El aumento en la demanda de servicios sanitarios y el alza de las bajas laborales, prolongado en un tiempo determinado y relacionado con un deterioro persistente en la salud general del conjunto de la población española, podría tener un impacto en la economía del país "significativo", según un estudio del Banco de España publicado este miércoles
En concreto, estos desarrollos podrían requerir un incremento estructural del gasto sanitario y de la demanda de profesionales en las ramas de la salud, subraya el organismo financiero, que sin embargo afirma que es «muy difícil de cuantificar».
También podría limitar la cantidad del factor trabajo disponible en la economía, a pesar de que, como explica la autoridad monetaria, en España no se dispone, por el momento, de información suficientemente detallada para extraer conclusiones definitivas sobre el impacto que el empeoramiento de la salud tras la pandemia pudiera estar teniendo en las decisiones de participación laboral.
Una segunda vía por la que un «hipotético empeoramiento persistente» de la salud de la población podría afectar negativamente al producto potencial de la economía es a través de la productividad.
Según el barómetro sanitario del CIS, ocho de cada diez pacientes en noviembre de 2022, al acudir al médico de cabecera, tuvieron que esperar más de un día hasta ser atendidos, frente al 55,1% de antes del Covid.
En este sentido, en el caso de los médicos especialistas, la última ola del estudio refleja que el número de pacientes que tuvieron que esperar más de tres meses ha pasado del 25,8%, previo a la pandemia, al 37,9% casi al cierre del año 2022.
Respecto a las bajas, en el promedio del ejercicio anterior, un 4,15% de los ocupados que participaron en el estudio declararon no haber trabajado en la semana anterior a ser entrevistados, ya fuera por enfermedad, incapacidad temporal o accidente, lo que «mantiene la tendencia creciente» observada en las bajas laborales desde 2020, según el Banco de España.
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