Describir detalladamente las alucinaciones auditivas permite señalar de una forma más precisa dónde está la zona del cerebro que funciona mal, ocasionando los síntomas de la esquizofrenia
Madrid, 3 de diciembre de 2008 (Europa Press)
Las alucinaciones auditivas son un síntoma muy característico y frecuente de la esquizofrenia y, de hecho, se estima que hasta un 70% de los individuos que padecen esta enfermedad sufren este tipo de alucinación, según señaló la doctora del Hospital Clínico Universitario de Valencia, Olga Brotons, en su trabajo ?Biología de las alucinaciones auditivas: alteraciones metabólicas en el tálamo? premiado en el XII Congreso Nacional de Psiquiatría.
Las alucinaciones auditivas pueden ser definidas en función de sus múltiples dimensiones, tanto por la frecuencia de aparición y repercusión emocional producida -pueden producir mayor o menor grado de ansiedad-, si son escuchadas dentro o fuera de la cabeza, según la capacidad de control sobre ellas, y el contenido.
Según la doctora Brotons «esta faceta multidimensional facilita el estudio de las alteraciones biológicas que subyacen a ellas». En este sentido, describir muy detalladamente las alucinaciones auditivas permite señalar de una forma más precisa dónde está la zona del cerebro que funciona mal, ocasionando los síntomas de la esquizofrenia.
Para su trabajo, la doctora Brotons estudió el metabolismo del tálamo mediante espectroscopia de resonancia magnética, una técnica que permite conocer el funcionamiento del cerebro. Este estudio del tálamo permitió saber qué características de las alucinaciones auditivas se relacionan con las alteraciones del tálamo. Así, se observó que «las características más condicionadas eran las que daban una idea sobre los aspectos emocionales, como la ansiedad que producen, si resultan negativas para la persona,» y aquellas que explicaban la forma o el lenguaje de las alucinaciones, el volumen y su duración», apuntó Brotons.
A modo de conclusión, la doctora Brotons afirmó que los resultados del estudio muestran una base biológica que apoya un modelo teórico que explica la aparición de las alucinaciones asegurando que las personas con esquizofrenia tienen una vulnerabilidad para presentar alteraciones del procesamiento de las emociones y del lenguaje, lo cual condiciona la aparición del síntoma.