboración para los pacientes de aquellos hospitales que no dispongan de los recursos para realizar las pruebas correspondientes
Madrid, 30 de junio 2008 (Europa Press)
Cada año se detectan en España 20.000 nuevos casos de cáncer de pulmón, lo que representa el 18,4 por ciento de los tumores entre los hombres (18.000 casos) y el 3,2 por ciento entre las mujeres (2.000 casos). Es decir, anualmente aparecen 68 nuevos casos en hombres y 14 nuevos casos en mujeres por cada 100.000 habitantes. Además, según datos del INE, en 2006 (último año registrado) murieron en España 19.703 personas por esta enfermedad, siendo la tasa de mortalidad superior a la que registra la suma de los tumores de mama, próstata y colorrectales.
Con el objetivo de estudiar nuevos tratamientos que aumenten la supervivencia y mejoren la calidad de vida de los pacientes, el Grupo Español de Cáncer de Pulmón (GECP) pretende impulsar la investigación sobre cáncer de pulmón en 132 hospitales y 249 médicos de toda España, tal como ha anunciado recientemente. La comunidad que aporta más centros a este programa es Cataluña, con 26, seguida de la Comunidad Valenciana (19), Madrid y Andalucía (16). Sin embargo, es la región valenciana la que aporta más pacientes a la iniciativa, tal como se ha informado desde este Grupo Científico.
Al respecto, como ha apuntado el presidente del GECP, Rafael Rosell, «el cáncer de pulmón es uno de los tumores con peor pronóstico debido a su agresividad y a la dificultad para realizar un diagnóstico precoz».
Perfil genético y tratamientos individualizados
El GECP lleva más de 15 años realizando investigaciones pioneras a nivel mundial con el objetivo de aportar un nuevo enfoque a la sistemática médica actual, crear itinerarios específicos para cada paciente y buscar, de este modo, terapias más efectivas que mejoren la calidad de vida de los enfermos y aumenten las tasas de supervivencia.
Asimismo, el grupo apuesta por la individualización de los tratamientos a partir del perfil genético de cada paciente y por eso estudia la aplicación de los hallazgos de la biología molecular a la práctica clínica diaria. De tal forma que centra sus investigaciones en la búsqueda de las alteraciones genéticas en el tumor y su respuesta ante diferentes tratamientos.
Un ejemplo de ello es el reciente estudio presentado por el grupo en la 44 Reunión Anual de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO) con respecto a pacientes que presentan la mutación de un gen denominado EGFR. El grupo de pacientes que presenta una mutación de este gen representa, aproximadamente, el 10 por ciento de los casos.
Precisamente, los expertos del GECP han descubierto que la mutación de este gen podría ser un marcador predictivo que defina la terapia a seguir y «parece condicionar, además, que el enfermo que lo presenta tenga una mayor supervivencia respecto del que no lo tiene» tal y como indicó el doctor Rosell, también director científico del Instituto Catalán de Oncología de Badalona, quien subrayó que se trata de un hallazgo de gran relevancia ya que sólo un 12,5 por ciento de los pacientes sobrevive más de cinco años.
Por ello, conocer el perfil genético es fundamental a la hora de prescribir el tratamiento, por lo que el GECP se ha ofrecido a realizar estas pruebas de manera altruista en sus laboratorios para los pacientes de aquellos hospitales que no dispongan de los recursos para realizarlas. «Queremos que nuestros descubrimientos en biotecnología permitan que el enfermo pueda tener el mejor pronóstico posible y el mejor tratamiento posible», destacó el máximo responsable del GECP.
A pesar de la trascendencia internacional de los estudios realizados por GECP, con 13 investigaciones presentadas en el reciente congreso americano de ASCO, el Grupo considera que España aún tiene un largo camino por recorrer en materia de investigación. De hecho, mientras la media europea de inversión pública en I+D es de casi 4 euros por persona y año, en España no llega ni al euro. Junto a la necesidad de potenciar la inversión pública, el GECP aboga por impulsar la privada.