Con la premisa de la salud en la cúspide de las prioridades, la declaración del estado de alarma por la pandemia del coronavirus generó un escenario completamente inédito en nuestra sociedad.
La secuencia de medidas para tratar de equilibrar por un lado la contención de los contagios y por otro la apertura en la actividad económica han sido circunstancias clave, que han marcado el devenir de los últimos meses, tanto en materia sanitaria, como en el resto de ámbitos de la vida.
Con ese punto de partida el salón de actos del Colegio de Médicos de Segovia albergó una jornada titulada ‘Sanidad, economía y libertad en tiempos de covid-19’ reuniendo en su sede al presidente de los médicos segovianos, Graciliano Estrada, al empresario y presidente de la FES, Andrés Ortega y al magistrado y presidente de la Audiencia Provincial de Segovia, Ignacio Pando.
La emergencia sanitaria configuró un panorama nunca visto en las sociedades desarrolladas y España no fue ajena a ello. Al hablar de la crisis motivada por el SARS Cov-2, el presidente recordó que si bien fue una crisis sanitaria, “ha tenido unas consecuencias en todos los órdenes de la vida”, dibujando un panorama “que nadie hubiéramos podido imaginar jamás” y que ha generado el debate sobre la necesidad de crear mecanismos de respuesta como “una nueva ley de Salud Pública o la reconversión de algunas estructuras de la economía”.
Preguntado sobre la posición intermedia que han venido ocupando los profesionales sanitarios y expertos epidemiólogos entre los políticos y la ciudadanía, Graciliano Estrada explicó “nos hemos visto en el foco, sin pretenderlo” pero teniendo en cuenta “si bien somos médicos, también somos personas y queríamos ver a nuestros seres queridos y deseábamos igualmente hacer todas las cosas que se habían suprimido”. No obstante, indica, la prioridad del colectivo siempre ha sido “proteger la salud y a los ciudadanos de esta pandemia”.
Sobre el día a día y cómo llegan a este verano de 2021, Estrada afirmó que “se va volviendo a la vieja normalidad poco a poco”, sin perder la ocasión de llamar a la prudencia para “mantener cosas que han sido positivas durante la pandemia, como la formación online” y que han llegado para quedarse.
Economía
Tomó la palabra el presidente de la Federación Empresarial de Segovia, Andrés Ortega, para exponer la visión de los empresarios durante las sucesivas oleadas, en la medida en que se iban modulando las restricciones que afectaban a sectores clave en provincias como Segovia. Si hay que extraer una enseñanza de lo vivido, Ortega cree que la apuesta por el I+D+i y todo lo relativo a la digitalización debería acompañarnos de forma decidida en el futuro, haciéndose más presentes tanto al sector público, como en el privado.
En la actualidad después de todas las restricciones “empezamos a ver la luz, empiezan a llegar las buenas noticias y eso es motivo de optimismo, que suele derivar en inversiones económicas y contrataciones” dice Ortega, quien recuerda que la economía requiere de certidumbres y escenarios despejados. El presidente de la patronal segoviana lamentó no haber recibido más ayudas y apoyo “tanto del Gobierno Regional, como, sobre todo, del Nacional”, ante una situación dramática, durante la cual, recordó, el tejido empresarial ha tenido que hacer un gran esfuerzo para dotarse de medios y protocolos de seguridad e higiene con el fin de combatir la pandemia. Echó en falta que las medidas que se implementaron en forma de restricciones, se hubieran apoyado en “más evidencia científica” para no cerrar la actividad bruscamente.
Libertad
El final de las restricciones está teniendo también su consecuencia en los tribunales, donde poco a poco se vuelve a la normalidad, como refleja el hecho de que “ya se ha podido realizar algún juicio con jurado y eso es una buena noticia”, en palabras del presidente de la Audiencia Provincial, Ignacio Pando. En cuando a la dinámica de trabajo, reconoce que 2020 fue un año con diferentes índices en la carga laboral, ya que en apartados como la violencia de género “se ha registrado un aumento importante”, incremento que también se espera en lo relativo a los contenciosos de carácter social y mercantil “cuando se compruebe que quizá muchas de las empresas no van a poder continuar con su actividad”, dice.
Sobre el debate jurídico surgido sobre si el confinamiento podría decretarse en un estado de alarma o requería un estado de excepción, Pando se muestra cauto, insistiendo en que hemos sufrido una situación absolutamente insólita, sin precedentes y eso ha provocado que no hubiera jurisprudencia al respecto, “se ha ido haciendo lo que se podía y ahora se están revisando las cosas por si se hicieron bien o mal”. Y sobre la anulación de las multas, recuerda que muchos juzgados de lo contencioso ya estaban interpretando “que las sanciones sobre desobediencia no tenían una base legal y, de hecho ya se estaban anulando porque no existía un régimen sancionar en el decreto de estado de alarma”.