El presidente del Colegio de Médicos de Huesca, Dr. José María Borrel, ha reivindicado la necesidad de protocolos de actuación con soporte legal ante situaciones extremas en zonas rurales a fin de evitar accidentes como el sucedido el pasado miércoles en el que perdió la vida un médico de A.P. Rural cuando acudía a trabajar a su centro de salud
Tras expresar sus condolencias tanto a los familiares del médico fallecido como a los de la mujer de 60 años que también murió en el accidente y el deseo de la pronta recuperación del conductor herido en el siniestro, el Dr. Borrel ha reivindicado poder disponer de estas medidas “para poder actuar adecuadamente en situaciones extremas, optimizar recursos y reducir riesgos y, en definitiva, muertes evitables del personal sanitario”.
Los médicos de A.P. rural se enfrentan cada día a considerables distancias para llegar a los pacientes que han de atender en un entorno escaso de servicios y, por lo general, con una población muy envejecida.
Otros colectivos profesionales, argumenta, “activan sistemas para reducir la actividad a consecuencia de la climatología”. Algo que no sucede en caso del colectivo médico “que tiene que realizar cuantos desplazamientos sean necesarios a cualquiera de los puntos donde se demande su presencia, corriendo muchas veces unos riesgos innecesarios, de ahí, el sentido de esta demanda”, señala.
Como en los centros de salud siempre hay un equipo de guardia, la idea que defiende el Dr. Borrel pasa por una distribución adecuada de profesionales que permita reducir el riesgo, sobre todo, en situaciones adversas provocadas por la climatología, teniendo en cuenta, advierte, que en situaciones extremas “todo el peso no puede recaer en el profesional sanitario”.
Además, insiste, “los recursos que la Administración sanitaria pone a nuestra disposición son muy limitados, partiendo de que para prestar la atención continuada y trasladarnos al domicilio del paciente la mayoría de los médicos rurales tenemos que aportar nuestro propio vehículo, ya que el centro solo pone uno a disposición del personal”. Tampoco -añade- “se nos facilita la vestimenta adecuada para este tipo de circunstancias”.
Según lamenta el presidente del Colegio de Médicos de Huesca, queda, muchas veces, no queda más remedio que acudir a personal de otros cuerpos como la Guardia Civil, “el problema es que ante situaciones adversas tampoco dichos agentes están disponibles bien porque también están involucrados en el suceso o porque consideran que no son sus competencias”.
Este médico de A.P. rural recuerda casos realmente llamativos, como el de una compañera con un cupo de 1.000 pacientes en un centro de salud que, además, había de recorrer una serie de kilómetros casi a diario para hacer recetas en otras localidades. “A pesar de proponer medidas que pudieran satisfacer a ambas partes, fueron rechazadas por las autoridades locales, por más que se insistió, hasta que tuvo un accidente con su coche”.
“Los ayuntamientos –asegura- prefieren prescindir de otros servicios antes de la asistencia médica porque están convencidos de que garantiza la estabilidad y la supervivencia del pueblo, sobre todo, en las localidades con menor número de habitantes”. Sin embargo, el riesgo se multiplica para los médicos al tener que asistir en consultorios escasamente dotados, “lo que contribuye, además, a un posible incremento de errores médicos”, concluye el Dr. Borrel.
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