La práctica de estas terapias se lleva a cabo desde hace tres décadas. No obstante, ha sido en los últimos diez años cuando se ha expandido su uso en las unidades de hospitalización y las unidades de día
Bilbao, 13 de mayo 2009 (medicosypacientes.com)
La expresión corporal a través del baile, el mimo o la relajación y la expresión artística centrada en la pintura, la escultura, la fotografía o la música cobran cada día más importancia entre los profesionales de la salud mental. Así lo refiere José Guimón, coordinador del I Simposio de Terapias Corporales y Artísticas que se celebró en el Hospital de Basurto, organizada por el propio centro sanitario, el gabinete de Avances Médicos, S.A. (AMSA) y la Universidad del País Vasco (UPV-EHU) y reunió a cerca de cien profesionales sanitarios con experiencia en dichas disciplinas.
Subraya José Guimón que «la práctica de estas terapias se lleva a cabo desde hace tres décadas. No obstante, ha sido en los últimos diez años cuando se ha expandido su uso en las unidades de hospitalización y las unidades de día». ¿Por qué? Guimón entiende que «se trata de un conjunto de técnicas que reducen las defensas del individuo a la hora de expresar sus conflictos. Donde determinado tipo de gente encuentra dificultad para contar qué le pasa, la danza o la pintura, pongamos por caso, le provoca una liberación, una vía de salida de sus emociones que facilita al especialista la comprensión del problema».
La incursión de las terapias corporales y artísticas en las instituciones públicas en Europa, Estados Unidos y en países latinoamericanos como Argentina, Brasil y México, demuestran el proceso de validación que éstas han mantenido en el tiempo. Asevera el doctor Guimón que «los tratamientos de este tipo se realizan en las unidades de día y suelen alternarse con una sesión de terapia verbal para ganar en eficacia».
En lo que se refiere a las patologías donde se observa con mayor claridad la eficacia de este tipo de actividades, el experto señala que «las terapias sobre la fibromialgia, la anorexia, la bulimia y las drogodependencias obtienen buenos réditos con este tipo de actividades que también tienen su aplicación en trastornos severos como la esquizofrenia». En cualquier caso, añade el especialista, «su rentabilidad en términos científicos es equiparable, en según que casos, a la terapia verbal».