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El Eccema Crónico de las Manos, una enfermedad que dificulta encontrar y mantener el puesto de trabajo

Esta enfermedad afecta al 10% de la población española y puede acabar con la trayectoria profesional de una persona. Es difícil saber el número de bajas laborales que causa, aunque se estima que más del 20% de las personas que presentaban esta patología estuvieron de baja laboral, pudiéndose prolongar hasta 4 semanas al año

Madrid, 20 de mayo 2009 (medicosypacientes)

El Eccema Crónico de las Manos (ECM) es una enfermedad dermatológica que, según se estima, afecta al 10% de la población española y la forma crónica y severa de la enfermedad, a un 7% de éstos. Su origen responde a varias causas tanto endógenas como exógenas. En este sentido, el contacto prolongado con determinadas sustancias químicas es un origen muy frecuente de la patología.

Es difícil saber el número de bajas laborales que causa, porque existe un importante subregistro de esta patología, lo que no permite conocer cifras reales. Se estima que más del 20% de las personas que presentaban ECM estuvieron de baja laboral, prolongándose ésta durante aproximadamente 4 semanas al año.

En esta sociedad adicta a la imagen, las manos son una de nuestras tarjetas de presentación. Los síntomas del ECM dan a las manos una apariencia que la sociedad interpreta equivocadamente como ?descuidadas?. ¿Cuántas personas llegarían con esas manos al final de un proceso de selección para ser admitidas en un puesto de trabajo?; ¿Se conocen despidos por esa apariencia de las manos?; ¿Están las empresas dispuestas a reubicar en otro puesto al trabajador que tras años de dedicación se encuentra con la enfermedad?; ¿Pueden asumir esos costes los pequeños empresarios que representan un alto porcentaje de la economía española?… . Algunas personas se han visto obligadas a cambiar de profesión, pero hay también otras a las que la vida no les ha permitido esa oportunidad.

El centro nacional por excelencia para la realización de pruebas diagnósticas del ECM, determinar en qué casos es enfermedad laboral y recomendar las mejores soluciones terapéuticas, se encuentra en el Servicio de Dermatología Laboral de la Escuela Nacional de Medicina del Trabajo (Instituto de Salud Carlos III). El Jefe de este Servicio de Dermatología, Dr Luis Conde-Salazar, considera que ?son múltiples las profesiones, principalmente de la construcción, los obreros metalúrgicos, peluqueras, hostelería y limpieza, etc. en las que la principal afectación cutánea se localiza en las manos y en la mayoría de los casos se trata de un ECM siendo en ocasiones invalidante para su profesión. El estudio de estos enfermos es complejo, debiéndose realizar pruebas alérgicas de contacto a los productos que maneja y a sus componentes, así como valorar la posible concomitancia con factores endógenos que pueden ser causa de las lesiones o un factor importante en su desencadenamiento y mantenimiento del cuadro cutáneo.?

Coste emocional

Hacer una separación entre vida laboral y vida familiar es simplemente marcar un límite artificial. Por eso el ECM tiene a veces un tremendo coste emocional en la persona que lo padece y también en quienes le rodean. Todos acaban siendo víctimas del cambio que en sus vidas puede provocar la aparición de la enfermedad en el seno familiar.

El ECM tampoco respeta la igualdad de género. Para muchas mujeres, el papel que juegan sus manos en su actividad laboral es todavía más importante que en el caso de los hombres. Curiosamente, uno de los colectivos profesionales menos sensibilizados con la problemática del ECM son las peluqueras, y hasta un 80% de las aprendizas de peluquería se ven afectadas.

Tampoco es fácil conciliar la rutina diaria y la vida laboral con los tratamientos actuales. Esperar horas a que se reabsorban las pomadas, tener las manos grasientas todo el día, la obligación de ponerse guantes para no manchar con la grasa o el tiempo empleado en ponerse cremas dos o tres veces al día, son todas acciones que acaban minando la paciencia y la confianza de estos enfermos en sus tratamientos.

Una cápsula al día tomada en las comidas frente a todo lo anterior, puede ser la nueva esperanza de quienes padecen ECM. Alitretinoína es un derivado de la vitamina A que se ha confirmado como el único producto con eficacia probada hasta ahora en ECM severo, refractario al tratamiento con corticoides potentes de uso tópico. Esta afirmación ha sido científicamente demostrada mediante un estudio multicéntrico, doble ciego, controlado mediante placebo, en el que se incluyeron 1.032 pacientes, de más de 100 centros en 11 países.

Hasta el 48% de los pacientes pueden alcanzar con alitretinoína una remisión total de los signos de su enfermedad y un 75% pueden lograr una mejoría de los síntomas.

Eficaz, bien tolerada y con un buen perfil de seguridad, la alitretinoína sólo puede ser tomada bajo prescripción médica, pues necesita control de su potencial teratogénico, así como de otros aspectos propios de los retinoides.

Estamos ante una potencial solución terapéutica de la que se espera no sólo que mejore a los pacientes con ECM. También puede aportar grandes beneficios a sus situaciones laborales, nuevas oportunidades de desarrollo profesional y consecuentemente, grandes cambios en la vida familiar.

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