La Dra. M.ª Isabel Moya, vicepresidenta primera de la Organización Médica Colegial, participó este viernes, 28 de febrero, en la mesa redonda Situación laboral de los profesionales médicos en Europa en el marco de las “Segundas jornadas internacionales del Círculo de la Sanidad. Innovación y desarrollo: el sistema de salud español en el mundo”.
En primer lugar, la vicepresidenta primera de la OMC señaló que actualmente hay una crisis mundial de los recursos humanos en los sistemas sanitarios. Aunque se trate de un problema mundial, hay disparidades entre países, dependiendo de la combinación de los factores determinantes, que son diversos y múltiples, por lo que el abordaje para este problema global debe tener en cuenta el contexto local”, afirmó.
Antes de profundizar en la situación laboral de los médicos en Europa y destacar los desafíos más importantes que existen para la profesión, la vicepresidenta hizo dos consideraciones preliminares. La primera, hay que tener en cuenta el contexto mundial de crisis en el que están inmersos los sistemas sanitarios, por cuatro razones fundamentales:
- porque los costes de las prestaciones sanitarias son cada vez más elevados (se estima que el 20% del coste total global en salud se desperdicia en acciones que no aportan valor en resultados en salud de la ciudadanía o en procesos ineficientes),
- porque hay escasez de recursos humanos (según la OCDE, en su último informe, en Europa faltan cerca de un millón y medio de profesionales de la Medicina y la Enfermería),
- porque aumenta la demanda debido a los cambios demográficos y a la cronicidad,
- y porque los sistemas sanitarios miden deficientemente lo que se hace, y entonces hay mucha variabilidad clínica que hace ineficientes e insostenibles los sistemas sanitarios.
La segunda consideración es que “tenemos un gran problema con los datos”, no tenemos datos comunes y estándares referentes a los recursos humanos en sanidad, concretamente acerca del número de profesionales de la Medicina y eso nos limita la capacidad analítica.
Entrando en materia, Moya expuso cuatro desafíos en la planificación y gestión de los médicos: escasez de profesionales, la movilidad profesional y flujos migratorios, la estandarización en las competencias y la homogeneización de la formación y la distribución de los recursos humanos con la cobertura de la asistencia sanitaria en los llamados desiertos médicos.



Fotografías de Manu Vega | Círculo de la Sanidad
Escasez de profesionales
En referencia al primer desafío, abordar la escasez de profesionales, la doctora señaló que “en términos globales esto es cierto pero en España producimos la cantidad necesaria de médicos (tenemos una densidad de médicos por encima de la media europea), sin embargo, no están disponibles porque no los atraemos ni los retenemos para trabajar en nuestro SNS”.
Las causas son múltiples: malas condiciones laborales, falta de planificación de la tasa de reposición, altos porcentajes de temporalidad en los contratos, falta de reconocimiento profesional, etcétera. Se ha producido la tormenta perfecta en este contexto de crisis de los sistemas sanitarios, que indicábamos al principio, para que los médicos jóvenes con otros enfoques y necesidades busquen otras salidas profesionales.
Movilidad y migración profesional
Esto conduce a que aumente la movilidad profesional y a la migración de facultativos. En este sentido, la Dra. M.ª Isabel Moya señaló que “los flujos se deben monitorizar para evitar que se sigan restando médicos a aquellos países que menos recursos tienen y con un PIB inferior, incluso por razones éticas”. En el último documento de la OMS sobre el personal de salud “Health and care woorkforce in Europe: time to act” se explica muy bien la relación directa que existe entre el PIB de un país, el salario, la densidad médica (número de médicos/1000 habitantes) y los resultados de salud. Así, los flujos migratorios en Europa son en dirección Oeste y Norte desde países del Este y Sur.
Formación estandarizada
En tercer lugar, estos flujos migratorios conducen al tercer desafío que sería homogeneizar la formación médica. “En Europa tenemos la formación estandarizada para definir las competencias profesionales mínimas que un especialista debe tener, facilitando esta movilidad profesional y asegurando la calidad del acto médico. Sin embargo, se plantean problemas en este aspecto con otros países extracomunitarios, donde no tenemos definidos los estándares y hay una gran variabilidad de itinerarios curriculares que complican la homologación y el reconocimiento de títulos. Se trata de garantizar a la sociedad los más altos estándares de calidad y seguridad en el acto médico”, señaló.
Desiertos médicos
Por último, un cuarto desafío es atender las áreas de difícil cobertura, también conocidas como desiertos médicos. En esta línea, la doctora explicó que «surge el problema de que el personal sanitario quiere y desea trabajar en los grandes hospitales y en las grandes ciudades, pero no en áreas rurales o remotas». Por ello, tal y como se refleja en el informe ‘De la obligación a la motivación y en el informe de los desiertos médicos, documentos presentados el año pasado por el CGCOM, y realizados por la EJD y la sección nacional de médicos jóvenes y promoción del empleo de la OMC, hay que transformar las prácticas de retención de talento en Europa evitando medidas coercitivas y, todo lo contrario, impulsar medidas motivadoras que prioricen la planificación de RR. HH., invertir en formación o crear incentivos positivos.
Finalmente, destacó que la pandemia con todos sus costes en vidas para los profesionales fue “el vivo ejemplo de los beneficios que para el sistema sanitario aportó la autogestión de los profesionales”, y este es el camino que se debería seguir para revertir la situación actual, contar con ellos, confiar en ellos y cuidar a los médicos.
Participantes de la mesa
Junto a la Dra. Moya participaron en la mesa redonda los doctores Alessandra Spedichato, Alejandro Ramos y Víctor Pedrera; José Soto, presidente de SEDISA, fue el encargado de moderarla.
La Dra. Alessandra Spedichato, presidenta de la Federación Europea de Médicos Asalariados (FEMS) fue la encargada de abrir el turno de intervenciones, y expuso que los salarios insuficientes afectan a la satisfacción profesional y a la posibilidad de atraer y retener a médicos en los sistemas públicos, y representan “una de las claves para comprender los movimientos profesionales alrededor de Europa como recomendación para que los Gobiernos adopten medidas y políticas de retención y promoción”.
Además, desde una perspectiva de género y profesión explicó que las mujeres médicas que actualmente ocupan cargos de responsabilidad “se muestran decepcionadas con su carrera profesional y no se la recomendarían a las generaciones más jóvenes”.



Fotografías de Manu Vega | Círculo de la Sanidad
En segundo lugar, intervino el Dr. Alejandro Ramos, vicepresidente de la Federación Europea de Médicos Asalariados (FEMS), quien señaló en su ponencia que desde la FEMS están trabajando en la propuesta del reconocimiento de la profesión médica y otras profesiones sanitarias como un trabajo arduo. Se trata de un reconocimiento joven y con escasa regulación.
En Europa se entiende por trabajo arduo “aquellas ocupaciones en las que el trabajador está expuesto durante un periodo de tiempo a uno o más factores que llevan a situaciones profesionales susceptibles de ocasionar efectos prolongados e irreversibles sobre su salud”, afirmó Ramos. Estos están relacionados con circunstancias físicas, psicosociales, etcétera, e incluyen los turnos laborales, que pueden complicar el ejercicio de la profesión. Para ello, explicó que desde la Federación han señalado siete argumentos: “carga emocional, horarios extensos, amplia formación, exposición a enfermedades, presión constante, impacto de la vida de los pacientes y la responsabilidad legal”, finalizó.
El Dr. Víctor Pedrera, secretario general de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), cerró la participación de esta mesa redonda con una ponencia en la que señaló que “en la próxima década, en España se van a jubilar 50 000 médicos y se van a producir 75 000, sin embargo, seguirán faltando médicos en España”. Para evitar que se dé esta situación, afirmó, “es necesario que se haga una reforma para retener el talento que producimos en España”. En la actualidad, los médicos son el 12% de los profesionales sanitarios en España, lo que hace que no esté representada nuestra profesión en las mesas de negociación como ocurre ahora, con el Estatuto Marco.
Hay que tener en cuenta las particularidades de la profesión médica, explicó, por ejemplo, con las guardias y un sistema y organización de la jornada que hace que el médico esté discriminado respecto a otros profesionales sanitarios y no sanitarios”, expuso. Además, también se dan otros “agravios discriminatorios como la clasificación de los grupos profesionales, las incompatibilidades profesionales, la exclusividad para los MIR, …”.