A lo largo de la infancia y la adolescencia, la salud de los pulmones puede verse especialmente alterada por los factores contaminantes del aire con efectos que pueden desembocar en patologías respiratorias crónicas en la edad adulta. Es por ello que la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica recomienda adoptar medidas que protejan a los niños de estas enfermedades
Madrid, 21 de septiembre 2011 (medicosypacientes.com/E.P.)
Según datos de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), el 30 por ciento de las enfermedades infantiles están asociadas al medio ambiente, de ahí que los expertos aconsejan proteger a los niños de las enfermedades respiratorias que tienen su origen en la contaminación medio ambiental, en concreto en la contaminación del aire debida a gases y partículas emitidas por el transporte y las industrias, pero sobre todo por el tabaco.
Los profesionales de las enfermedades respiratorias creen oportuno lanzar este tipo de mensajes porque, como explica el presidente de la SEPAR, Juan Ruiz Manzano, «los pulmones no están desarrollados al nacer, ni siquiera en un niño de 8 años, sino que se desarrollan hasta alrededor de los 18 años».
Según, los neumólogos, a lo largo de la infancia y la adolescencia, la salud de este órgano puede verse especialmente alterada por los factores contaminantes del aire con efectos que pueden desembocar en enfermedades respiratorias crónicas en la edad adulta. Los efectos de la exposición van desde las malformaciones en el período prenatal hasta el asma infantil o la obstrucción pulmonar crónica en la edad adulta.
Los más vulnerables a la contaminación
En la actualidad, «se calcula que un 35 por ciento de la población española respira aire contaminado pero son los dos extremos de la vida, los recién nacidos y las personas más mayores, los más vulnerables al efecto de la contaminación en las ciudades» explica, por su parte, el secretario general de la SEPAR, el doctor Eusebi Chiner.
Esta Sociedad Científica recuerda que los niños que residen a menos de 300 metros de una autopista tienen un menor desarrollo pulmonar que los que residen a 1.500 metros, a causa de la toxicidad de los motores diesel. La reducción de la función pulmonar infantil es un conocido factor de riesgo en el desarrollo y empeoramiento del asma y el posterior desarrollo de EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica).
Asimismo, los niños y los asmáticos son los más afectados por la exposición a concentraciones de NO2 que se relacionan con enfermedades respiratorias crónicas, el envejecimiento prematuro del pulmón y con la disminución de su capacidad funcional.
Efectos del tabaco en menores
Por otra parte, numerosos estudios han mostrado los efectos del tabaco en los hijos de madres fumadoras. Así, la talla y el peso de los bebés de madres fumadoras persistentes es menor que en los bebés de madres no fumadoras. Del mismo modo, los niños que sufren exposición pre y post natal al tabaco tienen mayor riesgo de sufrir infecciones respiratorias en los primeros años de vida y de ser diagnosticados de asma.
Otra de las preocupaciones puestas de manifiesto por los neumólogos es la edad de inicio al consumo de tabaco, que en España se sitúa en los 13 años. Tal y como puntualiza el secretario general de la SEPAR «a los 13 años se prueba el tabaco, a los 14 se fuma a diario y entre los 18 y los 29 es cuando se condensa la mayor franja de fumadores, un casi un 34 por ciento».