El Dr. Mariano Casado, miembro de la Comisión Central de Deontología de la Organización Médica Colegial (OMC), recibió el premio Nicolás Rodríguez de Abaytúa por su labor de investigación sobre Bioética y Deontología Médica, que entrega la Real Academia Nacional de Medicina
El Dr. Casado presentó un trabajo sobre la atención médica al final de la vida, desde un punto de vista deontológico, en el que realiza un recorrido por las distintas legislaciones existentes en España relacionadas con este asunto y presenta un planteamiento de cómo debería ser. En el texto hace una defensa de los cuidados paliativos y se posiciona en contra de la eutanasia y señala que “a los médicos no se nos ha formado para afrontar la muerte y se sigue viendo como si fuera el fracaso del profesional, por eso es necesario hablar de la forma de morir”.
El experto explicó que “la eutanasia es lo opuesto, lo contrario, la otra cara de la moneda de lo que es y lo que se entiende por cuidados paliativos”. Cuando un cuadro clínico ha llegado a tal extremo que lo que realmente necesita el paciente es dar respuesta a sus necesidades físicas, psíquicas, familiares y sociales e incluso espirituales y cuando ya no es posible intentar curar algo que no lo es, es cuando deben y tienen que estar presente los cuidados paliativos, facilitando bienestar dentro de lo posible tanto al propio paciente como a su entorno familiar.
“Ahí se demuestra el compromiso profesional y ético que tiene un médico, participando y ayudando al paciente cuando este nos demanda una ayuda. Por su parte, cuando hablamos o mejor mencionamos la palabra “eutanasia” en contra de su significado etimológico, representa una práctica contraria a la ética médica y a la propia deontología que debe inspirar a todo médico”, afirmó.
Este galardón de la RANM rinde homenaje al Dr. Nicolás Rodríguez y Abaytúa, nacido en Madrid el día 16 de octubre de 1855 y fallecido el 22 de enero de 1921. Fue fundador y después presidente de la Academia Médico-Quirúrgica Española y de la de Hidrología Médica; fundador de la de Terapéutica y Farmacología, de la Real de Ciencias Médicas de La Habana, fundador de la Sociedad Española de Higiene, vicepresidente del Colegio de Médicos de Madrid y del Ateneo.
Al morir dejó dispuesto en su testamento que su biblioteca íntegra (con libros, librerías y muebles) pasase a propiedad de la Real Academia, y además establecía, con todo detalle de instauración y desarrollo futuro, una serie de legados y premios para jóvenes licenciados y doctorandos para trabajos destacados, conductas ejemplares de facultativos, que cada año adjudica la Academia.